Tras el triunfo de la Revolución, los androides han obtenido los mismos derechos que los humanos. A pesar de ello, Gavin sigue odiando a Connor y, para complicar las cosas, se une al equipo un RK900 como respaldo. Gavin, asignado a este nuevo androi...
Han transcurrido varias semanas desde el incidente, y tras un extenso proceso de rehabilitación y tratamiento, Gavin finalmente puede reincorporarse al trabajo. Aunque todavía la angustia y la presión de estar en la estación policial vuelven a afectar a Gavin.
El motor se apagó y el silencio llenó el interior del coche. mantuvo las manos en el volante durante unos momentos, flexionando su mano derecha varias veces, apretando los dedos intermitentemente.
Hoy era el gran día, aunque no lo esperaba realmente. Había retrasado la fecha límite en dos semanas, sin sentirse psicológicamente preparado para enfrentar la soledad que ya lo había perseguido en casa durante bastante tiempo.
En casa, podía dejarlo ir. Nadie estaba allí para verlo, juzgarlo o tener compasión. En la estación, todos los ojos estarían sobre él tan pronto como apareciera, y todos lo mirarían con lástima. no necesitaba eso Ya era bastante difícil de esa manera.
cerró la puerta e inhaló profundamente, sintiendo un ligero tirón en sus costillas apenas recuperadas. Los hermosos días finalmente estaban aquí, el cielo despejado y el sol calentaban suavemente la piel demasiado pálida del detective.
Extrajo sus cigarrillos, sacó uno, lo encendió y suspiró de placer cuando sintió la nicotina entrar en su cuerpo. Era su primer cigarrillo del día; algunas cosas no cambiaban. Se acercó a la estación, escuchando una pequeña voz en su cabeza advirtiéndole sobre el peligro de fumar, pero Gavin se recordó a sí mismo que todos morirían algún día de todos modos. Esta extraña conversación le recordó al déjà vu, y arrojó su cigarrillo al suelo, pisoteándolo.
Todos mueren algún día, sí Y eso incluye a los mejores.
Entró en el edificio y fue recibido por Eliana, en la recepción. no pudo evitar sonreír y saludarla suavemente, sin querer presionar demasiado su muñeca derecha.
"¡Hey!"
Gavin respiró hondo y se volvió para ver quién le hablaba era Chris, levantándose de su escritorio.
"¿Cómo estás?"
"Oh, bien... ¿genial? Puedo caminar, lo cual es un milagro según el médico."
"Sí, eso es verdad...Tienes un correo en tu escritorio, por cierto. Una carta del Departamento General."
Gavin alzó las cejas con sorpresa. ¿Una carta del Departamento General? No presagiaba nada bueno. Cuando los altos mandos contactaban directamente a los oficiales, era señal de algo serio.
Chris regresó a su escritorio y Gavin se acercó al suyo. Su estómago se retorció cuando notó los mensajes, pequeños regalos envueltos y flores en su escritorio.
Había hecho prometer a Tina que no le contara a los demás sobre su regreso, y ahora todos le habían dejado regalos, Miró a su alrededor buscando al culpable, pero no logró identificarlo. Ni Hank ni Connor parecían estar allí. Frunció el ceño y se detuvo en su escritorio, revisando el correo del Departamento General.
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