Mi tiempo

Parte sin título 54

"¿Disculpe?" Preguntó Hayden con frialdad, mirando a Orión hirviendo de furia. Apenas podía creer lo que Orión acababa de decir. Realmente, realmente no podía, era el más hipócrita y el más completo imbécil que jamás había tenido la desgracia de conocer. Aquí estaba haciendo todo lo posible por encajar aquí, para no avergonzar a Orión... o darle una razón para alejarse y él... ¡estaba intentando que Merlín, maldito sea! No fue justo, no se merece esto. Estaba haciendo todo lo que podía, ¿sabía Orión lo difícil que era no tocarlo? ¿Para demostrar que le importaba? ¿Desear la misma reciprocidad y no recibirla de todos modos?

La mirada de Orión se amplió, por primera vez en su vida adoptó una mirada que todos habrían descrito como 'un ciervo ante los faros de un coche'. Incluso entonces Hayden no pudo evitar admirarlo, sus ardientes ojos grises, era fascinante, y Hayden estaba totalmente enamorado. Bueno, normalmente ahora mismo estaba muy, muy enojado. Lo suficientemente enojado como para desear vergonzosamente no haberlo conocido. Naturalmente, Hayden no lo decía en serio, pero estaba en este momento sin nadie que conocía, extrañando a su familia – su familia elegida – y sólo Orión sabía toda la verdad.

Orión tenía algo en el fondo de su mente advirtiéndole que retrocediera. Retroceder, pero Orión nunca había retrocedido en su vida, no estaba dispuesto a comenzar ahora. Se sentaría un peligroso precedente que no deseaba sentar. "Acordamos hablarlo", advirtió a Hayden, habían decidido hablarlo siempre en lugar de separarse enojados.

Hayden parpadeó, mirando tontamente a Orión, completamente desconcertado por un pequeño momento. Entonces se dio cuenta y ladró: "¡No estoy enojado porque lo mencionaste, maldito imbécil!" a un nivel de gritar. Fue necesario mucho para que Hayden se enojara lo suficiente como para gritar. Sólo había sucedido una vez en todos los años de mierda que había tenido que soportar desde que entró al mundo mágico. Sus amigos habían sido desleales con él, eligiendo escuchar a Dumbledore en lugar de lo que estaba pasando. Se habían sentido mal, eso era cierto, y después de que resolvieron todo, supo que no lo volverían a hacer.

Ron había vacilado un poco durante la búsqueda del Horrocrux pero había regresado. Comprensiblemente había estado aterrorizado; Hayden realmente no podía entender cómo se sentía. No había tenido familia, madre, padre, hermanos o hermanas atrapados en el foco de una guerra. Las personas que más le importaban estaban con él – Ron y Hermione – nunca había tenido que tener ese miedo siguiéndolo durante todo el año.

La mandíbula de Orión cayó, no ante las púas mágicas sino ante el lenguaje vulgar de Hayden. Nunca en su vida nadie le había hablado de esa manera, nunca habían usado palabras tan repugnantes. Si alguien se hubiera atrevido a hacerlo, se habría encontrado al final de la escala social. Incluso los de Hogwarts nunca se habían atrevido a decirle nada a la cara. "Si vamos a continuar esta conversación, prefiero hacerlo sin la vulgaridad".

Las fosas nasales de Hayden se dilataron mientras hervía, luchando por mantener su magia bajo control. "Eres un engreído... engreído... exasperante... exagerado... egoísta... ¡GAH!" Hayden nunca había estado tan enojado antes, nadie tenía la capacidad de enfurecerlo, ni siquiera sus mejores amigos ignorándolo, ni siquiera Draco Malfoy. Sabía incluso ahora, a pesar de su ira, que había algunas cosas que no podían recuperarse. Las palabras dichas con ira no podían retractarse.

Las cejas de Orión se habían levantado lo más que podían arrastrarse por su frente. "¿Acabas de llamarme ponce?" ¡Él no era de ninguna manera pretencioso!

"¡¿Eso es todo lo que sacaste de eso ?!" Hayden gritó, más exasperado que enojado, con la diversión agitándose en su esternón. Merlín, ayúdalo, pero no pudo evitar adorar cada aspecto de Orión. Aquí estaban discutiendo y él se ofendió todo porque lo llamaban ponce.