¹ 𝔽𝕒𝕚𝕣𝕪 ⛲ ᴊᵃᶜᵒᵇ ʙˡᵃᶜᵏ

Lᴏs ᴘᴇʀʀᴏs sᴀʙᴇɴ

Decir que estaba nerviosa era poco. Sentía ganas de vomitar en todos lados de solo pensar en cómo debería actuar ante el lío amoroso de mi protegido, cómo cuidar de Sky y de mí en el proceso y el cómo reaccionaría su manada (o futura manada) a nosotros.
Apenas hace poco se había ido Gray, y aunque su poca estadía con nosotros no hubiera sido larga, la extrañaba mucho. Ella actuaba como una mamá con todos. Aparte de sentir la protección de Bart como un padre requería la de ella también. Aunque se compensaba con la de Conor. Solo que la de ella se sentía de otra forma.

Terminé de colocarme el gran abrigo y a Tyron su bufanda y ambos bajamos con el resto de mi familia. Creo que todos nosotros teníamos el mismo sentimiento. Nos mantuvimos callados todo el camino, a excepción de Conor que nos daba palabras de aliento. Lograron apagar la mayoría de las mariposas de mi estómago.

━━Sam solo gruñe ━━dijo Conor mientras apagaba el auto━━, no muerde. Y sí se atreve se queda sin testículos y futuros hijos. A mis hijos nadie los toca. Además que Emily me daría la razón, así que tiene las que perder.

¿Y quién diablos es ella?

━━Eso sonó tan poético ━━dijo Idris mientras fingía secarse las lágrimas imaginarias.

Bajé rápido para colocarme a un lado de Conor y tomarla del brazo. Creo que las mariposas regresaron. La entrada a La Reserva era puerta de alambre y madera con un letrero que anunciaba la zona y cuantas personas vivían dentro.
Aunque creo que lo más hermoso de esta entrada era la vista al mar. Era algo hermoso, Farah, enfrente de mí, tomó la mano que tenía sobre el agarre de su silla. Creo que ella sentía aún más emoción, era su hogar y con suerte alguien de su familia aún viviría y se acordaría de ella.

Quedamos en una fila estratégica en caso de cualquier percance. Sky y Bart quedaron a los extremos. Al lado de Bart iba Roma, luego Idris, Conor, Farah y yo y Atenea antes que el ángel.
Nuestra madre abrió las rejas e inicio su camino como si nada a la zona costera. Todos la seguimos rápidamente. A lo lejos podía ver un grupo de cuatro hombres jugando con un balón de lutbol. Creo que así se llama el deporte. Una chica de piel morena se mantenía en una manta de picnic con mucha, en verdad mucha comida a su alrededor.

Iniciamos a bajar una especie de colina. Fue cuando casi se nos cae Farah que ellos se dieron a la tarea de acercarse como si nos asecharan. Quedamos a un solo metro de distancia cuando paramos ambos bandos. Ellos eran de piel morena, con un tatuaje extraño en los brazos y rasgos de nativos. Ella era igual, solo que su rostro tenía una gran cicatriz; no le quitaba lo hermosa. Pero me daba pena, no por ella, sino por saber que había salido lastimada. Un extraño sentimiento se instaló en mi pecho.

━━Creí haber quedado claro en que la visita sería el domingo.

━━Nosotros no tenemos tu tiempo Sam. Además es día de descanso para unos, incluyendo a mi especie. Solo cumplo con parte de nuestro pacto. Ellos son mis nuevos hijos, nuevos guardianes.