ALWAYS | Un Slytherin y una Gryffindor

5.- Evans

L. E

"James, solo escucha lo que estás diciendo", suplicó Lily por cuarta vez a punto de perder la paciencia.

Durante los últimos diez minutos ella había estado tratando de calmarlo para que no se enfureciera, lo que probablemente incluía cazar a Parkinson y Snape y maldecirlos hasta dejarlos sin sentido. Todo por culpa de la estúpida detención.

Cuando Lily regresó a la sala común después de su detención, James ya estaba allí y tenía la intención de encontrar a Snape y Parkinson. Aparentemente su detención, fuera lo que fuera lo que le habían hecho, había provocado su ira hacia los Slytherin nuevamente.

"¡Básicamente te llamó Lily sangre sucia!" casi gritó.

"¡Estás olvidando a qué casa pertenece!" ella siseó en respuesta.

"¿Entonces eso le da derecho a decir que eres sangre sucia?" James se burló.

"Por supuesto que no." Lily suspiró. "La casa Slytherin está llena de puristas de sangre, James. Severus tiene que lidiar con esa palabra que se pronuncia todos los días. Nuestra amistad generó bastante atención negativa y no espero que se enfrente a todas las personas", explicó.

"Qué amigo has hecho, Lily", le escupió James. Él le lanzó una mirada furiosa y se dirigió hacia los dormitorios de los chicos.

Lily exhaló otro suspiro. No era sorprendente que James no se molestara en escuchar ninguno de los hechos que ella acababa de brindarle, siempre encontraría cosas por las cuales odiar a Snape. James se preocupaba lo suficiente por ella como para no permitir que le pasara nada negativo, pero algunas cosas simplemente no se podían detener. Por ejemplo, su asociación con el nombre de sangre sucia.

Antes de que comenzara su primer año en Hogwarts, Lily había estado caminando por el Expreso de Hogwarts ansiosa por encontrar un compartimento. Desafortunadamente ella no conocía a muchos de los estudiantes y la mayoría de los compartimentos estaban llenos. Un niño no mucho mayor que ella chocó contra ella afuera de uno de los compartimentos, la miró y arrugó la nariz antes de llamarla sangre sucia. Otro chico con el cabello castaño desordenado se le acercó y le dijo que se fuera y le ofreció un asiento en su compartimento. Así fue como conoció a James Potter. Él la defendía y todavía lo hacía hasta el día de hoy.

Ella no sabía lo que significaba esa palabra en ese momento, pero los chicos rápidamente se la explicaron. Lily se había sentido afectada al principio cuando le lanzaron los insultos, pero ya se había acostumbrado. La palabra la invadió como cualquier otra palabra en una oración. James no podía decir lo mismo y ni siquiera era él quien estaba siendo insultado.

S. S

A la mañana siguiente, Severus esperó a que la leona pelirroja saliera de su guarida. Como hacía todas las mañanas, llegaría unos minutos antes del desayuno y comenzaría a escoltarla hasta el Gran Comedor. Por lo general, se escondía detrás de su libro o devolvía la mirada a los otros Gryffindors que salían de su retrato para desayunar. Al principio, cuando los otros Gryffindors se dieron cuenta de que su aparición todas las mañanas antes del desayuno iba a ser un evento recurrente, siempre se aseguraban de lanzarle algunos comentarios desagradables cada vez que pasaban y las miradas eran una constante. Snape entendió por qué, era un Slytherin en el territorio de Gryffindor, pero no estaba dispuesto a darles el placer de permanecer en silencio así que todas las mañanas durante la primera semana les devolvía las miradas o los ignoraba por completo.

Después de la primera semana los comentarios desagradables disminuyeron y ahora todo lo que recibió fueron algunas miradas. Aparte de eso, la mayoría lo ignoró. Era un tonto al pensar que eso duraría, por supuesto, porque en ese momento James Potter estaba saliendo del agujero del retrato y se dirigía directamente hacia él, sus ojos marrones entre rendijas, su rostro ligeramente rojo y su cabello castaño el desastre habitual. era. Snape arrugó la nariz con disgusto. Honestamente, necesita invertir en un peine, pensó para sí mismo.