☆ ✼ ｡ﾟ･ ONE SHOTS ° ｡ㅤ→ ༄ ‧₊ ☆

✩‧₊˚ Ojito ₊˚.☆

-...Listo Steven.

Dijo Okenita, sus fríos dedos dejaron de hacer movimientos entre la lana, ahora colocándole un abrigado suéter a Steven, este solo miró el suéter con emoción, antes de abrazar a Okenita y salir disparado hacia la nieve.

-¡Apresúrate Okenita!

-¿Sabes que podemos usar el portal, verdad?

Steven solo tomó la mano de Okenita, mientras ambos corrían, Okenita en un punto tomó a Steven en brazos, comenzando a dar unos enormes y altos saltos hacia la granja, resulta que este lindo día nevado Steven le había prometido a las 2 gemas de personalidades totalmente contrarias ir y quedarse un par de días. De todos modos Steven solo tenía que dar unos pasos para ir al portal e ir a casa.

Solo bastaron unos largos saltos más para que Okenita aterrizará con elegancia en la fría nieve, sin sentir frio alguno, bajó a Steven y este de inmediato corrió hacia las gemas.

-¿Huh? ¡Steven!

Grito una pequeña voz chillona, una gema de todos verdes tenía una bufanda azul y guantes rojizos, temblando de frío, mientras que la contraria gema, que solo portaba un suéter verde salió de sus pensamientos.

-¡Steven, Okenita! me alegra de que estén aquí.

Saludó Lápiz Lazuli con su misma voz tranquila y aburrida, mirando a Okenita y después a Steven, viendo que está gema rosada hablaba con Peridot.

-Steven, ¿Ten cuidado si? Me marcas por cualquier cosa. Y procura-

Okenita se interrumpió a así misma al sentir una luz amarillosa señalarlos fijamente, todos miraron hacia arriba y observaron una nave familiar, una nave jodiza con un triángulo amarillo, que era la que hacia tanta luz.

Como si la situación se volviera a repetir, una Ruby con una sonrisa de mejilla a mejilla salís de la nave, mirando a todo su alrededor.

-¡Que hermoso y extraño lugar~! ¡Nunca me cansaré de verlo!

Dijo la Ruby carismática, mientras todas las demás salían, Okenita rápidamente colocó a Steven detrás de ella, y miró a todas las Rubys con desconfianza y enojo. En especial a una...

-¿Dónde estarán...-? ¡¿EH?! ¡Hey ustedes!

Pancita señaló a el cuarteto de las gemas de este planeta, al igual que Steven estaba detrás de Okenita, Peridot igual estaba detrás de Lápiz Lazuli temblando de miedo.

-¿Qué quieren? ¿Acaso desean volver al infinito espacio?

Preguntó Okenita, con sarcasmo y una, no tan amable mirada, viendo fijamente a cualquier Ruby que hiciera algún movimiento más.

-¡Ah! ¡Okenita! ¡Son las Rubys!

Mencionó Steven, con una emoción de alegría en su voz, Okenita cargó a Steven; antes de que esté se acercará un paso más hacia las pequeñas rojizas.

-¡Tranquila! Venimos en paz, y a disculparnos por lo que hizo Ojito.

Brazito y Doc empujaron a Ojito. Esta rodó los ojos y con la vista abajo susurró.

-Me disculpo por tratar de matarte Steven.

Se acercó a Okenita y volteó a las demás Rubíes, ellas guiñaron un ojo, hicieron señas de que se acercara.

Ojito la miró, Okenita con una mirada seria penetrante, Ojito suspiro y abrazó sus piernas.

Okenita bajó a Steven y este exclamó

-Awwww, ¡Dale un abrazo Okenita!

-¿Es necesario?

Dijo Okenita, Steven miró triste Okenita, rodó los ojos y cargó de Ojito, haciendo sonrojarla; Okenita la miro con una ceja alzada y la abrazó.

-Ejem...

Peridot no entendía, Lápiz estaba viendo a la nada y Steven las veía emocionado.

Un pequeño calor en las mejillas sintió Okenita al sentir el abrazo correspondido.