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10 años después.
8:10 a.m, Casa de los Dursley.
—Harry sintió pisadas arriba del techo que separaba las escaleras del pequeño cuarto donde estaba instalado con su hermana.
— Ann, Ann, despierta. — Dijo Harry moviendo a su hermana.
— ¡Harry, Ann!, vengan rápido, ¡Despierten bastardos! — Harry escuchó gritar a su tía Petunia desde la cocina.
— Ann, por favor ya levántate, la tía Petunia nos está llamando. — Siguió diciendo Harry mientras movía a su hermana.
Al parecer después de un minuto su hermana se despertó, se tocó los ojos para quitarse las lagañas que tenía por haber dormido tanto.
— Harry, ¿Que pasa?, porque estas tan agitado. — Dijo su hermana al verlo inquieto.
— La tía Petunia no está llamando desde hace rato, tengo miedo de lo que nos hará. — Contestó Harry con los ojos rojos, Ann sabía que si no lo calmaba lloraría.
— No te preocupes, tu hermana está aquí para ayudarte en lo que necesites. — Dijo Ann abrazando a Harry.
Ann, después de calmar a Harry salieron juntos del pequeño e incómodo cuarto donde se encontraban durmiendo.
Fueron a la cocina, para encontrarse con la imagen de su primo y tío viendo la televisión, mientras que su tía se arreglaba las uñas de las manos.
— ¡Que miran!, mejor empiecen hacer el desayuno, si primo tiene hambre. — Dijo Petunia al ver a los dos niños entrar por la puerta.
Ambos hermanos se miraron y fueron a sus lugares para preparar el desayuno, Harry hacia el café mientras que su hermana intentaba prender la estufa.
— ¿Necesitas ayuda Ann? — Le dijo Harry a su hermana.
— Por favor, no queremos que haga algún daño y la tía Petunia me regañe. — Contestó Ann para luego darle espacio a Harry y prender la estufa.
Después de que Harry la ayudara, Ann siguió haciendo lo suyo, sirvió los huevos que hizo junto con dos tostadas y les agregó mermelada de fresa, mientras Harry ponía los cubiertos en la mesa junto con el café.
— Ya está listo el desayuno Tía Petunia. — Dijo Ann acercándose para hablarle al oído.
— Mi niño, es hora de comer. — Se levantó Petunia de la silla donde estaba sentada para ir donde su hijo a besarle las mejillas.
— Ya déjame mamá. — Su primo se apartó cuando vio que su madre no tenía la idea de parar de besarlo.
Su tío, su tía y su primo se sentaron a comer el desayuno que había hecho Harry y su hermana, ambos con el estómago gruñendo del hambre por un momento pensaron que los iban a invitar a comer con ellos. Pero no sucedió, Harry y Ann se retiraron de la cocina para ir a ver si llegó el correo.
— Porque la tía Petunia nos odia tanto, ¿Que le hicimos para que nos odie tanto. — Dijo Ann tomando las cartas del piso.
— A veces los adultos odian a los niños sin razón, sabemos que la tía Petunia es una adulta, lo que quiere decir que odia a los niños. — Contestó Harry tomando las cartas que le pasó su hermana.
— Pero el primo Dudley también es un niño y ella no lo odia, es más lo ama. — Dijo Ann caminando a la cocina.
— Ann, Ann mira, una carta para nosotros, parece que es de una escuela. — Harry tomó de la mano a su hermana y la atrajo para que pudiera ver la carta.
Los mellizos visualizaron la carta, era rara con un sello que no conocían, la iban abriendo mientras caminaban a la cocina.
Ann le entregó las demás cartas a su tío y corrió hasta donde estaba Harry para poder ver que decía la carta.
— ¡Mira papá, Harry y Ann tienen una carta! — Gritó
Dudley mirando a sus primos y riendo.— ¿Una carta, para Harry y Ann?, ven y tráela Dudley, veremos que le trajeron a estos dos niños, ¡rápido Dudley! — Gritó Vernon a su hijo.
Dudley corrió rápido a donde se encontraba Harry, quien no dejaba que le arrebataran la carta, Dudley por su parte golpeó a Harry en el ojo para poder quitarle la carta.
— Yo mando mis saludos para Ann Potter y Harry Potter, como buen trato yo mando a llamar a los mellizos potter para que puedan ingresar a H...... ¡Ustedes dos quedan castigados! — Gritó su tío para luego retirarse de manera agitada.
Harry miró a Ann mientras que esta le estaba dando una mirada confusa, Harry se preguntaba qué había leído su tío para que pudiera reaccionar de esa manera.
—
Durante los siguientes días Harry y Ann no podían recibir más el correo, cuando Ann y Harry intentaron abrir un correo, Vernon, su tío los cogió de los cabellos y les arrebató la carta, Harry y Ann no volvieron a mirar sus cartas por miedo de que fueran maltratados por su tío.
— ¡Ah, Vernon! — Ann alcanzó a escuchar a su tía gritar y salió del mini cuarto que estaba en las escaleras.
Cuando Ann salió vio la casa llena de cartas, fue hasta la cocina y se río al ver a su tío intentando coger todas las cartas cuyo esfuerzo fue inútil.
— ¡Ya aguante mucho, nos vamos de aquí! — Exclamó su tío de manera enojada.
Harry y Ann se rieron de manera ruidosa cuya risa fue silenciada al verlo enojado.
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Después de un mes, los tíos de Harry y Ann se fueron a vivir a un faro, lejos de todo.
Sus tíos dormían es una cama de arriba mientras que su primo dormía en un cama cómoda, Harry hacia un pastel de polvo despertó a su hermana y le dijo "Feliz cumpleaños" hoy los mellizos cumplían once años, sus tíos no se acordaron y su primo menos, ambos se abrazaron y sonrieron.
Sintieron un temblor, luego otro, luego otro hasta que despertó a sus tíos, Vernon sacó un arma y puso a Petunia y a Dudley detrás de él.
La puerta cayó y dio a conocer un hombre alto, con una melena de cabello y una barba que estaba un poco larga.
— Es bueno verlos Harry y Ann, la última vez que los vi eran solo unos bebés, un niño castaño y una niña con un cabello rojizo. — Dijo Hagrid acariciando los cabellos de los niños.
— ¿Quien eres?, ¿Porque eres tan grande?, ¿¡Eres un gigante!? — Preguntó Ann mirando a Hagrid.
— Soy Hagrid y soy un amigo de sus padre, por lo cual he venido a llevármelos, ustedes comienzan un año en la escuela Hogwarts, es de magia y hechicería, asombroso ¿no es así? — Dijo Hagrid de manera alegre.
— ¡No te los puedes llevar, ellos están bajo mi cuidado! — Gritó Vernon mirando a Hagrid.
— Ya no más, Harry y Ann quedan bajo tutela de la escuela Hogwarts hasta nuevo aviso. — Lo miro Hagrid con una expresión dura.
Hagrid cogió a Harry de la mano mientras que a Ann la tenía de la muñeca.
— ¿Donde iremos? — Preguntó Harry mirando a Hagrid.
— Iremos a un lugar donde podrán comprar todo lo que necesitan para este grado. — Respondió Hagrid con una sonrisa.
Ann y Harry se miraron querían creer que esta vez no iban hacer maltratados o regañados por cada cosa que hacían.
Por un momento sintieron paz, para ellos esa paz era inexplicable, se sentían libres, amados y queridos.
Al menos no iban a pasar medio año siendo ignorados.
——
Holaa, yo soy Chaster y solo quiero decir que les deseo una feliz navidad a todas estas lindas personitas, los quiero que la pasen rico 😋Sin más de que decir Chaster dice adiós 👋
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if only you were mine
FantasyHarry no ha parado en pensar en un nombre "Draco" cada noche, cada segundo, cada minuto, piensa en el, harry ha hecho de todo pero, ¿cómo llegó ha pensar en Draco?, ¿porque en el momento menos indicado tenía que pensar en? --- Este es un fanfic insp...