Call it what you want

¿Quieres conocer a mis padres?

Los días habían sido difíciles y complicados pero juro que eran livianos cuando veía a esa peliroja de metro cincuenta.

En mi casa estaban con los preparativos para navidad, un detalle. Mi madre ama navidad, es su festividad favorita del año y cómo hacía unos meses que había llegado de españa obviamente querían hacer una navidad especial.

En casa sabía que estaba en una relación, solo que no sabían con quien.

Mamá estaba muy emocionada porque según ella me veía muy enamorado, papá quería conocerla y no se me ocurrió mejor idea que invitarla a la cena navideña.

¿Precipitado? Tal vez, en una relación donde no sabes si realmente quieres que esa persona pertenezca permanentemente en tu vida, en mi caso yo si quiero que ella se quede por siempre en mi vida.

—Y bueno la cena te ha quedado espectacular madre, pero quería preguntarles algo a ambos. —dije después de dejar los cubiertos de lado—

Mamá casi se atragantaba por el cambio de voz y lo directo que fui, siempre pasa. Su silencio y la mirada de mi padre me permitieron continuar

—¿puedo traer a mi novia a la cena de navidad? Yo se que es familiar y por ese motivo quiero traerla, para mi no solo es una novia más, es la mujer que quiero mantener para siempre en mi vida.

Solo vi como mamá sonreía cada vez más ancho y como papá soltaba una carcajada bajita, una de las sutilezas de mi madre es que ella es la extrovertida de la relación mientras que mi padre es el introvertido y aunque todos por fuera piensen que son diferentes en el fondo son muy similares.

Así me veo reflejado con Yeri y es algo que amo de nuestra relación.

—Pues claro que puedes, ya te habías tardado, quiero detalles, que le gusta, que no le gusta, como es, signo, comida favorita, regalo favorito todoooo. —mamá era claramente la más emocionada de todo mientras que papá le daba una sonrisa cómplice.—

Al final de nuestra conversación todos nos reímos porque yo estaba muy sonrojado y eso es algo que no pasa muy seguido con mis padres.

Después de cenar y lavar platos, decidí pasar un rato en la sala hablando con Yeri por videollamada.

Ella estaba estresada porque tenía que presentar un trabajo para una materia y a mi me gustaba molestarla un poco, cuando se estresaba lo único que hacía era ir a buscarme para abrazarme y acurrucar su carita en mi cuello, es algo que jamás se lo he dicho pero es una de mis cosas favoritas del mundo.

Es increíble como una muñequita de metro cincuenta puede cambiarte la vida de una manera increíble, Dios que amo a esa mujer.

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