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El viernes, Jimin puso en silencio su celular después de que su madre no dejara de llamarlo para que se presentara el domingo en la casa. Simplemente revisó el chat de Youngmi en el que le advertía que no mostrara su rostro, pues Seungsu estaba furioso por el asunto del hotel y antes de que lo guardara hasta el fondo de su mochila, le mandó un mensaje a Jungkook para avisarle que iba a pasar el descanso en la biblioteca y no aguardó su respuesta.

—¿Traes un overol? —Jimin observó unas botas negras frente a él y sonrió. —¿Me estás evitando?

El rizado se dejó caer frente a él, con las piernas extendidas. Entonces nota el kleenex, que Jimin está usando como tapón para el sangrado, en su nariz y hace una nota mental de cargar con más paquete de papel para su novio.

—Tengo examen de teoría —exhaló cansado. —, y lo olvidé por completo, así que... —señaló los libros a su alrededor —este es el resultado.

Nada que una buena dosis de adderall no solucione, pensó, pero no dijo nada y decidió que admirar a su novio era mejor idea que estudiar el último tema de su prueba.

—¿Eso es todo? —a Jimin le sorprendió un poco la pregunta, pues Jungkook parecía no creerle del todo

—Mis abuelos están de visita y tengo que ir a las afueras de la ciudad —admitió derrotado, con un deje de frustración en la voz.

—¿A las afueras?

—La casa de mis padres está en Ulsan—los ojos de Jungkook se abrieron con sorpresa, sabiendo que las villas en las afueras de la ciudad eran para políticos o gente de mucho dinero.

—Jamás he ido por ahí, mi círculo social era... menos privilegiado.

—¿De qué hablas? —alzó una ceja. —Los ricos son una mierda, se creen que pueden controlarlo todo porque tienen dinero.

—Tú eres rico —señaló. —Y te veo muy contento.

—Es horrible crecer del otro lado de la ciudad, la vida de gente adinerada no es tan divertida como se ve en las películas —bufó, sintiéndose levemente ofendido.

—Oh, Dios, definitivamente eres de esos que saben hablar más idiomas de los que necesitan —se tapó la boca con las manos.

—También sé tocar el piano, el violín y la guitarra. ¿Crees que elegí alguno? No. Mis padres me usaron para... Joder, no lo sé ¿Elevar sus egos? ¿Vivir a través de mí? —era la primera vez que Jimin hablaba tan abiertamente de sus progenitores y Jungkook estaba escuchando cada palabra con atención —Yoongi también pasó por lo mismo y el hecho de que esté estudiando Artes es la mayor decepción para los viejos del club.

—¿El club? ¿Cómo... un country club?

—Jungkook, Ulsan no está tan lejos ¿Nunca has ido? —vio a su novio negar con la cabeza —¿Bromeas? El Country club es lo único bueno de ahí; Yoon y yo solíamos estrellar los carritos de golf como si fueran carros chocones.

—¿Cuántos años tenían? —preguntó un poco asombrado y francamente encantado con la idea de un Jimin más joven y libre

—Uhm ¿20? —admitió con una sonrisa desvergonzada —Estábamos aburridos —dijo como explicación para no decir la verdad "Fumamos demasiada marihuana y nuestras conciencias estaban en otra galaxia".

—Suena divertido, yo nunca hice nada malo, siempre fui obediente y normal.

—No jodas ¿Nunca hiciste nada malo? Jeon, qué aburrido eres.

—Una vez me robé unas bragas de una tienda.

A la mierda.

Casi se atragantó con su propia saliva cuando una imagen mental (cortesía de su gran imaginación) de Jungkook en ropa interior de encaje se le desarrolló casi ante sus ojos.

Fire on fire [Jikook adap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora