Me levanto y mi alrededor es exactamente como se veía a través del espejo con el único detalle de que el otro, donde vi mi reflejo, no está.
Pienso por un minuto lo que voy a hacer.
A ver, en las pelis siempre lo primero que hacen es buscar la manera de regresar, que es lo más lógico. Considerando que llegué aquí a través del espejo entonces debo poder salir a través de otro. La pregunta es ¿dónde está?
Comienzo a buscar por todas las habitaciones de arriba. Entro a la que debería ser mi cuarto en la otra ¿dimensión, realidad alternativa ,época?
Bueno, en lo que sea que sea esto.
Está todo perfectamente organizado, se ve claramente que es el cuarto de una niña.Hay un estante lleno de juguetes y muñecas muy delicadas. La cama de estilo princesa tiene unas cortinas color rosa adornada con pequeños lazos que le dan un toque femenino.
Pero desgraciadamente no hay rastros del espejo así que decido salir y revisar en la planta de abajo.
Salgo por el pasillo rumbo a las escaleras y cuando estoy llegando me detengo. Abajo se oyen voces discutiendo, lo que significa que no estoy sola. Avanzo despacio para tratar de ver de quién se trata sin que me cojan. Bajo los escalones muy despacio hasta la mitad y el mismo sentimiento que sentí antes regresó.
Pura tristeza acumulada en mí.
Es como si el lugar llevara consigo pura tragedia y dolor.
En la pared, justo en el mismo lugar que mi verdadera casa, está el mismo marco antiguo(que ahora mismo no se ve tan antiguo) colgado. La pintura de una familia compuesta por una pareja y dos niñas de diferentes edades remplaza la foto de mi familia.
Me quedo embobada detallando la pintura cuando oigo un sollozo que me hace despegar la vista y fijarme que justo al pie de las escaleras hay una pequeña niña.
Sus diminutas manos se tapan los oídos para tratar de apagar los gritos. El corazón se me parte al verla.
No puedo evitar moverme para llegar a ella pero se da cuenta de que estoy ahí.
—¿Quién eres ?—pregunta asustada.
—Tranquila soy una amiga ,por favor no le digas a nadie que estoy aquí—me agacho para ponerme a su altura—¿Cómo te llamas?
— María ¿y tú ?
— Yo soy Selene encantada de conocerte. ¿Por qué estás tan triste?
—Mis papás están peleando. Madre dice que padre gasta mucho jugando. Pero yo también juego así que en parte es mi culpa. Y no quiero que se enfaden hoy en Navidad.
Entiendo a que se refiere.
—Oye tranquila, tu mamá se refiere a otro tipo de juegos, no a los que tú estás acostumbrada, así que no te preocupes ¿si?.
Asiente con comprensión. Me quedo en silencio pensando qué decirle hasta que se me ocurre algo.
—Por cierto ,ahora que somos amigas ¿te puedo preguntar algo ?
—¿Somos amigas ?—sus ojos se iluminan.
—Pues claro.
—Genial, no tengo ninguna amiga— aquello hace que mi corazón se encoja— Pregúntame lo que quieras.
—¿Por casualidad sabes si hay algún espejo de este tamaño — señalo con mis manos— en la casa ?
—Oh ,si claro. En la sala de estar.
—Perfecto, me has ayudado un montón.
Me levanto y me fijo que sus padres están en la cocina, lo que me da chance a avanzar hasta la sala sin que lo noten.
—¿Te vas ya ?—pregunta la niña
—Ya me tengo que ir ,pero prometo tratar de volver a visitarte —lo más probable es que no la volviera a ver, pero me da mucha pena decírselo.
—Está bien.
Camino por el pasillo y veo el espejo grande en medio de la sala.
—Bingo—celebro.
Me acerco a él y lo toco pero mi mano lo atraviesa. Automáticamente mi cuerpo es empujado de nuevo y aparezco en la misma sala. Pero esta vez un poco más "moderna " .
¿Lo malo ? Que no es la de mi casa.
Las paredes están decoradas con un papel azul de puntos blancos. Los muebles ahora un poco más desgastados y con algo de polvo.
Hay un pequeño árbol de Navidad prendido,pero solo tiene un regalo.
—Caca, no volví a la época que era— protesto.
Una vez más el espejo no está en su sitio. Así que me toca salir a buscarlo.
Camino por el pasillo que me lleva a la cocina y se oye la voz de una chica.
—Feliz Navidad para mí ....—la joven luce como de mi edad. Se le nota triste y cansada. Está sentada frente a un plato de galletas y una vela prendida.
En el suelo hay un papel tirado con una nota escrita con letra corrida.
Estamos en casa de la familia del esposo de tu hermana. No nos esperes despierta.
MamáPobre chica....
Me concentro en lo que vine a buscar y al ver que en el piso de abajo no está el espejo me toca subir.
Me paro frente a las escaleras y presiento lo que me espera. Llego a la mitad y ahí está el cuadro, mismo marco pero distinta foto. Ahora es la foto de una muchacha con un hombre. Pero no es la muchacha que vi abajo, esta luce un poco más mayor.
Regresa ese sentimiento de tristeza pero logro controlarme para no llorar. Subo las escaleras lo más rápido que puedo para que desaparezca y llego a la que era mi habitación.
Entro y la misma cama con cortinas rosadas me da la bienvenida. Esta vez las cortinas están viejas y desgastadas. A pesar de eso el cuarto se ve recogido y limpio.
En el centro está el viejo espejo. No lo pienso dos veces y corro hasta él atravesándolo.
Abro mis ojos y estoy en la misma habitación pero distinta época.
—No puede ser—ruedo los ojos casada de este juego ya.
La cama ya no tiene cortinas y en el suelo hay zapatos regados. En la esquina de la habitación hay una pequeña cuna.
Como es de esperarse no hay espejo así que salgo, otra vez,a buscarlo.
Arriba no está y toca bajar. Esto tiene que ser una broma.
Llego a las escaleras y ya saben lo que me espera. Ahí está el cuadro, distinta foto pero mismo marco. En ella sale una mujer joven con una bebé en brazos y un hombre. Esta vez sí es la muchacha que estaba en la cocina en la otra época.
Ya con las lágrimas afuera termino de bajar y llego a la sala de estar.
Ahí en el suelo está la mujer sentada frente a un gran árbol de Navidad jugando con la bebé.
—Papá no podrá venir hoy Clara, pero al menos estamos tú y yo.
Se le nota cansada pero aún así no pierde su sonrisa.
—Feliz Navidad mi niña hermosa—besa su cabeza.
Observo la escena unos minutos más y luego encuentro el espejo colgado en la pared del pasillo. Cruzo los dedos para que esta vez sea la correcta.
—Por favor ,por favor....
Abro los ojos y por lo menos es la misma pintura que mi época. Creo que lo logré.
Holisss
Esto todavía no termina.
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Grey Christmas {Three Short}
Short StoryTres palabras : tiempo, vida y reflejos. La noche de Navidad es sinónimo de alegría, pero para Selene, basta solo una para enseñarle lo que es la vida a través de reflejos a lo largo del tiempo. Si buscas una historia dulce y romántica te advierto...