MinHyung se hallaba en el cobertizo de su casa en busca de un objeto que añoraba.
No era de aquellos que acumulan baratijas o recuerdos; prefería mantener lo justo y necesario, desechando sin titubeos lo que no le era útil o carecía de significado. No obstante, este objeto en particular le había llevado años decidir qué hacer con él. Cada vez que lo contemplaba, titubeaba sobre si debía deshacerse de él o conservarlo.
En esta ocasión, su atención estaba centrada en una pequeña lámpara de forma circular. La esfera, dividida en dos partes, mostraba una mitad de vidrio oscuro y otra mitad de plástico que se integraba con elegancia a una base cuadrada, sosteniéndola en un equilibrio armonioso.
Se aproximó a una pequeña caja negra en el rincón de la habitación; sus tapas exhibían una prominente «M» dibujada con marcador blanco, indicando claramente que le pertenecía. Con cuidado, desgarró la cinta y desveló la lámpara, protegida por gruesas capas de papel de burbuja, estas últimas cubiertas de polvo. Entonces, con delicadeza, retiró el papel burbuja, tomó la lámpara entre sus manos y, para eliminar el polvo restante, pasó la manga de su camisa sobre ella.
Descendió del cobertizo y se encaminó hacia su cuarto. Al sentarse en la cama, conectó la lámpara a un enchufe cercano, desenrollando con destreza el cable. Anhelaba encenderla, pero la persistente luz del día sugería que hacerlo en ese instante significaría despojarla de toda la magia que la envolvía. No obstante, no se daría por vencido.
Así que se levantó y cerró todas las cortinas de la habitación. Volvió a su cama y colocó la lámpara sobre sus piernas. Luego, desdobló una de sus cobijas y la dispuso sobre sí, quedando encerrado en su propio capullo. Buscó el interruptor y lo accionó; en ese momento, la magia comenzó.
Pequeñas estrellas de colores emergieron, esparciendo destellos vibrantes que iluminaban la estancia. La luz, se filtraba con suavidad a través de la sábana, creando un juego de sombras y brillos que danzaban en la habitación. Su rostro, bañado por la luz titilante, reflejaba una serenidad encantadora, mientras que la manta que lo envolvía se convertía en un lienzo de aquella galaxia.
Su mente lo transportó entonces a uno de sus más preciados y antiguos recuerdos.
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Abril de 2012
En la espaciosa sala de la residencia de los Lee, se hallaba un niño pelinegro de estatura baja y aspecto tierno, acompañado por un joven de complexión robusta y cabello castaño. Ambos disfrutaban de un videojuego que habían descubierto más de un año atrás.
—¡Victoria! —comentó el castaño—. ¿Quieres jugar otra?
—Sí, pero antes —respondió el otro, girando la silla para estar frente a frente—, MinHyung, ¿te acuerdas de que te compré algo en Busan?
—Sí —se volvió para mirarlo.
El chico de cabello oscuro tomó su mochila y extrajo cuidadosamente una pequeña caja. Con delicadeza, abrió las tapas y reveló su contenido.
—Es una lámpara de estrella; al encenderla, crea una galaxia. ¿Te animas a probarla?
—Sí.
El chico más joven se agachó en busca de un enchufe, pero fue interrumpido por su compañero.
—Minseokie, tengo una idea mejor. Vamos a mi cuarto.
—Está bien —respondió con una sonrisa.
Ambos dejaron sus equipos y se dirigieron hacia la habitación, que estaba al final del pasillo. Al llegar a la puerta, se podía ver cómo colgaba una delicada "M" de madera, junto con algunas fotos que MinSeok había tomado para MinHyung.
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New Road - Keria x Gumayusi
FanfictionLos hermanos Ryu tras la muerte de sus padres, tomaron las riendas de sus vidas, escribiendo un nuevo camino juntos. Huyendo de todo su pasado, dejaron su vida en Corea atrás para empezar en de cero. Sin embargo, años después regresarían a dar la ca...