Capítulo 14: Sombras de Engaño

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StarNova, en su oficina, se sumergió en la fachada de una líder Decepticon leal. Mientras hacía ver que sus pensamientos seguían alineados con la causa, su mente estaba alerta. La tensión en el aire se hacía más evidente a medida que su intuición detectaba irregularidades en los informes de Soundwave, Starscream y hasta el propio Megatron.

Los informes, aparentemente normales a primera vista, desataron las alarmas en la mente estratégica de la femme . No era solo la sospecha lo que la preocupaba, sino la certeza de que algo crucial estaba siendo ocultado. La oscura verdad se asomaba entre las sombras de la traición.

Mientras revisaba meticulosamente los datos, su chasis vibraba con una mezcla de inquietud y desconfianza. La lealtad a los Decepticons, que ya se tambaleaba por la revelación del uso de Energon Oscuro, estaba siendo empujada aún más al abismo del escepticismo.

—"¿Qué estás escondiendo, Megatron?" —murmuró para sí misma, sus ópticas parpadeando con determinación.

La sospecha se convirtió en una llama ardiente en su chispa. La líder Decepticon, que había visto caer a compañeros y enemigos por la falta de confianza, no podía ignorar la verdad que se insinuaba ante ella. La sombra del engaño se alargaba sobre la guerra, amenazando con desentrañar las filas de los Decepticons.

Con cautela, StarNova comenzó a tejer su propia red de información, conectando piezas de inteligencia y rastreando señales de comunicación. El desafío de descubrir la verdad se interponía ante ella, pero la firmeza de su propósito nunca flaqueó.

La próxima batalla, ahora más que nunca, no sería solo en el campo de batalla físico, sino en el terreno de la verdad y la confianza. La advertencia de StarNova resonaba en su chispa mientras hacía una llamada por circuito cerrado a Optimus Prime. Su voz, medida pero urgente, transmitía un mal presentimiento que iba más allá de las palabras.

—"Optimus, algo está mal. Más allá de nuestras diferencias, más allá de lo que consideramos éticamente correcto... está sucediendo algo oscuro. Algo que va más allá del simple conflicto en el campo de batalla." —StarNova titubeó, su mirada reflejando la preocupación que se apoderaba de ella.

Optimus Prime, en la pantalla, asintió con seriedad. —"StarNova, comprendo la gravedad en tus palabras. ¿Puedes darme más detalles?"

—"No puedo... no puedo decir todo, pero estoy empezando a creer que Megatron desconfía de mí. Hay sombras de engaño, Optimus, y no sé cuán profundo se extienden. Necesitamos estar preparados para lo que pueda venir." —su voz, aunque firme, revelaba una vulnerabilidad rara en la líder Decepticon.

Optimus, en la pantalla, miró con sinceridad a StarNova. —"Aún hay lugar para ti en los Autobots, StarNova. La verdad y la justicia no son solo palabras vacías. Puedes elegir unirte a nosotros."

StarNova, con una mezcla de gratitud y desdén, respondió. —"Optimus, sigues siendo el mismo líder un tanto ingenuo. Los Autobots son parte de mi pasado, y no volveré a llevar la placa Autobots."

—"Entiendo, StarNova. Pero debes recordar que siempre habrá un lugar para aquellos que buscan la redención y la verdad. Las decisiones que tomes determinarán tu destino." —Optimus respondió con seriedad.

StarNova asintió, su mirada fija en un punto distante. —"Mis decisiones son mías y las cargaré, Optimus. Pero hay algo más que necesitas saber. Mi hijo, Deadlock, cree que no lo noto, pero duda de mí. Tal vez pronto conocerá a Primus."

Optimus arqueó una óptica, interpretando la analogía. —"StarNova, la incertidumbre y la duda son sombras que afectan incluso a los más fuertes. Si necesitas ayuda, estamos aquí."

"Aprecio tus palabras, Optimus, pero este es un camino que debo recorrer sola. La verdad se revelará, y las sombras se disiparán. Espero que, al final, la chispa de la justicia prevalezca." StarNova pronunció esas palabras con una determinación palpable, su mirada reflejando el peso de las decisiones que estaba tomando.

Optimus suspiró, su expresión mostrando comprensión y respeto. —"Pase lo que pase, seguiré esperando tu regreso, StarNova. La justicia siempre encuentra su camino."

—"Esperaré que así sea." —StarNova sonrió, aunque con un dejo de melancolía. —"Hubiera sido bueno tenerte como hermano en lugar de Ultra Magnus. Tal vez las cosas hubieran sido diferentes."

Optimus arqueó una óptica ante el comentario inesperado. —"Las circunstancias nos han llevado por caminos distintos, pero siempre he considerado a los Autobots y a los Decepticons como hermanos. La guerra no cambia eso."

StarNova rió con ligereza, un destello de camaradería en sus ópticas. —"Quizás, Optimus, quizás. Pero las elecciones que hicimos nos han llevado a donde estamos ahora."

Al cerrar la comunicación, la máscara de firmeza de StarNova se desvaneció. Por primera vez en mucho tiempo, las lágrimas que había contenido brotaron libremente. La líder Decepticon se encontró sola, en la oscura quietud de su nave, enfrentándose a las sombras de su pasado y las incertidumbres de su futuro.

—"¿Qué he hecho?" —murmuró para sí misma, mientras las lágrimas recorrían sus pálidas mejillas metálicas. Se sumergió en una conversación consigo misma, un monólogo silencioso que revelaba las dudas y las preguntas que se agitaban en su chispa.

—"No me arrepiento de las elecciones que he hecho. Cada paso, cada decisión, ha sido una respuesta a las circunstancias que la guerra me ha arrojado. Pero... tal vez, solo tal vez, debería haber buscado a Optimus cuando pensé en dejar los Autobots."

Las palabras resonaron en la quietud de su oficina. A pesar de la firmeza que mostraba al mundo, StarNova se encontraba vulnerable frente a sus propias reflexiones. La guerra, implacable en su demanda de sacrificio y lealtad, dejaba cicatrices profundas en el chasis y la chispa.

—"Pero ya no hay vuelta atrás. El pasado es inmutable. Solo puedo enfrentar el presente y el futuro con lo que he aprendido de mis elecciones, por más difíciles que hayan sido." —susurró consigo misma, intentando encontrar consuelo en sus propias palabras.

La líder Decepticon, con lágrimas secándose en sus ópticas, se levantó de su asiento. La batalla que enfrentaba ahora no solo era en el campo de batalla físico, sino en el terreno de su propia verdad y aceptación. StarNova se preparaba para enfrentar las sombras, incluso si eso significaba confrontar las sombras que habitaban en su propio ser.

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