𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 ✅

05

EPÍLOGO
"Las memorias de nuestro corazón"

everyone's perspective

El día comenzó como ningún otro, aunque con una sola excepción. Él se preparaba para el instituto de manera más meticulosa, siendo mucho más cuidadoso con los detalles en su aspecto y repitiendo en su cabeza la infinidad de situaciones que podrían pasar. Estaba muy decidido aquel chico de conquistar de nuevo a esa chica que fue su amor de la infancia. Ella era la mujer que quería a su lado para siempre. Y cumpliría con la única condición que impuso, demostrárselo en una semana todo el amor le tenía.

—¿Qué te has echado? ¿Un litro de colonia encima o qué?—preguntó Iwaizumi mientras los dos caminaban al instituto como era usual cada mañana.

—No, solo un poco.

—¿Y cuál sería la ocasión?

—Necesito impresionarla, o sino no saldrá conmigo.—respondió el capitán del equipo de voleibol.

—Parece que cuál sea esta misteriosa chica, te ha dejado prendado eh. Quién lo diría de Oikwa Tooru.—lo decía en modo de vacile.

Él se quedó en silencio un par de minutos, pesando en ella. Shuyi era la representación de la belleza e inteligencia, sacrificio y esfuerzo y de todo lo que él quería en su chica de ensueño. Ella era quien lo vio por lo peor de él al principio, quien lo calmaba, quien se preocupaba incesantemente por él, quien lo mantenía a seguir adelante en este mundo, por quien vivía cada día de su vida. Oikawa se derrumbaba con solo el pensamiento de perderla de nuevo, no se lo permitiría. Por lo menos, lucharía por ella, por este amor que sentía por ella.

Así pasó la semana con él arreglándose cuidadosamente. Cada día trayéndole un obsequio diferente, uno fue un ramo de rosas, otro fue una caja de bombones y así hasta que una semana pasó volando. También, por parte de ella, sin notarlo necesariamente, empezó a cuidarse de más. Pensar un poco más en él de lo que solía hacer. Y todos esos recuerdos que compartió con él hace tres años resurgieron, esas noches que ambos se escapaban de casa a un descampado cerca de la zona, a solamente pasar el tiempo juntos. Sabiendo que poco podrían en los próximos años con sus ambiciosos objetivos que cada uno tenía por su lado. Él tenía su objetivo de ir a nacionales y ella de ir a los Juegos Olímpicos, primero calificando para el equipo nacional.

Tenían sueños propios y en conjunto, querían pasar una vida los dos juntos. Ese era uno de sus deseos que ninguno quería decir en voz alta, para que esto no doliera más de lo que hacía. Aunque a día de hoy, sus prioridades estaban resultas y ciertamente, este amor que Oikawa y Shuyi se tenían sería la prioridad número uno.

Aquel día se reunieron en ese justo descampado en el que solían reunirse, ya había anochecido hace unas horas. Ella había llegado primero, esperó quince minutos y aún no llegaba.

—Has venido...—dijo Shuyi, al verlo.—Pensé que no ibas a venir.

—No me atrevería después de pedirte venir aquí yo mismo, quería saber al veredicto que llegaste sobre lo nuestro.—dijo acercándose a mí.—Respetaré lo que sea que decidas.

—Bueno, Oikawa...—le resultaba difícil encontrar las palabras adecuadas para confesarlo, quizás el comienzo no fue lo más adecuado. Cuando lo miró a los ojos, se dio cuenta de aquel brillo característico que tantos adoraba y con tanto amor la miraban.—Te amo también, te daré, nos daré una segunda oportunidad.

—Prometo hacerte la chica más feliz.

—Más te vale hacerlo.

"Las memorias de su amor prevalece,
su amor crece y ellos dos pueden
amarse al final del día."