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13: La vida en el Cuerpo de Exploración, parte 3
Kabe no Shinobi

Capítulo 13: La vida en el Cuerpo de Exploración, parte 3

Inhala… Exhala…

La meditación de Naruto era un respiro solitario junto al lago, lejos de la bulliciosa sede del Cuerpo de Inspección. Necesitaba esta soledad después de la curiosidad constante que su presencia invocaba entre los miembros del Cuerpo. Si bien admirar al Cuerpo de Inspección era divertido en su mayor parte, había momentos en los que simplemente quería estar solo.

El bosque estaba vibrante, lleno de árboles altos y vegetación exuberante, y zumbaba con vida a su alrededor. El sol brillaba a través del dosel, salpicando el suelo del bosque con parches de luz dorada. El aire era fresco y fresco, y traía consigo el suave aroma de las agujas de pino y las flores silvestres. Los pájaros piaban a lo lejos; sus trinos eran música para sus oídos.

En cambio, el lago estaba en calma, el agua quieta e inmóvil, pero cristalina, reflejando el cielo como un espejo. Este lugar, aunque no podía competir con el monte Myōboku, le brindaba una sensación de paz.

Sin embargo, su tranquilidad duró poco: el leve susurro de las hojas y las ramitas que alguien pisaba le indicó que alguien se acercaba. Cada vez se acercaba más, hasta que pudo distinguir claramente los pasos de dos personas.

¿Tal vez simplemente pasarían de largo sin notarlo?

"Oh, mira, es Naruto."

"Oye, tienes razón."

O no.

Quédate quieto…

Uno con la naturaleza…

~Pinchar~

Siente la energía…

-¿Qué crees que está haciendo?

"Ni idea."

~Pincha, pincha~

Romper- ~Empujar~

"¿Tal vez esté muerto?"

~Po-

La mano de Naruto se levantó de golpe, sus dedos envolvieron el palo con un agarre firme y lo sacaron del agarre sorprendido de Connie. "¡¿Podrías parar eso ya?!"

—Oh, entonces no está muerto —dijo Connie sonriendo.

—Estoy ... estaba meditando —dijo Naruto, tratando de mantener su tono uniforme mientras se sentaba.

Sasha levantó una ceja. "¿Meditando? ¿Qué es eso?", preguntó.

Naruto resistió el impulso de poner los ojos en blanco. "Es una forma de aclarar la mente", explicó.

Connie se rascó la cabeza. "Suena aburrido. ¿Por qué no vienes con nosotros? Vamos a explorar los terrenos".

Pensó un momento en la oferta: "No, la dejo pasar". Ya había visto la mayor parte.

Naruto caminó por el sendero cubierto de musgo que serpenteaba a través del bosque, saboreando otra de las bayas silvestres que había recogido en el camino. Pronto los árboles se separaron, revelando la nueva sede del Cuerpo de Inspección: un gran castillo hecho de piedra toscamente tallada y hierro. Afuera, los soldados corrían de un lado a otro, con el equipo resonando a sus costados.

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