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5: El chico de más allá de los muros
Kabe no Shinobi

Capítulo 5:

Todos observaron desde lo alto cómo el recién llegado se abría camino hacia su campamento temporal, liderado por el implacable Escuadrón de Operaciones Especiales.

Susurros silenciosos de emoción con una nota subyacente de asombro estallaron entre los soldados, cuando Levi se volvió hacia su comandante.

"No hay duda, ese es el tipo que conocimos en el campo".

Erwin emitió un leve murmullo de acuerdo, pero sus ojos nunca abandonaron al niño que tan repentinamente había desaparecido hace sólo un par de horas. Algo inteligente, pensó Levi, de lo contrario el niño podría huir de nuevo.

Junto a ellos, Hange sonrió ampliamente, arreglándose las gafas para examinar al niño que había sido fuente de chismes durante las últimas horas. "Así que ese es él, eh, Levi. ¿Estás seguro de que hizo todas esas cosas increíbles de las que hablaban los soldados? No parece gran cosa. Por lo que puedo ver, no parece tener la constitución sobrehumana necesaria para esas hazañas." Hange dijo dubitativo.

"Aa, no parece gran cosa, pero lo vi con mis propios ojos, Hange. Y tampoco lo creerás hasta que lo veas".

"Mike, Nanaba" Erwin se dirigió a los otros dos capitanes de escuadrón que estaban parados en la gruesa rama de un árbol a poca distancia. "-reúne a tus escuadrones y haz que estén atentos a cualquier posible amenaza". Los dos asintieron y se fueron volando para cumplir la orden. "Levi, asegúrate de que tu escuadrón sepa que debe estar en guardia. Es un factor desconocido, si las cosas van mal, quiero que lo capturen, no lo maten... No es algo que podamos darnos el lujo de perder". Su expresión se tensó. "Estamos bajando".

Al unísono, se deslizan hacia abajo sin esfuerzo, descendiendo lentamente sobre el contrapeso proporcionado por el 3DMG.

El niño, Naruto, los observó atentamente, sus ojos azules diseccionando las figuras que se acercaban. Investigar en busca de cualquier cosa que pueda revelar intenciones menos que honestas. Levi conocía esos ojos; eran los mismos que veía todos los días en los barrios marginales oprimidos que eran el subsuelo.

Aterrizando suavemente con la gracia adquirida durante años como soldados veteranos, se pararon frente al niño, habiendo descendido un silencio ahora que el comandante había decidido hacer su movimiento.

Levi notó que Erwin no había ordenado a los otros soldados que se dispersaran, pero era comprensible. Esto era algo que todos aquí merecían experimentar. Para darles esperanza. Para finalmente darles a todos una apariencia de satisfacción, para que supieran que el cuerpo de investigación estaba más cerca de la verdad que nunca y que sus sacrificios hasta ese momento no habían sido en vano.

"Hola de nuevo, Naruto." Dijo Erwin con calma, ofreciendo una mano a modo de saludo.

El niño sonrió levemente, aparentemente nervioso. No es de extrañar, todos miraban con miradas que variaban desde sospechosas y aprensivas hasta nerviosas y asombradas.

"Erwin a... Levi, ¿verdad?" Dijo Naruto, tomando la mano de Erwin y dándole un ligero apretón, luego asintió con la cabeza hacia Levi en reconocimiento.

"Y este es Han-"

Un repentino chillido de Hange cortó a Erwin a mitad de la frase, e inmediatamente corrió hacia Naruto en un estallido de loca alegría, sus ojos brillaban con un hambre ardiente de conocimiento.

Todo sucedió en un instante. Los ojos del niño se abrieron un poco y luego se agudizaron peligrosamente. La mano de Hange buscó la suya, probablemente en un intento de darle un apretón de manos sobreexcitado. Pero antes de que ella pudiera siquiera tocarlo, él la agarró por la muñeca, la giró hacia el suelo y sacó lo que sólo podría describirse como una punta de lanza de metal con un mango corto.

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