Día 1: Autocontrol

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Isagi lo odiaba.

No podía creer el perfecto auto-control que tenía Kaiser con respecto a su celo. Quién lo viera, tan salvaje dentro de la cancha y fuera de ella como si nada.

Isagi no podía creer que el celo de Kaiser no lo afectará, todo lo contrario a él. Isagi a la hora del celo, no podía evitar abrir las piernas a Kaiser y pedir que lo follara sin descansar.

Y era eso lo que más molestaba, mientras que Isagi pedía a gritos por ese idiota alfa. El muy estúpido, estaba como si nada en sus ciclos.

Le había preguntando a algunos de sus amigos por ese suceso, pero ninguno de ellos sabía como responderle.

Reo le decía que Nagi era una bestia, Bachira decía que Rin cumplía con sus rutinas como buen alfa y Hiori, pues no fue de mucha ayuda. Porque el pequeño sádico le dijo que él hacía lo mismo que Kaiser pero con Karasu.

Omega despiadado, fue lo que pensó Isagi cuando lo escuchó.

Sorpresivamente, el quien lo ayudo fue Shidou.

El moreno le dijo que Sae era igual, pero era para no verse débil o necesitado. Que sólo con unos movimientos y tendría a Kaiser fuera de control.

Isagi suspira y sigue los consejos de Shidou, sólo esperaba que Kaiser no se pusiera peor.

Primero: Usar una camisa de él y casualmente cocinar, no importa si era un sandwich o un ramen. La idea es que pareciera que no le improbable tanto el estado de su pareja.

Isagi lo primero que hizo esa mañana después de ir al baño y limpiarse, fue preparar unas tostadas para él y café negro para Kaiser. El rubio se levantó un poco gruñón y de mal humor.

— Son las 9:00 am Yoichi, todavía es temprano — fue la repuesta del rubio despeinado.

Isagi sonríe y le ofrece su tostada — ¿Quieres está muy rica?

Kaiser lo mira fijamente, el japonés podía notar el olor a rosas salir de su amado — ¿Esa es mí camisa?

Isagi feliz responde — Exacto, era del verbo pasado, ahora es mía.

Isagi sin decir nada se levanta del comedor y sale del lugar, con un Kaiser un poco confundido y luego sorprendido viendo que Yoichi no traía nada bajo.

El rubio tuvo que apretar sus puños para no salir corriendo detrás del omega rebelde y hacerlo suyo en ese momento.

— Eres una persona civilizada,  no te gobiernas esos instintos tan mundanos.

Isagi que no escuchó nada, sólo sonríe y pasa al siguiente paso: Deja un poco de su aroma en todo el lugar, hasta en el lado de la cama donde dormía Kaiser e incluso en su toalla de baño.

Isagi como sabía que Kaiser le gustaba bañarse después de comer y entrenar, aprovechó entrar al baño y colocó un poco de sus feromonas en el toalla, luego en el closeth que compartían ambos y en la cama.

A la velocidad de la luz se cambió de ropa y sin que Kaiser lo notará, salió del apartamento para reunirse con sus amigos.

Pasó tres: Pasar tu día como si nada, como si fuera otro día común y corriente, dónde tu pareja no está en celo.
Yoichi salió con sus amigos, Bachira, Chigiri y Kunigami, para pasar un rato mientras que veían tienda de ropa. Kunigami el único alfa del pequeño grupo, se fue a una tienda donde vendía productos de gimnasio. Él también quiso ir, pero Chigiri lo jaló a él y a Bachira a una tienda de ropa íntima.

El sonrojo fue enorme y más cuando varias mujeres se le quedaron bien. Yoichi avergonzado sólo seguía a sus amigos y el sonrojo fue más cuando Chigiri le paso un traje para dormir provocativo.

— ¿Para qué me lo das? — pregunta Isagi todo nervioso y ver como Chigiri seguía buscando más de esos pequeños vestidos transparente con encaje, ¿cómo es que se llamaban?

— Tú confía en mí, todo buen alfa le gusta ver a su omega sexy y no dudo que tu rubio piense lo mismo. Ahora ponte ese babydoll y luego te tomas una foto frente al espejo, se lo envías a Kaiser y verás como a los minutos te llama.

Isagi no estaba seguro, aunque el vestido era lindo y era del color azul favorito de Kaiser. Suspira y entra a los vestuario donde había varias chicas, algunas mirándolo de forma acosadora. Pero decidió ignorar eso, estaba en compañía de Chigiri y Bachira. Con ese par, era imposible que alguien se metiera con él.

Entra a uno de los vestíbulo y se asegura de cerrar la puerta. Se cambia la ropa y cuando se mira al espejo se sonroja aún más, todavía tenía las marcas de los dedos de Kaiser en sus muslo y eso que fue la semana pasada que lo hicieron.

Kaiser cuando notó que lo tomó con más fuerza de la necesaria, se avergonzó y desde ese entonces no lo toca. ¿Cómo le hacía entender al estúpido que tenía por novio que esa noche fue una de las mejores y que soñaba con ese momento?

Isagi suspira y trata de controlarse, que ironía de la vida. Ahora era él que se tenía que autocontrolar, para no pensar en un Kaiser salvaje e indomable en la cama.

— Quién lo diría, estoy derretido por ese perfecto idiota — murmura con una sonrisa en su rostro, orgulloso de ver las marcas de su alfa en él, porque sí. Kaiser solamente era de él y nadie le quitaría ese perfecto alfa.

El pequeño omega sale de sus pensamientos posesivos, cuando escucha su teléfono sonar. Reconocía el tono, era el de Kaiser. Toma su teléfono de su ropa y ve que era una vídeo llamada.

Quería colgar e ignorar, pero su lado oscuro pensó en otra cosa. Suspira y sin miedo a nada, atiende la vídeo llamada.

Casi se ríe a carcajada cuando Kaiser se queda en piedra al mirarlo, Isagi con su mejor rostro inocente pasea el teléfono por todo su cuerpo.

— Amor, me estás interrumpiendo en unas compras. ¿Te gusta? Chigiri no sabía si comprarlo, así que me lo probé por él a ver si le gustaba. ¿Tú que dices? ¿Le quedaría bien?

Kaiser no responde.

Isagi aprovecha ese momento de silencio y le muestra todavía las huellas de él en sus muslo.

— Mira idiota, me marcaste todo y ahora así no podré ir a entrenar. ¿Que dirán los muchachos cuando me vean así? Sobre todo el tonto de Rin y Barou, se van a burlar de mí. Me preguntó, ¿Ness o Chigiri tendrán un método para quitar las marcas?

Más silencio, Isagi sabía que estaba pisando un terreno llenos de minas y en cualquier momento iban a explotar.

— Aunque tal vez si me pongo la liga del vestido, no sé note. ¿Cómo se llamaba?

Isagi se pregunta así mismo, disimulando que buscaba la liga que iba con el babydoll, sin decirle a Kaiser que lo tenía a un lado.

— Yoichi...

Isagi se asusta un poco, pero al mismo tiempo su corazón se acelera. Kaiser lo llamó con una voz tan profunda.

— Tonto, no me llames así. Ya sabes lo que me causas y tú no estás aquí, no quieres que otro alfa tenga lo que es tuyo. ¿Oh sí? — Isagi pregunta con cara de inocencia mientras que le mostraba todo su ser a Kaider.

Kaiser sólo sonríe, pero de esas sonrisas que significaba peligro — Cariño, te quiero aquí en menos de 15 minutos. Si no llegas yo mismo te busco.

Los ojos de Kaiser cambiaron de un azul claro a un azul salvaje. Isagi estaba seguro que si no se controlaba, era capaz de meterse un juguete de esos que venden en la tienda.

Isagi asiente mientras que se trata de calmar y en eso escucha otra orden del emperador.

— Y trae ese tonto vestido, lo voy a destruir con mis propias manos.

Isagi definitivamente estaba perdido y eso a él le encantaba.

Omegacember KiisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora