Jake besó a Heeseung, fue un beso tierno y largo, el cual el pelimorado correspondió.
Se separaron por falta de aire, hicieron contacto visual y Heeseung se dio la vuelta rápidamente para aclarar su garganta.
Jake solo lo miraba.
-Quieres agua?- preguntó Heeseung tratando de cambiar de tema algo nervioso.
Se paró y se dirigió a la cocina, pero algo lo detuvo, la mano de Jake estaba agarrando su brazo. Se paró y volvió a besar a Heeseung, está vez tomándolo de la nuca para profundizar más el beso.
Esta vez el beso fue un poco más intenso.
-Creo que debo irme.- dijo Jake rápidamente.
Tomó sus cosas y se fue sin decir nada.
Fue muy extraño lo que estaba sintiendo Heeseung en ese momento, otra vez las "mariposas" que dijo que no quería volver a sentir, pero esta vez eran más intensas.
-¿Y ahora qué?- dijo en su mente.
Simplemente se fue a acostar y sobrepensar todo lo ocurrido.
Al día siguiente Heeseung tenía que ir a clases, se levantó rápido y ordenó sus cosas para irse, tenía muchas cosas pero tenía que llegar un poco antes para trabajar con Karina. Salió del edificio y se dirigió al metro, pero para su sorpresa había un auto negro estacionado afuera, era el auto de Jake.
Simplemente lo ignoró y corrió rápido al metro, pero el auto lo estaba siguiendo.
Llegó al metro y se subió rápido para llegar lo antes posible.
10 minutos después ya estaba en la universidad, entró al salón y vio a Karina, se acercó para trabajar en el proyecto y pedirle disculpas por llegar tarde.
-No te preocupes.- dijo Karina. -Oye, quieres salir por un café más tarde?- agregó. -Claro- dijo Heeseung.
Las clases continuaron y por suerte no se encontró con Jake en ningún momento.
Al termino de la jornada Karina y Heeseung se dirigieron a un café que estaba cerca, era muy bonito y ordenado.
-Yo quiero un frappuchino.- pidió Karina -Yo quiero un expresso.- dijo Heeseung
Se los entregaron en seguida, se sentaron y comenzaron a hablar, era agradable.
-Heeseung, me gustas.- soltó Karina. -Karina... tú a mi no me gustas..- respondió Heeseung tratando de ser amable. -Ya lo sé, ¿te gusta Jake verdad?- dijo lo más normal posible.
Heeseung casi escupe el café.
-Mm.. bueno, no es algo así.- dijo Heeseung un poco incómodo. -No te preocupes, no me digas si no quieres, no le diré nada a nadie. Seamos amigos.- sonrió Karina. -Gracias. Está bien, seamos amigos.- el pelimorado le devolvió la sonrisa.
Al terminar se despidieron y cada uno se fue para sus casas. Heeseung llegó y se sentó en el sofá para ver su celular. Como era de esperarse no había ni un solo mensaje de Jake.
Decidió entrar a twitter.
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Ya se estaban esparciendo rumores de que andaban saliendo, pero a Heeseung no le importaba, mientras no le perjudicara a él no pasaba nada.
Hace tiempo no jugaba, así que prendió su pc y empezó a jugar League of Legends.
Estuvo varias horas jugando, ya saben, cosas de adictos. Después se aburrió y se acostó, veía videos en instagram, ya nada lo divertía. Quería llamar a Jake y decirle que fuera a su casa a jugar, ¿pero qué pasa si lo ignora? Tipo, se habían besado hace dos días atrás, y se estaban ignorando mutuamente desde ese momento.
La cabeza de Heeseung era un desastre.
Intentó dormir, pero no había caso, aún era temprano y estaba claro, odiaba ese sentimiento. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que gustarle su mejor amigo? Estaba enojado.
Fue a la cocina a hacerse un café, no tenía nada más que hacer así que continuó trabajando en el proyecto que tenía con Karina.
Estuvo por horas trabajando en el traje, era tarde, estaba cansado, tenía que ir al gym, así que fue y estuvo hasta las 11PM, llegó a su casa y se bañó. Aún con el pelo mojado y del torso hacía arriba descubierto comenzó a jugar en la ps4 mientras estaba sentado en su cama.
Dieron las 2AM y el pelimorado seguía jugando, de repente su celular comenzó a sonar. Estaba en medio de una partida así que no quería distraerse, no respondió.
Lo volvieron a llamar, esta vez se fijó en quien era. Sintió como si su corazón se hubiese detenido al leer el nombre de Jake en la pantalla de su celular.
Un poco nervioso decidió responder la llamada.
Al principio no escuchaba nada, no dijo nada, pero poco a poco comenzó a escuchar jadeos desde el celular, y unos sonidos... un poco extraños.
