Heeseung podía sentir la mirada de Jake clavada en él, pero no le tomó importancia y siguió jugando.
Ya era tarde, se había puesto oscuro, Jake ya tenía que irse.
-Oye y nunca pediste la comida.- dijo Jake -Pensé que te habías olvidado.- dijo Heeseung riéndose.
Los dos estaban en la puerta, despidiéndose.
-Me las vas a pagar.- dijo Jake mirando la hora. -..pero no ahora.- agregó. Heeseung solo se río y se despidió del pelinegro.
Heeseung volvió a entrar y cerró la puerta, las emociones inundaban su cabeza y le revolvían el estómago. -¿A esto le llaman sentir mariposas? Que asco, no las quiero volver a sentir.- pensó.
Se cambió la ropa y se acostó, miró un rato su celular y se quedó dormido.
Al día siguiente ya en la universidad, el profesor de Heeseung les había designado un trabajo en parejas a todos. La idea era que la pareja que le tocara le diseñaría un traje a la otra persona respecto a su colorimetría, beneficios y forma de cuerpo, y el otro debía hacer lo mismo con su pareja.
Las parejas serían al azar, a Heeseung le tocó con Karina, la chica más popular de toda la universidad. Puesto que no le caía mal, le incomodaba, ya que las miradas eran muchas y para nada disimuladas.
-¿Dónde prefieres hacer el trabajo?- dijo Karina. -Podemos hacerlo en mi casa- respondió Heeseung. -Mañana puedes?- preguntó -Sí.-
Habían quedado de juntarse al día siguiente para comenzar el proyecto, tenían 3 meses para entregarlo.
El resto del día fue aburrido, Heeseung llegó a su departamento y empezó a ordenar todo para el día siguiente, terminó tan exhausto que solo quería dormir.
Y eso hizo, se quedó dormido, pero en el piso.
No es de extrañar que haya despertado todo adolorido, pero nada que una buena ducha no pueda solucionar.
Luego de un rato llegó Karina, venía con un bolso grande con todas las cosas que iba a ocupar para diseñar el traje.
Lo primero era ver el tipo de cuerpo del otro, para eso tenían que quedarse en ropa interior. A Heeseung no le molestaba, más bien le incomodaba un poco.
Ya completamente desnudo y solo unos bóxer puestos Karina empezó a ver detalladamente el cuerpo de Heeseung. No pudo evitar sonrojarse, a ella le llevaba gustando el pelimorado como unos 5 meses.
Luego fue al revés, Heeseung observó a Karina, fue más rápido de lo esperado, ya que no quería que ella se sintiera incómoda.
Empezaron a dibujar los bocetos del diseño, les iban gustando. Estuvieron horas viendo que diseño iban a elegir de todos los que habían dibujado, finalmente se decidieron.
Karina había elegido un traje negro para Heeseung y él había elegido un vestido rojo para ella. Con muchos más accesorios por supuesto.
Dieron las 7PM y Karina ya se había ido.
La habitación de Heeseung era un desastre, rápidamente ordenó y se tiró a la cama.
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Heeseung solo se rió de las estupideces que escribía su amigo, apagó el celular y se quedó dormido.
Ya era fin de semana porfin, quería descansar así que le dijo a Karina que continuarán el domingo.
Heeseung se pasó todo el fin de semana jugando con Jake y haciendo llamadas, no tenía ganas de salir, solo salía al gym.
Llegó el día menos esperado, el domingo. De solo pensar que era domingo a Heeseung le daban ganas de suicidarse.
Ordenó todo de nuevo, sabiendo que la habitación iba a quedar hecha un desastre igual.
Karina llegó y comenzaron inmediatamente con el diseño. Esta vez debían tomar las medidas, fue algo más incómodo aún, pero todo sea por la nota. No se demoraron mucho en las medidas, empezaron a cortar la tela y a hacer puntos. Desde ese momento Heeseung sabía que su habitación quedaría hecha mierda.
Avanzaron bastante, empezaron temprano y terminaron tarde, pero aún quedaba mucho por hacer.
Karina se fue, y Heeseung otra vez tenía que ordenar.
Ya había comenzado a ordenar cuando tocaron la puerta. Que repentino. Pues no esperaba visita.
Era Jake, quien traía comida.
-Te traje comi- no alcanzó a terminar la frase de lo sorprendido que quedó de ver a Heeseung.
El pelimorado estaba todo despeinado, se veía cansado y tenía pequeños pedazos de tela pegados en todas partes.
-Estás hecho un desastre.- dijo Jake. -Lo sé.- respondió Heeseung de una manera seria.
Jake entró, dejó la comida en la mesa y ayudó a Heeseung a ordenar todo el desastre que había en la sala y en su habitación.
Estuvieron como 1 hora ordenando todo.
Finalmente podían descansar y comer lo que había traído Jake.
Estaban los dos sentados en el sofá mientras comían y veían una película.
-Y por qué viniste?- dijo Heeseung de la nada. -Como me habías dicho que estabas cansado pensé en venir a ayudarte.- respondió Jake -Te molestó?- agregó. -Para nada. Gracias por ayudarme.- dijo Heeseung amablemente.
Terminaron de comer y seguían viendo la película.
A Jake otra vez le llegó ese sentimiento de ver a Heeseung más atractivo de lo normal. No paraba de mirarlo.
Jake trató de acercarse a Heeseung disimuladamente, pero parece que este lo notó.
-No eres bueno disimulando.- soltó el pelimorado entre risas.
Jake se avergonzó y se quedó quieto.
-No te vas a acercar?-
Heeseung acercó su cara a la de Jake, el pelinegro solo retrocedía.
Sus labios casi se tocaban, Heeseung solo se río y volvió a su lugar. Su intención de poner nervioso a Jake había funcionado.
Pero no esperaba que el pelinegro le tomara la barbilla y le dejara un beso en los labios.
