Capítulo cuatro.

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Capítulo cuatro.

"Cuidate Roier —002 :)".

Ya habían pasado dos semanas desde lo sucedido. Ambos tenían los nervios a tope, y roier se había quedado en casa sin salir a ningún lado. Leía algunos libros y dormía. Cellbit estaba como loco investigando platillos saludables. No era lo común, ellos comían relativamente poco, y nada saludable y ahora, necesitaba todas las proteínas del mundo. 

Pregunto a Badboy, a forever, a baghera y a bagi; tipos de comida que fueran sanos y así. Con la excusa de "Quiero comenzar a comer bien". 

Una tarde que cellbit había salido y Roier se quedó solo, realmente no tenía ganas de el almuerzo que le había dejado su esposo, bajó a la cocina y tomó un pan y crema de maní. 

Cuando estaba subiendo con los ingredientes de su nuevo almuerzo vio su mochila en el comedor y la llevó consigo. 

Ya en la habitación abrió su mochila para ver sus armas y sus cosas, realmente no tenía nada que hacer. 

Vio la carta de cucurucho y decidió abrirla ¿que tenía que perder? . 

El papel era fino y el sello era de cera plateada. 

"Buenos días 0037, ¿Cómo has estado? Desde la vez que me despedí de ti en aquella carta no habías sabido de mi. 

Como te dije en esa carta tu no me verás pero yo a usted si. 

Te he observado, tu vida con cellbit se ve maravillosa, ¿Será que en otra vida tengo permiso para amar y tu yo terminamos siendo algo? 

Te vi llorar, noche tras noche... en esa torre... agonías querido. 

Sin embargo, una bendición llegó a ti. Me alegro por ti, se que no es lo que querías, pero espero que este bebé será lo que le dé el toque a tu vida. 

Realmente me enseñaste a sentir y te agradezco, al fin puedo decir lo que deseo, y te deseo lo mejor. 

Probablemente 001 lee esta carta junto a ti ahora mismo, así que me despido. Seguro me borran la memoria, o peor. 

Cuídate de 003, ella no es buena como aparenta, las oficinas están llenas de secretos... 

Cuidate Roier —002 :)". 

Las lágrimas corrían por sus mejillas ¿Osito bimbo si fue lo que él y Cellbit teorizaron? Sentía pena, alguna vez realmente considero la mínima posiblidad de convivir más con él, y ahora... ¿Qué significaba? Será que lo castigaran? "

Probablemente 001 lee esta carta junto a ti ahora mismo, así que me despido. Seguro me borraran la memoria, o peor". Esa parte cruzaba su mente una y otra vez. 

Cellbit iba llegando de la favela, lo acompañaba BadBoyHalo, insistió mucho para que se quedara en la favela pero el demonio simplemente respondió "nope, quiero ver a roier". El brasileño sabía que su esposo y su viejo amigo eran cercanos, aunque casi no hablaban, era obvio que se apreciaban. 

—Okey, déjame subir a ver a Roier, esperemos no esté dormido.— dijo dejando sus cosas en la mesa. 

—Cellbit— 

El nombrado lo miro antes de llegar a las escaleras. 

—Algo pasa, hay algo raro en el aire.— dijo algo inquieto de más alta estatura. 

El brasileño sintió un escalofrío, badboy presentía las cosas y si decía que algo raro había, algo raro había. 

—Roier, Guapito!— subió apresurado, quedándose estático cuando llegó al final de la escalera. 

Su esposo lloraba, recostado en la cama, en silencio, parecía estar dormido más las lágrimas corrían por sus mejillas. Un par de sombras, más bien sujetos, estaban en el balcón, y un tercer sujeto estaba sentado en la banca. 

Estaba completamente congelado, no sabía qué hacer... Se quedó en silencio, ahí, de pie, hasta que BadBoyHalo subió con él. 

—¿Hola? Holy...— 

Fue cuestión de segundos para que BadBoy plantará cara frente a los individuos de blanco. 

—¿Qué quieren?— se limitó a cuestionar, a pesar de tener mil preguntas más en su mente. 

—Buenos días, vengo de parte de la federación del qsmp, usted tiene algo que nos pertenece.— hablo serio uno de los osos con máscara. 

—okey... ¿quieren que lo devuelva?— cuestionó de nuevo intentado pesar algo lo suficiente valioso como para que enviaran tres cucuruchos. 

—si— respondieron dos al unísono. 

—¿Qué es?— Pregunto badboy 

—Clasificado— dijo de inmediato uno de los osos. 

—¿Cómo esperas que te devolvamos algo que no sabemos qué es?— el alto de capucha tenía la situación en sus manos. 

En lo que BadBoy solucionaba el conflicto, Cellbit logró salir de su trance, ver a Roier así lo ponía muy mal, se acercó y limpió sus lágrimas. 

—Guapito— beso sus mejillas. 

—Gatinho?— Respondió adormilado el otro. 

—¿Estas bien?—

—Si, ¿porque?— 

—bueno... — Cellbit se hizo a un lado, dejando ver a los osos negociar con Bad Boy, pero antes de formular otra palabra uno de los osos empujó al de apariencia demoníaca y se acercó bruscamente a la cama. 

—Buenos días, vengo de parte de la federación del qsmp, usted tiene algo que nos pertenece.— 

Un silencio tenso fue cortado por roier intentando hablar. 

—Hola, ¿Qué tengo que te pertenece Cucur— fue interrumpido. 

—0037, La federación del Qsmp se ha enterado de tu situación, y será trada ahora mismo en nuestras instalaciones, así mismo La federación del Qsmp le ruega llevar consigo la evidencia que... cucurucho... le he entregado en el pasado.— Hablo formal uno de los osos. 

—¿La federación se encargará? ¿De que se encargará?— Roier trató de mantener la calma. 

—Ha, ha, ha.— 

—Cucurucho, no entiendo? Osito bim— una vez más fue interrumpido pero esta vez por 4 trabajadores que subían las escaleras que tomaron por sorpresa a Cellbit y a BadBoyHalo, inmovilizados en sus lugares. 

—Sígueme— Advirtió el cucurucho. 

—No, ¡a que te refieres con todo eso! ¡Explícame!— 

Cucurucho sacó de su equipo aquel lazo verde, dispuesto a llevarlo por la fuerza con ellos, pero otro cucurucho... más bien otro osito se acercó rápido. 

—Porfavor Roier, no queremos dañarte, ni a... no queremos dañarlos, ven conmigo. — Dijo excediendo su mano. 

—NO SE LLEVAR A MI MARIDO OSOS DE MIERDA, ROIER, NO LOS ESCUCHES— Cellbit forcejeaba. 

Roier dio su mano a aquel oso, estando seguro que era osito bimbo, pero tan pronto lo hizo una inyección llegó a su cuello, dejándolo inconsciente. 

—GUAPITO!!! NOOO!!— Escucho antes de cerrar los ojos. 

Fin del Capítulo.

[1035 Palabras].

"Nena arco-íris" | GUAPODUO | QSMP |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora