Naruto, a corta edad, había entendio lo cruel e injusto que era el mundo. Desde que tenía memoria, siempre había sido odiado. Sus padres lo veían como una molestia. Los aldeanos casi siempre lo perseguían para golpearlo. Pero a sus hermanos... a ellos los alababan.
El día de su nacimiento, había ocurrido un incidente.
El ataque del Kyubi.
Un hombre enmascarado habría aprovechado esa oportunidad para liberar al Kyubi de su sello.
La Aldea hubiera caído en cenizas si no fuera por el Yondaime Hokage. El, sin ninguna opción, selló al Kyubi dentro de sus 3 hijos, en Menma, sello el chakra Yin, y en Mito, el chakra Yang, y en Naruto, el mayor, sello el cuerpo y Alma de la bestia. Al momento del sellado, Naruto estaba casi al borde de la muerte y si no fuera por el chakra rojo carmesí del Kyubi que había rodeado el pequeño cuerpo de Naruto... fácilmente hubiera muerto en ese lugar.
Pero para sus padres, solo había sido un mal presagio. Con el miedo de que el Kyubi anduviera libremente, no sacrificaron a Naruto.
Aunque eso no evitó que ellos no lo quisieran...
Poco tiempo después, a Menma y a Mito, los habían proclamado como héroes, al retener el poder de la bestia. Pero a Naruto, lo vieron como la forma debilitada del Zorro, y lo odiaron. A Minato y a Kushina, no les importo mucho.
El único que se había apiadado del pequeño, había sido el Sandaime Hokage. El cual, vio con total desaprobación el actuar de su sucesor, y decidió ayudar en lo que pudiera al pequeño.
Pero aún así... Minato por precaución, le había puesto un sello de doble función... la primera función, le reprimía el chakra, dejándolo con casi nada de chakra para vivir... y el segundo, era un sello de obediencia, con el cual fácilmente podría matarlo cuando lo viera necesario...
.
Así 8 años pasaron, Naruto no entendía por que todos lo despreciaban, tan solo Hiruzen Sarutobi, Mikoto Uchiha y Hana Hyuga, se percataran de la pobre existencia del pequeño.
Hoy, era su cumpleaños, un día, en el cual se supone que debería ser el mejor día del año... claro si no eres Naruto. Desde que el tenia 5 años, varios aldeanos lo comenzaron a perseguir para golpearlo, cosa que ya era algo frecuente, aunque el día 10 de octubre, estos eran mucho más brutales.
Tampoco ayudaba el poco tacto de sus padres. A Naruto, aún le dolía recordar la primera ves que habia llegado ensangrentado a casa después de que unos aldeanos lo atacara...
Su madre lo había retado por están ensuciando la sala de estar con su repugnante sangre, y cuerpo enlodado.
Aunque de sierta forma, a Naruto se le había formado una sonrisa en su rostro, ya que sus padre, casi nunca le dirigían la palabra...
Por otro lado, Menma y Mito, se había vuelto unos pequeños arrogantes. Y ya bastaba tener a un Uchiha arrogante como Sasuke.
Naruto, había decidido, salir por un momento para ir a Ichiraku ramen, el cual, era al único lugar al que el podía ir sin que lo echaran.
Estaba apunto de bajar las escaleras, cuando escucho la voz de su madre.
"Niños ¿que les parece si vamos a comer Ramen?" Había preguntado Kushina a Menma y Mito.
Naruto por un momento había pensado que lo iban a invitar... algo que nunca paso.
El se había emocionado, y se fue a cambiar de ropa, una más decente y que no estuviera parchada.
Se había puesto la ropa que le había regalado la matriarca del clan Hyuga, aunque era un atuendo formal tradicional del clan Hyuga, a Naruto le encantó. A el le gustaba usar esa Yukata color crema, el se sentía alguien importante y de la alta sociedad, alguien fino.
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Historias Archivadas
DiversosBasado en Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute! y Naruto/Naruto Shippuden.