¿𝘿𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙩𝙚𝙣𝙜𝙤 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙗𝙚𝙯𝙖? (Gretias)

𝚃𝚞𝚝𝚊𝚗𝚔'𝚖𝚘𝚗, 𝚢𝚘 𝚝𝚊𝚗 𝚕𝚎𝚝'𝚜 𝚐𝚘

-Eh?

Descolocado, el rubio corrió un poco los rulos de su rostro para poder ver mejor a Matías, creyendo que había escuchado mal, que capaz fue el fernet, las ganas de destruir algo que cargaba en lo más profundo de su corazón por la bronca, por el odio, por el cansancio que tenía tras haber perdido su hogar, sus cosas, algo gestante como un virus o un embarazo, pero la voz del de pullover rojo le hizo saber que no solo lo escucho bien, si no que lo estaba invitando a un nuevo mundo sin que aquel rubio de cuerpo robusto lo supiera, el morocho pasó su pulgar por su barbilla, bajando un poco por su cuello para finalmente soltarlo, dejando un sentimiento vacío por la separación de su toque y cuerpo pues retrocedió un paso de él.

-Quiero que me golpees con toda la fuerza que tengas gordo, ¿estás sordo boludo?

El nerviosismo de Gregory era dibujable en su cara, más que nada porque creía firmemente que era una mala joda, capaz algo que le decía para probarlo por si podía hacerlo, mil cosas se le pasaban por la cabeza en vez de creer firmemente que se estaba tratando de una invitación en toda regla, su miedo, sus nervios y su naturaleza pasiva al momento de los conflictos, contrastaba muchísimo con la sonrisa burlista y la emoción que tenía en su rostro Matías, con su visión adelantada al conflicto, lo vio pelearse en la calle solamente por creer a su cigarrillo más importante que el pelo de una señora cualquiera, eran... diferentes, demasiado diferentes, pero algo dentro de los dos los unía.

-Pero nunca estuve en una pelea yo, no tengo mucha fuerza, aparte ¿para qué?

Hubo una pausa mientras trataba de agarrar algo más con la vista, capaz algo que le hiciese saber que sí lo era y estaba quedando como un verdadero estúpido en toda regla.

-¿Cuánto sabes de vos mismo gordo si nunca estuviste en una pelea?

Esa pregunta le hizo pensar un poco, capaz si era cosa de una sola vez... No, no, no, no debía razonar con una idea que de primeras era malísima.

-¡Pero eso es algo bueno!, seguramente vos nunca peleaste tampoco

La expresión de Matías le dijo en mil idiomas que era un pelotudo, y se sintió uno apenas hizo la pregunta, ya lo había visto teniendo conflictos antes, debería haberlo pensado mejor.

-Moris sin cicatrices es aburrido boludo, o ¿acaso nunca te dieron ganas de cagarte a piñas con alguien?, de que capaz resolver todo hablando no sirve para ni una mierda boludo, de explotar y tirarte encima de alguien hasta que las manos te queden con sangre, como un animal boludo.

Lo miro pensando seriamente en que... era verdad, la cantidad de años que lo trataron de cagón, de que si realmente necesitarán del sería una pérdida de tiempo, el recuerdo del médico tratándolo como si fuese un pelotudo, su hermana viéndolo como uno por no haberse defendido, hasta sus amigos solían cargarlo por eso mismo, se alejó dos pasos de Matías que lo miraba atentamente, aún con emoción en su rostro, emoción que sentía que se le contagiaba, capaz si necesitaría sentirse... Poderoso, las manos llenas de sangre no, pero si una piña.

-¿En la cara? O ¿En dónde?

Se animó a hablar aun pensando si en realidad era una buena idea, más para descargar lo malo que venía pasándola estos días, nunca tenés la oportunidad en bandeja de poder golpear a alguien sin ninguna represalia, creyó que capaz con esa pregunta el contrario se echaría para atrás pero la respuesta le hizo exaltar un poco más, más de lo que ya lo estaba.

-Sorpréndeme gordo.

Murmuró un insulto porque eso le decía menos de dónde podía hacerlo o de si lo hacía en un lugar sensible, o peor, mientras se tragaba ese miedo que tanto había acarreado no solo de pegarle ahora y hacerle daño enserio aunque su musculatura era nula, era más el miedo a ser la primera vez que tenía que tirar el primer golpe en algo, tomo algo de aire y fuerza en esos pocos pasos que estaba lejos de Matías y levantando el puño se acercó y lo golpeo en la nariz.