¿Qué tan molesto puedo ser?

Número

-Esperenme unos minutos, no tardaré nada- Izuku se levantó y corrió tras katsuki quien se iba por los pasillos.

-Qué sucede kacchan?- Caminó detrás de él, no sabía a dónde iban solamente lo seguía.

Llegaron a los baños, el alfa volteo a ambos lados para verificar que nadie los estuviera siguiendo y así fue. Jaló con tanta fuerza al Omega que aquel se golpeó la cabeza con la puerta de un sanitario, gimió en el suelo sobando su cabeza, ya sabía por dónde iría todo esto, no quería ser golpeado otra vez, intentó levantarse pero fue detenido por una patada en la boca del estómago.

Los quejidos eran lo único que se escuchaba, no podía hablar, kacchan le había sacado el aire con ese golpe.

—¡SABIA QUE ERAS UN ASQUEROSO Y SUCIO OMEGA DESDE EL PRINCIPIO, ¿POR QUÉ NO ME DIJISTE NADA MALDITO NERD?!—

El Omega no podía respirar, con su mano derecha agarro su garganta y con la izquierda su estómago, sus ojos parpadeaban con fuerza pues le costaba respirar, los quejidos dejaron de escucharse cuando quedó tirado en el suelo completamente

Katsuki se quedó en silencio mirándolo, no pensaba ayudarlo, tenía solo un pensamiento y era que se lo merecía, por mentirle y provocarlo ese día, siendo feliz con gente que no lo conocía tanto como él.

Los minutos pasaron e Izuku pudo recuperar un poco de aire, pero no las fuerzas, se agachó en cuatro, su cabeza miraba al suelo, estaba tratando de respirar lo más que podía, pues aún sentía que le faltaba aire.

-¿Perra, Estas jugando al subordinado?- se agachó a la altura de Izuku, levantando su cabeza desde el agarre de su cabello.

Las lágrimas del Omega frotaban de sus ojos, a pesar de cuánto respetará y quisiera a katsuki el siempre lo trataría como un esclavo.
-No sé p-por qué... eres tan malo conmigo- forzó su voz, y respiro profundo.

Katsuki al verlo llorar lo soltó, había llegado muy lejos, eran muy pocas las veces que lo hacía llorar. Suspiro con pesadez, al mismo tiempo le molestaba, era un chico de cristal.

Estaba por irse pero de pronto Izuku inhaló profundo.
-Yo siempre te he tratado bien kacchan, no merezco nada de esto-
Su voz se quebró y comenzó el llanto, sentía mucho dolor tanto emocionalmente como físicamente, por qué de todas las personas a las que kacchan tenía le pasaba esto a él.

-¿¡E-es por qué soy un omega!? ¡DÍMELO, me iré de tu vida sin más!-

Katsuki seguía mirando como si estuviera viendo un show en la televisión.

-Solo me arruinas, insultas y golpeas, espero que estés contento de hacerme todo eso-

*Scrash* Bakugo había tronado los dedos de la mano izquierda del menor con su zapato.
El grito del menor se escuchó tanto dentro del baño como por fuera en los pasillos del colegio.

-No eres más que una mierda Deku-
Bakugo se fue dando un portazo. Ochaco quien iba por los pasillos pudo escuchar la última conversación y el grito de Izuku, sabía que había algo mal, así que espero que bakugo se fuera para poder entrar al baño de chicos.

-Izuku? Eres tú? Estás bien?-
habló desde fuera de la puerta.

Deku se asustó, por la voz sabía que era su amiga uraraka, que pensaría de él al ser su primera impresión así, no quería darle explicaciones, seco sus lágrimas y salió cojeando del baño.

-uraraka, lo siento me caí... había mucha agua- dijo con  una sonrisa incómoda.

-izuku sé que apenas nos conocemos, pero he escuchado parte de eso, puedes contarmelo, no tengas miedo, no le diré a nadie- Posó su mano en el hombro del Omega.

-no, no, no pasa nada en serio, todo está bien- salió casi corriendo por su mochila al salón pero aún cojeando del dolor.
No quería alejar a uraraka su nueva amiga solo por los problemas que el estaba pasando.

Uraraka no se quedaría de brazos cruzados así que lo siguió.
-Tsuyu se fue, tardaste algo y entonces estaba por irme... igual le dije que se fuera-

-lo siento- la miro preocupado, como si hubiera hecho algo terrible que le costaría su nueva pero sincera amistad, pues Deku tenía problemas con eso, a la soledad.

La Omega miraba con preocupación al otro Omega, supuso que no le diría tan fácil lo que pasó, pero quería que sintiera confianza. -Izuku quieres que te acompañe a casa?-

Se negó el peli verde. -no te preocupes, aparte queda algo lejos mi casa-

-no importa, podemos irnos caminando y yo podría regresar en taxi-

-en serio uraraka, te agradezco mucho pero estoy bien así, llamaré a mi mamá-

El silencio comenzó.

-...

-... Toma por si acaso este es mi número-
La Omega castaña saco un pequeño papel de su libreta y anoto su número.
-Llámame por si acaso, yo igual he pasado este tipo de cosas y quiero que sepas que no estás solo-

La tarde llegó, Deku no llamo a su madre, al contrario, se fue caminando desde la escuela a su casa llorando por todo lo que había pasado, esconder sus problemas estaba empeorando cada vez las cosas.