Capítulo 2 - Gatúbela

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Luego de un escape exitoso, el payaso fue directamente a su guarida, la cual estaba totalmente vacía debido a que Harley estaba con Ivy.

Lo callado y tranquilo del lugar le extrañó un poco al payaso, normalmente era recibido por una Harley emocionada que gritaba su nombre y se abalanzaba sobre él para abrazarlo, pero ahora que tenia una encantadora relación con Hiedra venenosa se habia vuelto mucho mas tranquilo, en cierto modo esto era como un respiro para el payaso pero tambien le resultaba algo raro al no estar acostumbrado.

El criminal entró y fue por lo suyo, al tener ese silencio y tranquilidad y también aburrimiento, su mente fue a parar directo a Batman, como siempre, no podía dejar de pensar en él ni por un segundo.

Su mente se paseaba en recuerdos encantadores de ellos dos juntos, pero también en los momentos que no eran tan agradables para él y fue cuándo sus pensamientos se centraron en Gatúbela y en como la gata era, de alguna manera, tan cercana a Batman.

El payaso apretó los puños y resopló, antes de volver a lo suyo con una expresión de desagrado, se puso a pensar en cuánto le encantaría acabar con esa felina y en como podría hacerlo, eran tantas las posibilidades, pero no se iba a dejar engañar por ese pensamiento, porque de alguna forma Batman siempre lograba frustrar sus planes de acabar con ella.

Al recordar sus intentos anteriores siendo frustrados por Batman, su mente nuevamente se centró en el murciélago, enumerando todo lo que le gustaba de él mentalmente. Por un momento incluso olvidó lo que estaba haciendo por estar tan perdido en sus pensamientos.

Entonces llegó Harley, tarde como nunca,y se acercó al Joker por detras.

— ¿Señor J? — Dijo la rubia con un tono más tranquilo que nunca, como una chica normal, tranquila y ejemplar, cosa que no era la descripción mas exacta de ella.

— ¡Harley! — Exclamó con un leve sobresalto — Llegas tarde, ¿Dónde andabas? — Preguntó, apesar de saber exactamente dónde andaba su fiel compañera — ¡Da igual! No importa, hay que ponerse a trabajar para sacarnos a la felina de encima de una buena vez.

— Está bien, Señor J.

Por otro lado, nuestro famoso justiciero se había quedado dormido frente a la computadora de la baticueva, cansado por su falta del sueño debido a su rol de Batman.

Alfred entró a revisar al murciélago y ante la escena lo cubrió con una manta e hizo la silla hacia atrás para que el millonario se recostara.

Luego de un rato Batman se despertó y se levantó alarmado, se suponía que debería estar... oh, ya lo había olvidado ¡Pero era importante!

— Amo Bruce, le recomendaría tomar un buen descanso antes de seguir con sus deberes como Batman — Sugirió el mayordomo —.

— No puedo, Alfred, el crimen no descansa y yo tampoco.

— Usted no es el crimen, incluso los criminales descansan, amo Bruce, debería pensar en usted como un solo ser y no solo como el elemento de la justicia, así como los criminales son individuales y no solo son el elemento del crimen. Además ¿Cómo podría un hombre cansado contra seis hombres con la energía de un auto fórmula 1?

Bruce refunfuñó.

— Ugh... está bien, tal vez tengas razón, necesito un descanso... ¿Pero quién se encargará de cuidar Gotham?

— Gotham es capaz de estar bien por unas horas sin un héroe enmascarado.

— Mmh, bien. Tú ganas.

Se levantó del asiento y se dirigió a su habitación, para seguir durmiendo.

Romance En Gotham CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora