Yo puedo ayudar a bajar tu estrés | Purinz

Es tu turno

Pov Yunjin:

El despertador sonó, despertandome al instante y haciendo que recordará que hoy teníamos un examen en la Universidad.

Me levanté y me quedé sentada un rato en la cama. Después de un rato pude recordar todo lo que había sucedido ayer, mis mejillas se tornaron de un color rojo carmesí, haciendo que sintiera vergüenza.

Giré mi cuerpo al lado de mi y pude ver que Chaewon no estaba en la cama.

No le di mucha importancia y me levanté a tomar un baño. Al terminar, me dirigí a la cocina y pude ver a Chaewon ¿cocinando? Eso definitivamente era raro.

–Buenos días Yunjin-ah!– Dejó dos platos en la mesa y se sentó.

–Anda, tonta, siéntate. Hoy tenemos un examen.– Dijo para comenzar a comer.

No dije nada y me senté. Tuvimos un desayuno tranquilo y con conversaciones de por medio.

Salimos del departamento con dirección a la universidad.

Al momento de llegar nos fuimos directas al salón, esperando el examen, ya qué era el último, al menos de esa materia. Por lo que teníamos que llegar y repasar los temas.

Al momento de llegar el profesor, entregó los exámenes y puso las 2 horas en el cronómetro, dando inicio a la desesperación y estrés.

Aunque tengo que admitir que no estaba para nada estresada, al contrario, me sentía relajada.

Contesté el examen lo mejor que pude, sin presiones ni arrepentimientos de por medio.

Llego la hora de entregarlo. Me resultaba extraño estar tan tranquila, pues en situaciones como éstas, siempre suelo quedarme en blanco y quedarme mirando un punto fijo.

Entregamos el examen y salimos del salón. Al momento de mirar a Chaewon pude notar como se frotaba la cien, dando a entender que tenía dolor de cabeza.

–Cómo crees que te ha ido?– Dije mientras subía al auto.

–Bien? No lo sé. Lo único que quiero es llegar al departamento y acostarme en el sofá.– Dijo mientras encendía el coche.

El camino de regresó al departamento fue silencioso, no de una manera incomoda, si no de una manera extraña.

Llegamos al departamento, dejé mi bolsa en la mesa y me dirigí a la cocina.

Vi como Chaewon se sentaba en el sofá y cerraba los ojos.

–Oye, te encuentras bien?– Dije mientras abría la nevera. Agarrando lo necesario para hacer la cena.

–No, me duele la cabeza.– Dijo, soltando un suspiro.

Pasados unos minutos terminé la cena. Ambas estábamos sentadas frente a frente mientras conversamos.

‐Cómo te sentiste hoy?– Preguntó Chaewon sin más.

–Bastante relajada. Por obra de magia todo mi estrés desapareció.– Dije con una pequeña sonrisa.

–Me imaginó que cuando dices "por arte de magia" te refieres a mis increíbles dedos, ¿no es así?– Sonrió de una manera pícara mientras se levantaba y dejaba su plato en el fregadero.

Me atragante por su comentario y comencé a toser. Ella me paso un vaso con agua.

Ella rio por la repentina acción y se acercó a mí.

–Si o no, Yunjin-ah.– Dijo, tocando mi nariz con su dedo.

Por su repentina acción me sonroje y desvíe la mirada.

–Bueno, bebé, dejaré que descanses un rato. Más tarde tendremos algo pendiente tú y yo.– Dijo acariciando mi mejilla.

–A-algo pendiente?– Trage saliva con dificultad y pude sentir mi cuerpo tensarte.

–Ayer yo te ayudé, hoy es tu turno de ayudarme, Jennifer.– Dijo, dirigiéndose a su habitación.

–Nos vemos en una hora. Te quiero a las 10:00 en mi habitación, ni un minuto más, y si puede ser antes, mejor.– Dijo cerrando la puerta de la habitación.

Definitivamente estaba jodida.