capitulo 16: vísperas de navidad.

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Frisk estaba atrapado en un sótano húmedo y lúgubre, donde el frío penetraba hasta los huesos, haciendo que el metal helado alrededor de su cuello ardiera como brasas. Cada eslabón de la cadena era como una aguja contra su piel, provocando una irritación constante. Sentado, apoyado contra la pared, Frisk escuchaba el ominoso murmullo de las tuberías retorciéndose y casi podía percibir la humedad condensándose en el aire enrarecido. Sus ojos permanecían cerrados con firmeza, negándose a enfrentar la oscuridad reinante; sabía que allí se ocultaban los peores temores de su mente, envueltos en una soledad aplastante.

Tratando de mantener la calma en medio de su desesperación, Frisk jugueteaba ansiosamente con sus dedos entumecidos, su respiración pausada pero pesada, como un lastre en su pecho. El miedo, cual escalofrío gélido, recorría su columna vertebral, recordándole los instantes previos a su encadenamiento, cuando la libertad aún era una realidad lejana. Mientras la nevada cubría el exterior con su manto blanco, Frisk se debatía entre la confusión y el desasosiego en aquel sótano sombrío, donde la incertidumbre se apoderaba de su ser, oscureciendo incluso los recuerdos más claros.

estaba caminando junto con chara, de regreso a su casa, tenia su mano agarrada a la de ella, sentía el calor que emanaba de su piel.

-¿te gusta la navidad frisk?

chara miró a frisk con unos ojos preocupados y una sonrisa expectante, parecía una mujer en la que se podía confiar, pero sabia muy bien que era ella un monstruo por dentro... una rosa con espinas.  

- me da miedo ver a tantas personas juntas... pero me gustan las vísperas navideñas.

frisk seguía caminando junto con ella con la cabeza agachada, una vez más estaba demasiado cansado, y sentía sus piernas entumidas, iban caminado por una calle, casas alrededor cubiertas de nieve, iluminadas por luces de colores, los monstruos caminaban, entraban y salían por sus casas, en general todo emanaba un aire cálido y relajado, algo extraño en el subsuelo.

- eso es perfecto entonces... no habrá mucha gente a donde te llevo.

chara pareció contener la risa, frisk no podía saber por que ella le preguntaba eso, pero se había acostumbrado a la sensación.

- por que los monstruos no me hacen... nada?

frisk preguntó sin dejar de soltar la mano de chara, ella lo levanto en brazos y lo siguió caminado, podía sentir el corazón de ella latiendo en su pecho.

- por que no les interesa comerse niños malos como tú.

ella lo dijo con una tranquilidad que parecía ser una respuesta verdadera, pero eso no calmó la curiosidad de frisk.

- e-eso no... 

- no te preocupes por eso... créeme.

chara le sonrió una vez más, frisk notó que ella tenia un colmillo de oro.

pasaron caminando por muffet's, estaba lleno de clientes, el letrero del escaparate seguía iluminado con luz morada fluorescente, en ese momento el estomago de frisk rugió, chara paró y lo miró.

- ah claro... tienes que comer... te comprare croquetas de perro luego.

chara lo dijo de forma irónica, pero la mirada de frisk la hizo girar los ojos y dirigirse en la entrada de muffet's.

- te dejaría entrar pero... no creo que te guste estar entre tantos monstruos ¿verdad?

frisk no respondió, solo se encogió de hombros mientras chara entraba en la cafeteria, se sentó en la esquina de la entrada, escondió su cabeza entre sus piernas y respiro profundamente.

nive blanca sobre rojos corazónes. (Storyfell chara x frisk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora