—¿Qui-quieres ser mi novio?
Decía aquella chica que últimamente pasaba mucho tiempo con cierto pelirrojo.
Una sonrisa forzada salió del chico de cabellera roja, para después poner su mano en el hombro de la contraria.
—Lo lamento, pero estoy ya comprometido —respondió comprensivo pero un poco disgustado.
Había perdido otra amistad, otra amiga a la basura...
El timbre sonó sentenciando el regreso al aula, el pelirrojo dejó a la chica, la cual se encontraba con ojos cristalizados a punto de llorar, regresó a su clase algo triste por hacerle eso a su amiga.
...
Ahora el pelirrojo se encontraba en los pasillos de su escuela, viendo muchos casilleros, salones, personas, a punto de llegar a su clase.
—¡Montgomery!
Escuchó a lo lejos.
—Escuché que rechazaste a otra chica, ¿es eso verdad? —cuestionó emocionado pero a la vez intrigado, apoyándose en el hombro del pelirrojo.
—No te incumbe Foxy, ahora ve a tu clase, mamá dijo que últimamente estás llegando muchas veces tarde —quitó el hombro de su hermano y aceleró el paso.
...
Faltaban dos semanas para que acabara la escuela, en todo el año escolar Montgomery había rechazado a nueve chicas. Había cumplido dieciséis, y para su próximo año iniciaría la preparatoria.
Montgomery a diferencia de su hermano era un chico energético, puntual, responsable, amable, atlético y con un fisico definido, tenía una carisma espectacular; convirtiéndolo en el estereotipo ideal para cualquier chica, sin embargo nadie sabía el por qué siempre rechazaba a todas las chicas que se le declaraban.Solo el sabía la respuesta...
No le gustaban.
De niño nunca le atrajeron las chicas pero nunca se lo cuestionó, de hecho ya era algo normal para el, lo único que pensaba cuando rechazaba a alguien era: "¡Demonios! Una amistad menos".Quizás la preparatoria sea diferente...
...
—Monty, ¡mañana inicias la preparatoria! —dijo emocionado el hermano menor del mayor.
—¿Qué haces en mi cuarto? —preguntó.
El menor solo se fue.
—¡CIERRA LA MALDITA PUERTA! —gritó enojado.
...
Monty se encontraba a un paso de entrar a la preparatoria, dio un suspiro e ingresó al edificio, después de una guía a los de primer año como el, los separaron a cada uno y los llevaron a sus respectivas clases, hicieron una fila en orden alfabético, de esa forma entraron a su clase. Gator era su apellido, estaba atrás de un chico castaño, quería hablarle, pero le tocaba entrar, después iba el, era su turno, se sumergió en el salón de clase, era el cuarto piso y había un ventanal grande, pasó su mirada por todo el salón, debía elegir sitio, vió el puesto de la esquina en la última fila libre, "perfecto" dijo para si mismo, se abrió paso entre los pupitres de la clase, a punto de llegar a su objetivo escuchó un ruido, era alguien sentándose, inconscientemente volteó, era aquel castaño, miraba su celular plácidamente, era de estatura media, contextura delgada, cabellos algo largos de color castaño claro, llevaba una gorra de tela, tenía unos ojos azules como el cielo, y piel clara.
El puesto al lado del castaño estaba desocupado, cambió de rumbo, esta vez dirigiéndose al lado del chico, llegó a su objetivo y se sentó.
—Hey... ¿Cómo estás? «¿Eres estúpido?, ¡¿por qué elegí esas palabras?!».
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No lo entenderían "Monteddy"
RomanceEres alguien muy energético, deportivo, irresistible. Todas quisieran estar contigo pero nunca haz correspondido a nadie, no sabes el porqué, pero sabes muy bien que no sientes atracción por mujeres, sin embargo nada "raro" te pasaba por la mente, n...