capítulo 14: susurros del invierno.

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-¿habías visto caer la nieve allá arriba?

preguntó la chica cuyo caminar era calmado y firme, llevaba la misma chaqueta negra de siempre, el mismo suéter rojo, las mismas botas y la misma falda negra... todo era lo mismo.

para sorpresa de nadie en el subsuelo, estaba nublado, los arboles negros cubiertos de nieve blanca adornaban el paisaje natural, el susurro del invierno era lo único que podía escucharse, esta extraña tranquilidad al principio te abruma, pero cuando te acostumbras lo ves tan normal como un viejo amigo.

atrás de ella estaba frisk, tenia la misma ropa, solo que esta vez en su cabello se había acumulado un poco de nieve, se la había quitado varias veces pero al cabo de un rato se volvía a formar, a pesar de sonar algo gracioso y hasta lindo, era doloroso tener la cabeza fría como si los huesos congelados no fuesen suficiente problema.

- si la hubiera visto antes, l-la hubiera odiado también.

dijo frisk cansado, en verdad odiaba caminar, desde el momento que había caído lo único que hacia era caminar y caminar, ir de un lado a otro, explorar o huir, significaba lo mismo, caminar por lo que pareciera una eternidad.

- ¿enojado?... no te culpo, te hemos traído como ganado de aquí para allá.

dijo chara sin apartar la mirada del camino, a lo lejos se podían divisar unas luces amarillas.

-¿por que no puedo t-tener un lugar donde vivir?

chara miró a frisk con recelo, no hizo falta decir una sola palabra, esos ojos rojos lo decían todo.

-a... claro.

es lo único que dijo frisk.

continuaron caminando unos minutos cuando llegaron a una pequeña... ¿plaza?, habían varias construcciones, llenas de luces, varios monstruos estaban ahí haciendo sus cosas, algunos comprando y otros pasando el rato, no eran muy diferentes a las plazas humanas, con escaparates luminosos, calles de piedra, algunos sitios para comer, y hasta había un parque, alado de la plaza había un lago congelado, probablemente el mismo lago que ice cold.

-toma... y no los vuelvas a olvidar, o les pondré clavos para que jamás te lo vuelvas a quitar.

chara le dio la diadema de cuernos de reno a frisk... la había olvidado en el hotel y tuvieron que volver hasta allá para recuperarla, era extraño ¿por que no simplemente comprar otra en el camino?.

- ¿y s-si mejor me pones una correa?... seria mas cómodo que usar esto.

-lo he pensado, así el perro ya no se escapa cuando quiere...¿quieres un huesito? ¿o jugar con la pelota?.

-c-c-callate.

a pesar de estar molesto, sus mejillas se pusieron rosadas, chara sonrió cuando lo vio.

en el centro de la plaza había una fuente, pero el agua se había congelado, de la boca de un león rampante de oro, es de donde suponía que salía el agua... de su boca salían colmillos afiliados, frisk sabia de sobra que era una estatua, pero no pudo evitar pensar que pasaría si ese león se movería de su pedestal y comenzara a andar, extrañamente eso lo incomodó mucho.  alrededor habían monstruos de todo tipo que conversaban y caminaban, curiosamente la mayoría eran animales, las luces de los locales bañaban la plaza de un color amarillo cálido, y un cumulo de voces de todos resonaban en el ambiente. no se sentía que nadie lo estaba cazando, que estaba en peligro o ese instinto de supervivencia... era uno más de ellos. mientras pensaba en todo eso chara tiró de su mano para caminar hacia unas mesas de pino al aire libre.

se sentaron, y alrededor de ellos habían otras mesas con otros monstruos, a unos metros estaba el lago de hielo, por más que te esforzaras por ver el final no lo hacías, el lago parecía infinito, una fina niebla gris se veía a lo lejos. 

nive blanca sobre rojos corazónes. (Storyfell chara x frisk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora