002. Humano común.

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Sentí unos rayos de sol y una calidez en mi rostro, lentamente fui abriendo mis ojos. Los abrí y tuve que volver a cerrar al sentir los rayos del sol en ellos. Mierda, si que me dolían. Volví a abrirlos esta vez sin sentir dolor, observé todo. Los rayos de luz entraban por la tienda y todo estaba revuelto. Busqué mi teléfono móvil para ver qué hora era.

13:00 p.m

Mierda ¿cuánto dormí?

Sin poder evitarlo un grito salió de mi boca antes de poder controlarlo.

¡¿Tan tarde es?! Grité, llevé mis manos a mi cabeza e intenté ponerme de pie, cosa que fallé ya que choqué con el techo de la tienda y caí de nuevo sentada. Gracias universo, de verdad aprecio esto ¡mierda! Volví a gritar al caer.

A lo lejos pude escuchar el grito que pego mi mamá para preguntarme si me encontraba bien.

No te preocupes mamá, solo me golpeé la cabeza con la parte de arriba de la tienda.

Salí de mi tienda y divisé a mi madre cocinando el almuerzo, en cuanto me vio una sonrisa burlona se formo en sus labios, después siguió haciendo lo que sea que estaba haciendo y al parecer decidió ignorar mi presencia.

¡Oh mi dios! Dijo entre risas, llevó sus manos a su boca para no soltar fuertes carcajadas.

Solo le hice una mueca con mis labios y fruncí el cejo, en cuanto lo hice mi madre solo se rió aun más. Ya me estaba hartando de todo esto. Estaba enojada pero eso a ella no le importaba en absoluto. Se acercó lentamente hacia mi, con una mano se estaba tapando la boca y con la otra tenia un espejo.

Entonces me lo entregó y en ese momento una gran vergüenza inundó mi cuerpo.

Tenía todo el cabello revuelto y enmarañado, tierra en mis mejillas y nariz, y mi frente estaba roja por el golpe que me di en la tienda, estaba hecha un asco y mi atuendo no ayudaba mucho. Traía puesto una sudadera que me quedaba enorme que me llegaba unos cinco dedos arriba de las rodillas, unos shorts súper mega cortos que dejaban ver absolutamente toda la piel de mis blancas piernas y para finalizar, unas zapatillas blancas totalmente sucias por la caminata de ayer. Y sí, mi sudadera estaba toda sucia con tierra.

Simplemente perfecto.

Suspire respirando lentamente para así evitar gritar del enojo y la vergüenza que sentía en esos momentos frente a mi progenitora.

Ni oses hablar sobre que necesito maquillaje o algunas de esas mierdas que compran las barbies, o te juro que me volveré a casa a pie Me estaba empezando a enojar y bastante diría yo ,me hago tatuajes y te juro que profano mi puro y santo cuerpo. Dije en tono de amenaza mientras levantaba mi dedo para que entendiera que no estaba de humor para más mierda.

Mi mamá simplemente se limitó a observarme recelosa y con sus ojos entrecerrados, si no la conociera tan bien diría que está enojada por lo que dije hace algunos momentos. Que gratificante es que me importe un rábano su enojo. La verdad, esta es la primera vez que le hablo a mi madre de esa forma y que la amenazo con profanar mi cuerpo. Igual no la culpo.

Ella suspiró con tristeza, extendió sus brazos al cielo y miro este con ojos de ayuda.

No puedo creer que crié a mi hija tan mal. Dijo aun en esa exagerada pose.

Ignoré su comentario exagerado y volví a mi tienda, en cuento mis pies tocaron aquella tienda los recuerdos de anoche vinieron como flashes a mi.

Del agua. ➳ Jongin - En edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora