Los días pasaban de manera monótona, se había vuelto una rutina.
Craig estaba más tranquilo después de lo sucedido y Tweek...bueno el estaba bien. Se la pasaba todo el día en casa sin nada que hacer, arreglaba esto, limpiaba aquello y luego nada, su rutina era aburrida o eso era hasta los últimos días.
Porque aunque quieras amar a algo de manera infinita no puedes, mucho de algo es malo.
Craig empezaba a comportarse de manera extraña, no es como que no lo fuera pero ahora era distinto, era más distante con el incluso parecía que la sola presencia de Tweek lo molestara. Tweek noto esto y no sabia que hacer, trataba de acercarse a él, ser cariñoso o evitar cometer un error. Lastimosamente nada de esto funcionaba, solo tenía una ultima opción, pronto sería el cumpleaños de Craig así que tomo esa oportunidad para preparar una cena romántica para ambos, tal vez después de comer porfin tendría el valor de preguntarle que es lo que sucede.
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Y llego, aquel día como de costumbre en los últimos días Craig se levantó temprano y se fue, así mismo llegaba tarde. Tweek se levantó y desde temprano estuvo muy feliz preparando distintos platillos que sabía que le gustarían a Craig, hizo galletas pero estas le salieron un poco mucho quemadas, las tuvo que votar. Arreglaba por aquí y por allá, y de su rostro aquella sonrisa de felicidad no desparecia.
La noche llegó pero Craig no.
El reloj marcó las 11 pm Craig debía estar en casa hace ya 2 horas, Tweek no entendía porque esta vez demoraba más de lo inusual, movia sus dedos al rededor de sis mechones de cabello, su ansiedad lo estaba matando.
Y luego cayó dormido, no se dio cuenta en que momento pero era seguro que espero mucho, demasiado tal vez, sobre aquella mesa decorada con flores ya hacia Tweek. Un sonido seco lo despertó, sé levantó de manera rápida y froto sus ojos tratando de despertarse bien, volteo a ver y su reloj marcó las 2 am con algo de miedo y confusión camino hacia la puerta. Y ahi esta Craig tambaleandose de manera torpe y ridícula, estaba borracho.
—¿Craig?—Pregunto el rubio acercándose lentamente hacia el nombrado.
El pelinegro no respondió y simplemente cayó al suelo, Tweek al ver esto corria de manera instintiva y lo tomo, lo puso entre sus hombros y lo ayudó a levantarse.
—Vamos...
Ambos subieron a ma habitación, con mucha dificultad logro dejarlo en la cama que compartían, Craig empezó a hablar.
—Tweek...te amo, te amo, te amo.
El rubio ignoro esto, porque aunque se escuchara lindo eso no quitaba el hecho de que estaba borracho, se acercó a Craig para quitarle aquel traje que llevaba, sacó sus zapatos su reloj. Cuando se acercó un olor a perfume llegó, con desesperación se acercó hacia su chaqueta y la abrió.
—Hueles a perfume barato..¿D-donde estabas?—Declaró Tweek.
Craig se alzo y sentándose en la cama miró a Tweek.
—Con una chica, rubia, alta, una piel perfecta, y unos senos perfectos, lastima que es una zorra.—Dijo lo último con desprecio.
—¿M-me cambiaste por un par de pechos?
—No me quejo, es igual a ti.
Y se acabó, Tweek solo necesitaba eso para posiblemente despertar de aquello. Craig lo amaba y el a Craig pero estaba seguro que en todas esas historias de amor y novelas que había visto nunca, pero nunca existía la infidelidad.
—Supongo que no me necesitas más, encontraste un remplazo...—Susurro Tweek mientras se dio la vuelta para salir de esa habitación.
—¿A donde vas? ¿No ves la hora que es?—No hubo respuesta, solo se escuchaban pasos.
—¡Tweek! ¡Vuelve aqui!—Craig se levantó y salió en busca de Tweek, lo encontró en la sala de estar guardando todo.
—¿Qué crees que haces?—Nuevamente silencio.
Se acercó a Tweek y lo empujó para tenerlo de frente y mirarlo—Tweek, por favor, deja de jugar, maldita sea respondeme.—Dijo lo último agachando su mirada.
Y fue ahí cuando sintió una patada en su estómago, Tweek nunca lo había golpeado, Craig cayó al piso y haciendo una mueca de dolor vio a Twek pasar a su lado, en un rápido moviendo tomo una de las piernas de este y lo jalo haciendo que también cayera.
—¡Sueltame! Déjame ir!
—No te iras, ni lo sueñes, cariño.—Craig tenía un cuerpo más grande y era más fuerte por obvias razones, jalo a Tweek y se subió encima de él para empezar a golpearlo, Tweek simplemente trataba de tapar su rostro.
—Tu no eres nada sin mi, no necesitas a nadie más que yo, ¡¿Porque no lo entiendes!? Que tengo que hacer, que más Tweek.
Paro los golpes y se acercó a su rostro, vio sus lágrimas y recordó que por cada lágrima una promesa prometió. Craig se sintió vacío, tomo a Tweek y comenzó a apretar su cuello.
—Tal vez así entiendes que eres mio, solo nos tenemos el uno al otro—Decía ahorcandolo.
¿Y Tweek? El solo trataba de safarse de aquel agarre, para sus ojos nada pasaba. Trataba de recordarse a sí mismo junto a Craig juntos de adolescentes, a los 15. Dios, ni estando a punto de morir podía dejar de pensar en el.
Saco todas las fuerzas que le quedaban y un golpe choco en el estómago de Craig, este se separo adolorido y Tweek comenzó a respirar agitado, sus ojos llorosos miraban al que alguna vez había sido su mundo.
Con dificultad se levantó y corrió hacia la entrada, al abrir la puerta una voz lo detuvo.
—Sales por esa puerta...y te arrepentirás toda tu vida..
—Más...me..arrepiento de no haber...salido antes.—Dijo respirando con dificultad.
Era de madrugada, el frío golpeo su cara llevándose atrás los mechones de Tweek y junto a eso dejando atrás ese hogar, aquel lugar donde alguna vez el amor que sintió por Craig fue más grande que su amor propio. Escucho los gritos pero el siguió corriendo, por alguna extraña razón una sonrisa iluminó su rostro, pero, ¿Porque? Intencionalmente borro aquella sonrisa, ¿si amaba a Craig porque hacía todo eso? Craig...El no tenía la culpa.
Se detuvo y volteo su rostro, ignoro el dolor de su cuello y las lágrimas que salían de su rostro. ¿Qué debía hacer? El le prometió a Craig muchas cosas que todavía no habían cumplido. La nieve era pesada y el frío soplaba, no llevaba nada, salio con la ropa con la cual solía estar. Le daba miedo y frío, inmediatamente todas esas emociones que había sentido se desvanecieron, necesitaba a Craig y estaba seguro de que el también lo necesitaba.
No pudo pensar más, la cabeza le dio vueltas y luego todo se hizo oscuro.
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Amikos, nose que más hacer, hay partes donde se me va la inspiración y luego llega.
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¿Es amor, verdad? | Creek
Short Story● Dónde Tweek no se da cuenta que su relación con Craig no es sana hasta que es tarde. 𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐠𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐞𝐬 𝐢𝐫𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐲 𝐠𝐫𝐨𝐬𝐞𝐫𝐨, 𝐥𝐚𝐬 𝐯𝐨𝐜𝐞𝐬 𝐜é𝐥𝐞𝐛𝐫𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐩𝐨𝐛𝐫𝐞𝐬 𝐢𝐦𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬, 𝐲 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐚 𝐬...