Omegacember Kiis

Día 12: Bozal

Este día está conectado con el 11 y 13

El dragón cuando se despierta de su sueño, ve una pequeña fogata frente de él y al pequeño omega a su lado. El dragón de mal humor quería rugir de enojo, para espantar al intruso.

Pero se una sorpresa al darse cuenta que su boca tenía una especie de cinturón amarrandola, el dragón furioso comienza a moverse de un lado a otro. Golpeando su cabeza contra el techo de la cueva y sin querer se quema con la fogata.

Lo que provoca que se mueva más fácilmente.

— ¡Tranquilo! — dice el pequeño omega tratando de calmar al dragón — Tuve que colocarte el bozal para que no me comieras, mientras que curo.

¿Un bozal? ¿Escuchó bien? ¿Esa pequeña mierda le puso un bozal como si fuera un animal doméstico? ¡Él era un fabuloso dragón! Que venía de los clanes más poderosos de sus tierras, ¿y ese pequeño bastardo le puso un bozal como si fuera un chihuahua con rabia?

El dragón lo mira furioso y se impone frente al omega, exigiéndole con la mirada que le quitará esa cosa.

Pero el pequeño atrevido omega se niega y le dice con voz firme — No te lo soltare hasta que te comportes, si tanto quieres quitártelo tendrás que hacerlo tú mismo.

Si Isagi no estaba mal, según en los libros que había leído algunos dragones tenían forma humanoide y con una marca que representaba su clan.

Estaba el clan de los magos, las rosas, la muerte, los cuervos y el aqua. Según decía los libros, el de las rosas y aqua eran los más peligrosos.

Isagi no lo iba a negar, quería ver de cual pertenecía el dragón blanco frente a él.

El dragón gruñe y le da la espalda al loco omega, cualquiera en su lugar hubiera corrido al verlo. Pero este psicópata no lo hacía y sólo se quedaba esperando al ver que pasaba.

El dragón ya estaba considerando seriamente en comerse al omega, en vez de tener crías con él.

En eso el dragón tuvo una idea, si se volvía en un tonto humano tal vez se podía quitar esa cosa de la boca. El dragón cierra los ojos y comienza a recordar las clases que le dieron los idiotas ancianos de su clan, comienza a controlar su respiración y recordar lo que es ser un humano.

Aunque para él fuera un gran estorbo, porque daba más miedo en su forma de dragón que en el de humano.

El dragón se transforma en un humano, con larga cabellera rubia y mechones azules, con filosas garras en sus uñas, un cuerpo esbelto y atlético, de piel blanca donde un hermoso tatuaje de rosas azules azules, espinas y una corona invadía todo su brazo izquierdo.

Isagi se queda sorprendido por el hermoso que es el dragón y casi grita de emoción al ver que pertenecía al clan de las rosas.

El joven rubio de ojos azules mira la omega furioso, pero sonríe al pensar que ya se podría quitar ese tonto bozal. Pero se lleva otra sorpresa al ver que no tenía cerradura.

¿Que demonios?

— Es un bozal que se abre con huella dactilar, es una creación de un amigo mío o de la empresa de este, los Mikage hacen cosas asombrosa — fue la respuesta del pequeño omega al ver que el dragón buscaba algo detrás de su cabeza.

El joven al escucharlo, estaba seguro de una sola cosa. Mataría a ese pequeño omega, le cortaría su mano y se liberaría de él. Cuando se acerca con sus filosas garra, detecta un olor demasiado dulce.

El enorme dragón se sorprende por esto, ¿acaso el omega estaba entrando en celo?