Día 3: Aroma

805 94 6
                                    

Isagi no era de los que se llevaban por el olor, después de todo siempre estaba rodeados por sus compañeros de fútbol y era normal que todos ellos olieran a sudor.

También era normal que algunos alfas u omegas soltaran sus feromonas por accidente, así que estaba acostumbrado y no le afectaba ninguno de esos olores.

Como el olor a Coco de Bachira o el cereza de Chigiri, también estaba el olor algo raro en Reo que olía a canela con avellana o el intenso olor de Nagi a azufre.

Isagi todavía se preguntaba, ¿como es que un alfa podía oler de esa manera? También está el olor a menta de Rin o el olor a fogata de Barou. Todos intenso y la mayoría no era de su agrado.

Que estuviera acostumbrado, no significaba que debía de soportar esos aromas. Menos cuando entraban en celo, que esos extraños aromas se multiplican.

Algunos omegas u alfas caían rendidos por esos aromas tan extravagantes, hasta conoció algunos demente que le gustaba esos olores con la mezcla del sudor.

Isagi no, pensaba que eso era para personas demente.

Hasta que llegó Kaiser.

El pequeño omega estrella del Bastard, pensaba que Kaiser iba a oler feo. Que como su actitud, sus feromonas iban ser igual de podridas que la de su dueño.

Estaba equivocado, porque Kaiser tenía uno de los aromas más dulce y exótico de todos. Uno pensaría que el olor a rosa sería común, pero Kaiser tenía una mezcla de rosa con un ligero toque de licor en él. Isagi también pensó, que Kaiser al momento de sudar el olor a rosa se iba a opacar.

Pero el muy desgraciado no sudaba, ni una gota y eso molestaba a Isagi.

Fue un día, que después del entrenamiento y recibir burla de sus compañeros, sobre que las fans lo querían casar con Kaiser. Que salió tarde del entrenamiento y paseando por los pasillos de Blue Lock, chocando en su camino con Kaiser.

Lo que le faltaba, encontrarse al responsable de sus pesadillas a la mitad de su camino.

Isagi le iba a decir que se quitará, pero se quedó mudo al ver a Kaiser todo sudado y con su cabello rubio recogido, con algunos mechones rubios escapando de la cola.

Kaiser se veía serio e imponente, Isagi sin queré olió un poco y se sorprendió que el olor a rosa en vez de disminuir se intensificó aún más y el ligero olor a licor se notaba más. ¿Era acaso licor de café o whisky?

Porque no sé aparto y se sintió mal cuando Kaiser siguió su camino sin dirigirle la palabra, ¿lo peor?

Es que su parte omega salió a relucir cuando vío a Kaiser en ese estado, porque su entrepiernas ya se estaban manchando.

Isagi como puede corre a su habitación o a las regaderas, tenía que calmar ese fuego que salía dentro de él.

#####

Kaiser llegó a la sala de los monitores y trato de calmar su lado salvaje, cuando vío a Isagi lo primero que quería hacer es apretar su hermoso cuello y luego devorar su boca.

Pero no lo haría, el hace años que dejó de ser un chico primitivo. Además que se metería en problemas si algo le pasaba al consentido de Noa y de Ego.

Kaiser trata de calmarse, pero un enojo lo invade. Ese pequeño omega rebelde y descarado, ¿cómo se atrevía a lanzar sus feromonas de esa manera? ¿Quería llamar la atención de alguien más? Tal vez lo quería mete en problemas a él, porque si lo asechaba. Tal vez Ego y Noa se entrarían, para luego sacarlo del juego y no participar en el último partido.

— Yoichi, no caeré en tus juegos. Aunque me bañes con tus feromonas de hierba bueno y menta, no caeré en tú trampa.

Kaiser aprietan ligeramente la parte de su tatuaje, donde están las rosas para calmar su ansiedad, para no salir corriendo detrás de ese osado omega y hacerlo suyo.

Si tomaba a Isagi... ¿Diría su nombre con odio o con placer?

Kaiser se ríe, después de todo eso no importaba. Porqué el amor y el odio eran sentimientos de gran intensidad, qué podías pasar de un estado a otro en un parpadear. Tal vez al principio Isagi lo odiaría y luego rogaría más por él, le pediría que se lo follara sin piedad y él gustoso le cumpliría el caprichoso.

Kaiser suspira y sale de esos pensamientos tan primitivos. No podía hacer y no debía, así que mejor se pone a estudiar a Isagi en vez de pensar como sería si suplicara por su atención.

Omegacember KiisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora