Mil y ocho versos polirrimos

Sonetos en vocativo

Santa Victoria

Casi termina el año y celebramos
hoy, a una semana de renacer,
a una gran mujer, mas no su nacer,
sino a su santidad hoy festejamos.

La rosada corona recordamos
hoy, pues tuvo un mártir que fallecer
ha dieciocho siglos ya y ceder
la divina fecha que hoy honramos.

Dejémonos, sin embargo, de santos,
pues este día es de otra persona,
pues ella ha recibido ya muchos llantos.

El blanco libro sobre mesa y lona
que escribe el hijo con sus burdos cantos
a la madre que siempre le perdona.

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A la eterna Victoria

De derrotas y pérdidas creció
luz, blanco nácar, albor matinal
que brilla en nuestros seres sin final;
luz que jamás menguaría nació.

Victoria el hado la quiso y venció,
premonitorio nombre y perennal.
Y vivió y vive Victoria, vernal,
faro siendo de cuantos conoció.

Dicho el voto y el sí quiero, ya son
diez y quince años de aquel momento.
Diez y ocho van ya de este sansón.

Clama Dios que no se oiga lamento,
vaya todo de la alegría al son,
en jornal de argentino monumento.

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Hermosa de Mayo I

Seis son los años que contamos ya,
unidos, cercanos, juntos al son
del destino, del hado y la ambición.
¿Y ahora el tiempo nos separará?

En su contra rezo. Nos juntará
más aún con suerte la decisión
de los astros. Gocemos de su acción
y veamos como la pena se va.

Te quiero, mi vida, siempre te amé.
Eres mi vida, mi sol y mi mar
infinito de cuanto mal quemé

por tu paciencia. Aprendí a andar
por este mundo, que otrora yo odié,
por ti. Tú, que eres dueña de mi amar.

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Hermosa de Mayo II

Y no obstante, aún con eso, claudico
de amarte, de quererte y de adorarte
porque tú, Hermosa de Mayo, arte
barroco, sueñas de color más rico.

Ni en dinero ni en fama es que predico
en decir que es un rico el que ha de amarte.
Aquella o aquél que deba quererte,
que ascienda, por ti, el más alto pico;

que sea amigo fiel, que te valore,
te entienda y con eso entonces te quiera,
porque amor de amigo es el vero amore.

Vuela libre, mi vida, sin frontera,
y quiere y ama a aquél que te enamore.
Yo estaré ahí, por si otro amor muriera.

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Libertad

Libertad, ninfa pérfida y esquiva
eres, que a son de sirena hechizados,
buscan y añoran, por siempre obcecados
en su meta; te quieren muerta o viva.

Y tú, burlesca, pícara, estiva,
te dejas ver a los ojos cansados
de tus buscadores, siempre dejados
hambrientos, con hambre negra, nociva.

Y sin embargo, con todo tu ingenio
y picardía aquí estás, en mis manos,
y yo te tengo, placer primigenio.

Y en tenerte te ruego: mil veranos
más acompáñame; que tu buen invenio
sea eterno, frágil sol de lozanos


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Plegaria respondida

¡Oh musas ayudadme, por favor!
A escribir el más hermoso soneto
pues llevo, intentando esto en concreto,
ya dos días enteros. Gran terror

me trae el pensamiento, y es con pavor
que me atrevo, me impongo el arduo reto
de extraer beldad del albor completo.
De hacerlo he, y lo afronto con valor.

Ando, sin embargo, a paso ligero
por el camino de la creación.
No puedo veros, musas, más si altero

mi destreza al llamaros, con razón
creeré que es acto vuestro todo entero.
Harto agradezco vuestra prestación.

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Reina

Era diciembre, hace ya tres años,
cuando primeramente vi un divino
amanecer, con hebras de áureo lino
sedoso damasquino. Viste paños

de noche, mas que no produzca engaños,
pues es un ser de pura luz. Y atino,
reina, en afirmar que de contino
muestras saber sanar mis todos daños

con tu mera presencia. Gracias doy
a Dios por permitirme conocerte,
pues dende has hecho, por quien te habla hoy

y otros con grande suerte de tenerte,
tanto que creo bien deber quien soy,
a ti. Me alegra mucho celebrarte.

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Esperanza

Esperanza, semejas un camino,
clara vereda entre las grandes y altas
hierbas del bosque, y amable resaltas
el modo de esquivar al mal destino.

La vida es negra a veces, determino,
y bien entiendo que el que sienta faltas
sus ganas de vivir, busque entre maltas
fermentadas solución de contino.

No obstante, en la caja de Pandora
resguardada, habitas aguardante,
y encerrada te quedas a deshora.

Eres mudable y veleidosa errante,
del destino de todos escritora.
¿Porqué en salir te muestras vacilante?