En tu casa
oikawa's perspectiveVine después del entrenamiento de voleibol directamente a donde ella vivía con su hermano, era un bonito apartamento en una buena zona de la ciudad. Y supe cómo venir sin que me lo dijera porque era el mismo lugar de hace tres años. Aunque si le tuve que pedir el número de puerta y la planta en la que estaba. Fui a donde estaban los timbres en la entrada del recinto de apartamentos, toque el que ponía "7A" y sonó un "Pasa Oikawa". La puerta hizo un sonido de haberse abierto y entre dentro, me dirigí al portal y subí hasta la séptima planta. Me paré unos segundos antes de tocar la puerta, indeciso por alguna razón que no se me ocurría. "¿Por qué me siento así de nuevo por ella? Debía de haberla superado como ella lo hizo seguramente." pensé antes de finalmente tocar con golpes suaves la puerta. Unos minutos después, fue su hermano mayor, Kenshin, quien me abrió la puerta.
—Venga pasa Oikawa, mi hermana está un momento en el baño pero puedes esperarla aquí.—me guió hasta el salón que me era ligeramente familiar.—¿Y cómo has estado estos años?
—Muy bien, entrando y estudiando mucho.
—Shuyi también, asumí que sabes de todo lo que ha hecho. Me encanta cuando la prensa dice que va a ser otro yo, te da un sentimiento de orgullo.—decía con una sonrisa.—Se ha mantenido en contacto con varios amigos del extranjero, no era tan difícil.
Por alguna cosa en el ambiente, sentí como esta última oración la dijo con un tono hostil y me miraba como si estuviese planeando en su mente cómo matarme de cien maneras diferentes. Lo entendía esta actitud, quizás no lo hubiera aguantado de otra persona. Sin embargo, Kenshin tenía todo el derecho de comportarse así. Prácticamente me comporte como un fantasma cuando Shuyi se fue al extranjero, siempre pensé que el tenía que enfocar en el voleibol y ella era una distracción. Nunca tuve en cuenta que volvería algún día. Pero ese día llegó y debía de lidiar con las consecuencias de mis decisiones.
—Oikawa, como algún día Shuyi me venga llorando y tú seas la razón. No habrá sitio en Japón en el que te podrás esconder de mí. Y me aseguraré de que futuro no tengas en el voleibol.
Esa amenaza me la tomé muy en serio, sabía que Kenshin era capaz de hacer lo que fuera por su hermana. Y que me mataría si fuera necesario. Tragué un golpe de saliva, menos mal que justo Shuyi salió del baño y me salvó de más amenazas de su hermano. Me llevó hasta su habitación para hacer el proyecto. Lo primero que noté que cambió, fue la gran cantidad de medallas de oro que tenía. Además de la vitrina con trofeos.
—Tú puedes sentarte aquí.—me señaló una silla que estaba al lado de la suya en su escritorio.—He recopilado algo de información de antemano sobre el waterpolo, y he escrito un índice. Míralo a ver qué te parece o si creemos que deberíamos de quitar o añadir algo más.
Leí la hoja de papel que me dio, era un índice el cual yo habría pensando. También se me olvidaba a veces que Shuyi además de ser una atleta de élite tan talentosa, era una estudiante de calificaciones perfectas desde que la conocí. Siempre admiré su disciplina y constancia con todo su trabajo.
—Esta muy bien, si quieres puede ir poniendo la información que tú tienes en la presentación y yo voy buscando los otros puntos que faltaban.
Estuviste trabajando en la presentación durante una hora y media hasta que la terminamos y nos la repartimos igualitariamente, para ese momento era algo pronto aún. Sobre las 20:30 de la noche. Ella me ofreció quedarme un rato más, yo acepté.
—¿Puedo decirte algo?
—Claro, ¿qué sucede Oikawa?
—Lo siento por el daño que te he causado cuando te he ignorado todos estos años, estaba pasando por algunas cosas y me estaba enfocando enfermizamente con el voleibol.—ela se me quedó mirando con una cara que no lograba descifrar.—Y por mi tonto comportamiento estos días que has vuelto, prometo no volver a ignorarte.
—Pues más te vale Oikawa no volver a ignorarme, más te vale.—dijo estallando en la risa y se abalanzó sobre mi para abrazarme.—Te he extrañado que no veas.
—Yo también, Shuyi.
Nos trasladamos a su cama, donde nos acurrucamos un rato mientras veíamos una peli en cuanto dejábamos que pasase el tiempo y muy felices de habernos reconciliado por fin. La "amistad" que teníamos había vuelto, no me podía sentir más aliviado y un peso enorme había desaparecido de mis hombros. Puede ser que nos hubiéramos quedado dormidos cuando nos despertamos y era medianoche prácticamente.
—Me he quedado dormido, dios.—murmuré, mientras me maldecía a mi mismo.—Shuyi tengo que volver a casa, nos en el instituto.
—No quiero que te vayas.
—Tengo, mis libros están en casa.
—Está bien, pero no me dio que camines tan a oscuras a casa. Le voy a decir a Kenshin que te lleve a tu casa.—se levantó Shuyi, la iba a detener pero ya se había ido de su habitación. Suspire con resignación esperando la pedazo de ida a casa que le esperaba con el hermano que me quería matar. Podía sentirlo.—Solo serán quince minutos.—murmuré.
Me despedí de Shuyi con un abrazo, no queriendo ser muy pesado. Ya que a penas nos teníamos de vuelta en la vida del otro y nos sería imposible actuar como si fuéramos los mismos de antes. Porque no era así.
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𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 ✅
Fanfiction𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 ||| ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ ғᴀɴғɪᴄ ❝No puedo parar de pensar en ti, a pesar de estar a kilómetros de ti y no haberte visto en tres años. Las memorias que compartimos atormentan a mi corazón. Eres el dueño de mi corazón, Oikawa.❞ 𝐨𝐢𝐤𝐚𝐰𝐚 𝐭𝐨𝐨...