ANAIS
Viernes, un día muy amado por muchos, porque eso significa que tras un largo día de trabajo empieza 2 días de pura vagancia, pero para mi hoy no era tan deseado, debía decir de alguna forma a mi querida amiga sobre Miguel pero cómo decirle, ni idea, podría decir "Mira, he conocido a un chico muy mono, que es más mayor que nosotras pero majo, me gusta, es mi médico y va por allí rollo a la anigua que castiga por portarse una mal", o "no te imaginas, pero mi médico es joven y guapo, creo que estoy un poco loca por él...". De ninguna manera puedo soltarle eso, y más así como de la nada, esto es de locos, bueno, creo que le puedo ir dejando caer poco a poco. Dejo de pensar y me pongo en marcha, que sino voy a llegar con el tiempo justo.
Aquí en el trabajo, no hay gran cosa que hacer, los clientes, la mayoría, son majos, así que es más ameno el tiempo, pero no puedo dejar de pensar en él y en lo que conlleva su beso, no quiero parecer una de esas chicas tontas que se deja encandilar por el primero que les besa, y que le parece todo lo que él haga esté bien, porque: 1) no sé si ya tiene una relación, 2) sus ideas, no de forma exhaustiva pero si de forma general, 3) el concepto que tiene de las mujeres, 4) si tenemos aficiones comunes... hay demasiadas cosas para descubrir. Su forma de ser me gusta, pero no encaja con mi forma de ser, ni con la sociedad de hoy en día, porque si me dejo azotar por alguien, que es un chico, en mi caso, cuando cree que he hecho algo mal, daré la imagen de una mujer con poca autonomía y débil. Pero yo creo que soy una persona independiente y fuerte, que no se acorbada ante nadie, vale a lo mejor me falta un poco de humildad, y estoy alardeando demasiado. Además tampoco le podría decir que me gusta cuando me azota, porque entonces igual me rechaza por considerarme una persona rarita. Y no sería ético que salga con una paciente, por mucho que haya fantaseado tener algo con él...
- Señorita Robles, por favor preste atención a lo que hace.
- Sí señor, perdón, ahora lo hago bien y verá que no se va a arrepentir.
- Eso espero. Si le sucede algo me dice y ya intentamos resolver.
- No se preocupe, no es nada.
El resto de día procuré no pensar en él ni en cómo le iba a contar poco a poco a mi amiga esto, porque ni yo sabía lo qué era esto realmente y si sólo es algo momentáneo. Así que puse toda mi concentración a lo que tenía en el trabajo, y ya si eso lo pensaría cuando llegara el momento adecuado y no antes. Pero el dolor del trasero no me ayuda para nada a no pensar en él, pero pude hacer mi trabajo lo mejor posible, al menos no me tenía que sentar.
Al fin he terminado el trabajo, y me dirijo a casa, donde me doy una ducha express, me preparo para la quedada, me digo qué me podría poner para esta noche, lo que sé era que quería algo que no fuera de cintura para abajo prieto, que quiero durar toda la noche, así que me decanto por un vestido azul, de tirantes y algo corto. Y también me decido a no llevar ropa interior, para que no se vea los tirantes del sujetador, y la braga tampoco. De esta forma me dirijo al encuentro con Julia, que como no, se veía estupenda, ella comparada conmigo era de las que tenía más gusto a la hora de arreglarse. Era el mismo lugar donde cenamos el otro día, una de las ventajas es que los asientos tienen cojín.
- ¿Qué tal?
- Bien, ¿Disfrutando de estos días?
- Si, no me has dicho si el miércoles te levantaste con muy mal genio o quemaste todo por donde pasabas.
- Yo no me levanto nunca así, y bien.
- Jajajajaja, bueno me puedes decir qué misterio tienes para mí.
- No es nada, sólo que quiero que me des consejo sobre qué hacer con una cosa.
- ¿Para esto tanto misterio? Yo me esperaba alguna cosa tipo chico, cotilleos...
ESTÁS LEYENDO
Mi médico me azota
Historia CortaUna jovencita va por primera vez a la consulta de su ginecólogo. En ella se encontrará que va a aprender de una forma dolorosa algunas lecciones. Contiene Spanking. Historia +18