TW: Consentimiento dudoso(?
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Ay las almas gemelas.
Se dice que todos tienen una alma gemela, sin excepciones, incluso un ser tan cruel y despreciable cómo Sukuna.
Sí. Él, el Rey de las Maldiciones, aquel hombre cruel y vil, lleno de maldad y deseos de sembrar el caos por dónde haya caminado y por dónde no, obtuvo la marca que indicaba que tiene una alma gemela.
En un inicio, le parecía una perdida de tiempo encontrar a su alma gemela pero por insistencia de Uraume, decidió emprender una breve búsqueda sobre la identidad de la persona que es digna de su corazón y cariño.
En poco tiempo la encontró.
(Nombre) Shinomiya. 16 años de edad. Una chica tímida, retraída y con un buen gusto de la cocina y del arte. Padre viudo y alcohólico y con un hermano mayor viviendo en Malasia. En pocas palabras, una jóven con una vida triste y llena de penas. Perfecta para Sukuna.
Al ver su apariencia, encontró cierto encanto en ella, aquellos ojos con poco brillo, casi sin vida, profundos y misteriosos, esos labios rosados y gruesos y ese cuerpo. Mataría por estar con ella.
Prácticamente es cómo si tuviera amor a primera vista.
Ryuomen pareció aceptar a su alma gemela, se dió cuenta de que no sólo era una chica hermosa, sino que era fácil de corromper.
Luego de otra búsqueda, descubrió su ubicación y su escuela. Tenía todo, su edad, casa, escuela, apariencia. Era tiempo de hacer su movimiento y tenerla para él mismo.
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Esto de las almas gemelas me parece una estupidez, se supone que quien sea que sea la persona destinada para ti, será el amor de tu vida, pero ¿Que pasa si es un asesino, o un violador, o un abusador, ¡O incluso un pederasta en potencia!?
¿Soy la única que piensa en eso? ¿Por qué nadie se pregunta quién es su alma gemela? O sólo piensan que es alguien de buen ver y lleno de dinero.
La gente es tan inconsciente estos días.
No quiero conocer a mi alma gemela, sigo pensando que puede ser alguien peligroso...
Bueno, ya ni quiero salir al mundo de lo peligroso que es ahora.
Lo único que me queda es esperar a conocer a mi alma gemela, aunque poco quiera.
Bajé del tren en el que iba. Ir a la escuela es algo de lo que no quiero ni saber, todos allí parecen odiarme, me insultan, me golpean, y demás cosas que no quiero mencionar. Comencé a caminar con la mirada baja, hacer contacto visual con la gente era simplemente agobiante, me incomodaba, incluso mirar a mi propio padre a los ojos me incomoda.
Me gustaría simplemente alejarme de esta vida para siempre, vivir en un mundo donde todos me amen y no tenga esta vida de mierda.
Pero es imposible, sólo tengo que sobrevivir.
Las calles estaban con poca gente, mayormente los que se encargan de los negocios y puestos, la gente me conocía, pasaba todos los días por aquí con la misma apariencia, con la misma mirada y la misma aura. Algunos parecían decir que era un fantasma por cómo me veía. Otros me preguntaban si quería algo de comer o beber ya que me veía pálida, pero es mi color de piel natural.
