Jung Hoseok ha tenido suficiente. Ha perdido un sinnúmero de relaciones porque parece que no puede dar ese último paso hacia la intimidad. Nunca más. Él va a deshacerse de su virginidad. Es un plan bastante simple. Ir a un club para escoger un chico...
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Hoseok puso lentamente la llave en la cerradura y la retorció, prestando especial atención a no hacer ruido. Mientras empujaba la puerta abierta, miró el pasillo de su apartamento, sólo para ver que estaba vacío. Hasta aquí todo bien. Richard probablemente estaría fuera, en su trabajo, mentalmente repasó sus trabajos más recientes. Se quitó los zapatos y los acomodó en el suelo. Sus calcetines hacían ruido cuando caminaba desde el pasillo hacia la cocina. Sacó el champán, y la crema batida de la bolsa, dudó sobre el lubricante y los condones, y finalmente los dejó en el interior. Si todo salía bien, tendría que llevarlos a la habitación de todos modos.
Esto era todo, el día que había estado esperando durante tanto tiempo. Hoy él y Richard cumplían dos meses de aniversario y Hoseok finalmente había decidido dar un salto de fe y celebrarlo con estilo.
Incluso si en realidad no había hecho esto antes, sabía cómo funcionaba, e incluso tenía algunas fantasías que no podía esperar para compartir con Richard. Tenía la intención de ponerse algo más cómodo y servir a Richard una copa de champán, pero perdió el interés en ese plan cuando un gemido de placer llegó a sus oídos.
Hoseok abandonó los suministros en la cocina y se dirigió hacia el dormitorio. Cuanto más se acercaba, más nítidos los sonidos se hicieron. Quería pensar que Richard se estaba masturbando o viendo una película porno, pero él no podía engañarse a sí mismo. Sus peores temores se hicieron realidad cuando se atrevió a abrir la puerta de la habitación. Dos cuerpos masculinos yacían entrelazados en la cama, moviéndose rítmicamente. El sonido de bofetadas de carne contra carne le dio náuseas, sobre todo desde que reconoció a Richard como el hombre que daba golpes en el culo de un desconocido.
Hoseok casi podía escuchar su propio corazón romperse, parecía una idea muy tonta en ese momento. Pero Hoseok no podía esperar ser cien por cien racional, no cuando todo su mundo se desmoronaba.
Vaciló durante tanto tiempo que Richard y su amante acabaron culminando mientras Hoseok observaba. El verlos retorcerse juntos en el orgasmo enfureció a Hoseok. Empujó la puerta abierta y entró en la habitación. —¿Qué está pasando aquí?
Era una pregunta estúpida, ya que el pene de Richard estaba a punto de abandonar el cuerpo del otro hombre.
—Hoseok, mierda, yo pensaba que estabas trabajando hasta tarde,—respondió Richard, sin tener la suficiente decencia de tirar de las sábanas sobre su cuerpo desnudo.
—Quería darte una sorpresa, —Hoseok disparó de nuevo, sintiendo como si hubiera caído en una pesadilla. —Y parece que lo logré.
El desconocido levantó sus manos, como si quisiera demostrar que no era una amenaza. —Mira, hombre, yo no sabía que tenía un novio. Fue sólo sexo.
Hoseok no le hizo caso, porque ver la desnudez del otro hombre simplemente le dolía demasiado. —¿Cómo pudiste hacerme esto a mí, Richard?, —preguntó.
