Estaban parados en la entrada, mirándose a los ojos.
-¿Y por qué viniste?- -¿No puedo venir?- respondió
Heeseung solo río, acorraló a Jake a la pared y lo besó, se notaba que era eso lo que él quería. El pelimorado lo tomó en brazos, Jake rodeaba las caderas de Heeseung con sus piernas.
Llegaron a la cama y Heeseung dejó a Jake acostado arriba de esta. Cerró las cortinas, haciendo que todo se viera oscuro, ya que estas eran cortinas que cortaban el paso de la luz en su totalidad. Encendió una pequeña luz morada que iluminaba la habitación.
Heeseung se sacó la camisa y se subió encima de Jake, le sacó la camisa a él también, haciendo que los dos quedarán desnudos desde el torso hacía arriba.
El pelimorado empezó con un beso, un beso desesperado, jugando con sus lenguas mientras le sacaba los pantalones al pelinegro y se desabrochaba el suyo.
Comenzó a rozar su miembro con el de Jake, quien ya estaba excitado.
-Eres bastante sensible..- se burló Heeseung. -Cállate.- respondió.
Poco a poco la habitación se llenaba de jadeos y suspiros, los dos estaban tan excitados y envueltos en su propio mundo que se olvidaron de todo lo demás.
Entre toqueteos, miradas y gemidos se empezaron a masturbar juntos. Jake no le quitaba los ojos de encima a Heeseung, quien estaba encima suyo.
El pelimorado no podía evitar decir el nombre del pelinegro, lo cual había pensado una vez que era sucio, pero en realidad se sentía jodidamente bien.
Pero había un problema. Heeseung había olvidado que ese día iba a ir Karina a continuar el proyecto.
Alguien tocó la puerta de la casa de Heeseung.
Ninguno de los dos escuchó, por lo que Karina abrió la puerta, Heeseung le había dado la contraseña una vez.
La chica entró y no vio al pelimorado, pero escuchaba voces desde la habitación.
Heeseung y Jake estaban en el acto, Jake sostenía las caderas de Heeseung mientras él daba saltos sobre su necesitado miembro. Se dieron cuenta que se veía una luz proveniente de la puerta.
-K-karina?- dijo Heeseung sorprendido.
Inmediatamente intentó vestirse.
-Creo que vendré en otro momento...- dijo Karina y corrió hasta la salida.
El pelimorado semidesnudo intentó seguirla, pero ya se había ido. Jake también se había levantado lo más rápido posible.
Heeseung quería desaparecer en ese mismo instante.
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Después de eso Heeseung se sintió muy avergonzado.
-Oye, está bien. Ella dijo que no le dirá a nadie.- dijo Jake -Son amigos. Obvio te va a apoyar.- agregó mientras le daba un abrazo. -Lo sé.- respondió Hee.
Después de eso se vistieron y Jake se fue, Heeseung no tenía nada más que hacer, así que continuó con su proyecto.
La mejor escena con el chico que le gustaba había sido arruinada. ¿Y si no se daba otra oportunidad? Se moría de vergüenza, de solo recordarlo se tiraba al piso y se arrepentía mil veces.
Por otro lado, Jake estaba tranquilo, sabía que Karina no le diría a nadie. Le preocupaba más Heeseung, ¿volverían a hacer lo de ese día? No estaba seguro.
Los exámenes finales se acercaban y tenían poco tiempo de juntarse, ese día no se volvería a repetir en mucho tiempo más.
El fin de semana pasó volando, llegó el día lunes y Heeseung se moría de vergüenza por ver a Karina. ¿Cómo la miraría a los ojos? Literalmente lo había visto teniendo sexo con su supuesto mejor amigo.
Llegó y trató de evitarla a toda costa, en un momento ella se acercó y le susurró.
-¿Y... cómo fue tu sábado?- dijo en un tono sarcástico. -Jaj, que chistosa eres.- respondió Heeseung -¿Se divirtieron?- -Después de eso, no. Antes de que tu llegaras, sí.- dijo -Oye, no fue mi culpa.- respondió mientras le pegaba en el hombro al pelimorado. -No te preocupes, de seguro llegará otra oportunidad.- dijo amable.
¿Otra oportunidad? No sabía si eso iba a ser posible, o por lo menos no en los próximos meses.
Los exámenes finales se acercaban y Heeseung se la pasó estudiando, eran pruebas escritas, algo que no estaba acostumbrado a hacer.
Por otro lado, Jake. Él estaba peor, sus pruebas eran obviamente más difíciles y con más temas, se la pasaba estudiando día y noche, no le daba tiempo para jugar ni para escribirle a Heeseung, lo extrañaba.
La semana de los exámenes llegó. Eran dos pruebas en dos días. Hee y Jake no han hablado desde lo que pasó con Karina.
Heeseung no quería pensar en el pelinegro, tenía que concentrarse en aprobar el examen. Lo mismo con Jake, pero el sentía un vacío en su corazón, extrañaba a Heeseung.
La primera prueba terminó, Heeseung se fue directo a su casa, iba a repasar las últimas cosas y a descansar, después de todo ya se sabía todo lo que iba a entrar en el examen.
A diferencia de Jake, quien llegó a estudiar, se veía en mal estado, no había comido ni dormido bien en las últimas semanas y se la pasaba en el escritorio.
Llegó el día final, porfin se terminaban los exámenes y salían de clases.
Este examen fue aún más difícil que el del día anterior, muchas personas reprobaron.
Lo único que quería Jake era dormir. Y eso hizo, llegó a su casa y durmió un día completo.
Heeseung también descansó, pero tenía que terminar el proyecto, ya que se entregaba a la vuelta de clases y solo le quedaba un mes.
El tiempo pasó volando y Jake ya se había recuperado, pero algo le faltaba, Heeseung.
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Heeseung se emocionó y se fue a cambiar ropa, se vistió casual pero bonito, que se podía esperar de alguien que estudiaba diseño de modas.
Jake también se arregló, tomó las llaves de su auto y fue a buscar a Heeseung.