❝Ahora Dime, ¿Sí o no?❞ 【Countryhumans】

𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐒𝐞𝐯𝐞𝐧

▬ஜ "Si Nos Dejan... Sería
un Hermoso Cariño" ஜ▬

En todos sus años de existencia, jamás había tenido tal interés en un ser humano; así era USA.

USA Britain, era lo que cualquiera podría denominar un príncipe.

Nació en cuna de oro, por decir lo menos. No era común, claro que no; sería un pecado mortal llamar de esa forma al más noble de una familia. Una joya como ninguna otra, la flor más radiante del jardín.

Era, sin duda, inusual. Jamás tuvo que trabajar en su vida o esforzarse demasiado con tareas mundanas, lo que le daba el tiempo necesario para hacer la única actividad que le llenaba y permitían hacer: leer. Una pasión que compartía con el resto de sus consanguíneos cercanos, pero a diferencia de los otros, él de verdad adoraba sumergirse en esa fantasía.

Soñaba con enamorarse de verdad, vivir al lado de alguien con grandes habilidades y noble linaje. Lo anhelaba tanto que sus ilusiones no parecían nunca desvanecerse. Era una de esas aventuras que tenía que experimentar en su vida antes de convertirse en el presidente de la compañía familiar.

—[¿En qué tanto piensas?]— preguntó su hermano menor, Canadá, quien estaba sentado a su lado en el auto.

Canadá era muy diferente a él, o eso le decían. No era tan agraciado como USA, palabras dichas por su madrastra Francia, cabe destacar. Sus ojos eran de un verde opaco, su cabello una maraña de rizos rojos mal peinados y, para rematar, su carita estaba plagada de pecas que no le hacían ningún bien. Lo único que tenía a favor era que era más alto que él. Pobre, parecía que nadie apreciaría alguna vez su verdadera esencia.

No eran hermanos en su totalidad. USA quería mucho a Francia, la actual esposa de su padre, y también quería mucho a Canadá, pero era una realidad: no eran hermanos en su totalidad, así como el resto de bastardos de su padre que rondaban alrededor del mundo y que tenía la dichosa fortuna de desconocer.

—[Nada que tú no sepas]— respondió USA con tranquilidad y una cálida sonrisa que hacía remarcar los lindos hoyuelos de su cara.

USA se mantenía en silencio, pero su mirada perdida en el horizonte revelaba pensamientos profundos. el pecoso se detuvo de revisar el papeleo para mirarlo por un rato, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

El canadiense, acostumbrado a leer entre líneas, entendió que algo más ocupaba la mente de su hermano. Casi siempre acertaba y, con una idea en mente, se aventuró a preguntar.

—[¿De nuevo pensando en el hombre del otro día?]— inquirió el franco parlante mientras daba un último vistazo al contenido de los documentos. —[Solo te está distrayendo; si padre se enterara...]

Regresaban de una reunión de negocios que su padre, el UK, les había encomendado atender en su nombre, ya que esa misma mañana debía atender asuntos de mayor índole.

Aunque su padre confiaba en las habilidades de ambos, tenía más fe en USA que en Canadá, siendo sinceros. Es por ello que al canadiense le pareció muy extraño ver a su hermano mayor tan distraído mirando hacia la ventana en lugar de crear una estrategia de negociación irresistible para la próxima reunión, como normalmente haría.

—[¿Me desheredaría?]— se apresuró a rematar el rubio, con una sonrisa irónica mientras se recomponía en su asiento para finalmente prestar atención a los documentos que el contrario tenía.