4

7.5K 340 362
                                    

Ya había pasado una semana desde aquella misión, y desde todo ese tiempo no había visto a Shinazugawa y a Iguro, claro que en las reuniones los veía, pero solo eso. Los dos pilares no habían ido a su finca a hacer... eso, pensó que ya habían terminado lo que sea que querían hacer con su cuerpo.

Bueno, eso hasta ahora, pues en este momento Shinazugawa y Iguro lo tenían sometido contra su futon, con el culo levantado, y las manos atrás de sus muslos amarradas.

Aun no entendía como entraron a su cuarto sin que se diera cuenta.

- Hace tiempo no hacemos esto... - susurro el pelinegro cerca de la oreja del peliazul, mordiendo el lóbulo de la oreja de el ojiazul, quien no pudo evitar soltar un gemido.

- Ah~ - gemido que casi no se oyó al estar la cara de el peliazul contra una almohada.

El albino comenzó a bajar los pantalones de él peliazul, bajando con este, la ropa interior , dejándo al aire el culo de el peliazul, quien soltó un gemido al sentir la cachetada que le dio el albino en una de sus nalgas.

- ¡Mmgh!~

El albino separo las nalgas del peliazul, dejando ver el ano de el ojiazul, comenzó a tocar la entrada anal de Tomioka con su pulgar, acariciando el anillo de carne que se encontraba deseoso de tener algo dentro de el.

- Parece que tu culo nos extraño bastante~ - dijo el albino con una sonrisa coqueta, dirigida a Tomioka, quien lo miraba sobre su hombro izquierdo con los ojos llorosos.

Shinazugawa terminó de quitarle los pantalones a Tomioka, dejándolo desnudo de la cintura para abajo, aunque todavía llevaba sus calcetas azul marino.

El albino metió uno de sus dedos dentro de su boca, llenándolo de saliva, para luego dirigirlo a la entrada anal de el peliazul. Metiendo dos al mismo tiempo, comenzando a moverlos bruscamente.

- ¡Ahh!~ ¡Mgh!~ - gimió el peliazul al movimiento de los dedos de el albino, y los ahora dedos de el pelinegro, intentando llegar a la misma velocidad que la de el albino, haciendo a Tomioka gemir más alto, inundando la habitación de este, con gemidos y jadeos.

Iguro dirigió su mano hacia los pezones de el peliazul, dispuesto a apretarlos, deteniéndose al tocar la tela de el uniforme.

- Tomioka... ¿porqué tu uniforme esta majodo? - pregunto, desabrochando la polera de el uniforme de el peliazul, haciendo que el albino detuviera sus movimientos en la entrada anal de el peliazul

Ambos tomaron a Tomioka, y lo voltearon, dejando a Tomioka de piernas abiertas, con las manos amarradas, pasadas por atrás de las rodillas.

Así, ambos, pelinegro y peliblanco, desabrocharon el uniforme de Tomioka, quitándose lo, junto a la camisa que estaba debajo de este, notando que estaba un poco mojada. Al quitarle la camisa, vieron como de los pezones de Tomioka, había un líquido blanco saliendo de este.

- ¿Leche...? - Ambos estaban sorprendidos, Sanemi dirigió su mano hacia el pezón derecho de Tomioka, apretándolo, viendo como de este, al ser apretado, salía más de ese líquido blanco.

- Ahg~ - gimió el peliazul, al sentir como apretujaban uno de sus pezones.

Ambos pilares menores al peliazul, se miraron, luego dirigieron su mirada a Tomioka, dedicándole una sonrisa coqueta, a Iguro no se le notaba la sonrisa, pero en sus ojos se notaba la excitación.

El pelinegro se quitó sus vendas, y ambos dirigieron sus caras a los pezones de Tomioka, comenzando a chupar sus pezones, sintiendo como más de ese líquido blanco salía de ellos, tragando, siguieron chupando los pezones de el peliazul, tragando la leche que salía de ellos.

𝐄𝐍𝐆𝐑𝐄𝐈𝐃𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora