Capitulo 14: Pasado de Raphtalia y Despedida de una Amiga.

204 18 1
                                    

Así se encontraba esperando afuera hasta que Raphtalia emergió de la puerta, cubierta de sangre y con una mirada vacía.

"Vaya, mírala". —Tetrax comentó seriamente, observando a Raphtalia.

"Raphtalia, ¿estás bien?" —Ben preguntó con preocupación mientras se acercaba a ella para abrazarla.

"Oye Niña, ¿cómo te sientes?" —Tetrax preguntó con duda acercándose a ella.

"Estoy bien, supongo". —Raphtalia respondió seria, mirando a Tetrax con unos ojos que indicaban que había madurado. —"Ben, ¿ Puedes acompañarme ?". —Añadió con duda.

"Sí, claro". —Ben asintió para seguirla.

[Flashback de Raphtalia]

La bandera verde de los semihumanos ondeaba gracias al agradable viento de ese hermoso día. En ella, un escudo representaba al noble humano que los defendía.

En la aldea, todo era felicidad. Los niños jugaban tranquilos; todos, semihumanos, compartían una gran felicidad. Uno de ellos, un chico de aparentes diez o once años, llevaba consigo un balón. Cerca de la cancha de juego, bajo un árbol, dos niñas semihumanas.

— ¿A quién le gustas? — La amiga de Raphtalia le preguntó a la pequeña Raphtalia de doce años, quien se preguntó a sí misma antes de responder con una sonrisa: — A mi padre. — Su amiga de cabellos blancos negó con la cabeza.

— No me refiero a alguien así. — La amiga de Raphtalia continuó.

— ¿A alguien como quién? — Preguntó la pequeña Raphtalia con curiosidad

— En mi caso, quiero conocer al héroe de las leyendas. — La amiga de Raphtalia expresó con una leve sonrisa.

— ¿Aunque tú prefieres al héroe del escudo o no, Rifana? — Preguntó la pequeña Raphtalia con duda, y Rifana solo asintió.

— Cuando lo conozca, le pediré matrimonio. — Ambas sonrieron por esa confesión, compartiendo un momento de complicidad. Sin embargo, una luz dorada apareció de repente, tiñendo los cielos de rojo sangre. Las dos amigas se tomaron de las manos, visiblemente asustadas.

— ¡Miren! — Alguien gritó al ver una nube de calamidad que se acercaba, llenando el ambiente de temor.

[Fin del Flashblack de Raphtalia]

Así, el equipo de Ben descendió por aquellas escaleras que los llevarían al sótano, sumiéndose en la parte más oscura de aquel castillo y trayendo a la memoria de Raphtalia un recuerdo preciado:

— Nunca dejes de sonreír. — Recordó las palabras de su madre, quien le hablaba con una sonrisa.

— Tu sonrisa hará sonreír a los demás. — Evocó las palabras de su padre, también con una sonrisa en el recuerdo.

— Debes sonreír en toda situación siempre. — Agregó la madre con una leve sonrisa en su memoria.

De vuelta a la realidad, se veía a Raphtalia esforzándose por contener las lágrimas. — Papá, mamá, ya pude vengarlos. Voy a seguir adelante por ustedes. — Murmuró Raphtalia mientras rezaba frente a la tumba de sus padres. Luego, continuaron bajando las escaleras, una mano en su pecho, con la determinación de honrar la memoria de sus padres.

Ben 10: La Leyenda del EscudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora