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El profesor caminaba furibundo por los pasillos de esa institución educativa de tercer grado, no estaba de humor para dar clases y sabía de sobra que no vería a su alumno favorito en su clase, aún podía recordar esa estúpida acusación que era cier...

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El profesor caminaba furibundo por los pasillos de esa institución educativa de tercer grado, no estaba de humor para dar clases y sabía de sobra que no vería a su alumno favorito en su clase, aún podía recordar esa estúpida acusación que era cierta pero se negaba a pensar que sería capaz de dañar a su Johnny Boy, jamás le haría daño.

──¡Ay!... Disculpe profesor...── Un joven bajito y pecoso se sonrojó ligeramente ante su torpeza y tomó aquellos papeles que había tirado y se lo devolvió de forma inmediata al hombre de la barba.

── Dios... Sutcliffe mire atentamente por dónde demonios camina.── Dijo el hombre de barba comiéndose de forma enfadada al menor con su mirada hazel.

El pecoso se encogió en su lugar sintiéndose intimidado por su profesor y la forma en la que le miraba. Había tenido aquel altercado cuando estuvo en el apartamento de Lennon y no era un muchacho tonto, sabía que la actitud y tono de voz de aquel profesor daba a entender que no le gustaba en lo absoluto que fuera cercano a John, por eso no quería toparse a solas con él porque un aura oscura rodeaba a ese profesor.

── Estaba distraído... Disculpe no volverá a ocurrir, con su p-permiso me retiro.── El pecoso tartamudeo levemente por los nervios sintiendo que el otro lo mataría con la mirada y sin nada más que agregar casi salió corriendo pero la voz de su profesor lo detuvo.

── Sutcliffe... ¿Sabe algo del joven John Lennon?.── Preguntó en un tono de voz ronco y oscuro.

Stuart tembló y sudó en frío, había visto aquel grosero moretón en la mejilla izquierda de su amigo, había visto lo nervioso que se ponía enfrente de su profesor y todo indicaba que aquella agresión vino por parte de McCartney, tenía sus dudas pero las sospechas eran crecientes cada vez más.

── No hemos avanzado en nuestro trabajo porque se reportó enfermo señor, es lo único que sé.── Respondió mirándole de lado ya que si lo hacía de enfrente temblaria como un renacuajo.

Aquella respuesta no le gustó en lo absoluto a Paul, todos le decían lo mismo pero no le decían lo que realmente quería, quería saber dónde estaba su John, dónde estaba específicamente su chico para ir a buscarlo pese a que ahora tenía prioridades de eliminar la competencia y cerrar bocas para que al fin pudiera tener aquel chico de nariz aguileña solamente para él.

──Vamos... Sabes muy bien dónde es que está... No te hagas el tonto.── Le dijo de forma grave tras asegurarse de que nadie estuviera cerca y fue avanzando hasta el chico más bajo. ── sabes muy bien dónde está y por el bien de tu promoción debes decírmelo.──

Paul estaba actuando de forma acusatoria pero no toleraba ni la respiración del chico pecoso, no le gustaba la forma en la que miraba a John, no le gustaba que estuviera con él, que fuera tan cercano y que lo invitara a su maldito apartamento como si fueran amigos de toda la maldita vida.

Stuart quedó totalmente petrificado, estaba asustado porque el profesor lo intimidaba, ese profesor le daba miedo y con esas palabras podría asegurar que veía a John como de su propiedad, pero ¿Qué podía hacer? No quería tener que ver en eso, John era su compañero de proyecto pero muy en el fondo quería tener su acto de valentía y hacerle frente para que no volviera hacerle daño a John, un golpe en la mejilla izquierda, eso debió hacerlo un zurdo y de aquellos habían muy pocos en dónde irónicamente Paul era zurdo, eso lo señalaba con luces led que era culpable de el estado físico y mental de su compañero.

── Ya le dije que está enfermo, está en su apartamento con su compañero de habitación George... Si quiere saber vaya a verlo o a la tienda de discos en dónde trabaja... Ya se lo dije así que déjeme ir por favor.──

── Ya vete o llegarás tarde a tu clase de negocios.── Dijo de forma astuta al ver la sorpresa de su alumno al ver qué sabía que materia tenía a continuación.

Al quedar solo en aquel pasillo suspiró pesadamente para subir aquellos escalones de mármol con un barandal de madera barnizado hasta llegar al segundo piso e ir a su clase, su conferencia empezaría algo tarde y eso le enfadaba, le enojaba no empezar en hora, le enojaba haberse tardado por la culpa de ese mocoso muchacho el que lo distrajo con su adorado John, pero debía concentrarse en dar su conferencia, promover un debate formal y ordenado pero su cerebro parecía mucho más concentrado en ver de qué forma haría que Mal Evans cerrara su maldita boca para siempre.

Si Mal hablaba sería su fin.

Si le advertía a John de la realidad haría que se alejara de él.

Si John se enteraba de lo tan enamorado que estaba de él se asustaría.

Mal sabía muchas cosas de su pasado, sabía de todas las cosas que hizo en su juventud universitaria.

Evans era su talón de Aquiles, si hablaba todo se iría al mismísimo demonio.

Pero haría absolutamente todo para tener a su Johnny pese a que no quisiera, lo amaría, aprendería amarlo porque nadie lo amaría como lo haría él.

Le haría entender que no necesita a nadie más que no fuera él.

¿Su amigo Harrison? Solamente un vil estorbo en su camino a la gloria pero pronto su Johnny lo alejaría para estar con él.

Pero el plan principal era eliminar a la amenaza, dejar a su chico cada vez más solo hasta que solo lo viera a él como su cable a tierra, como su único salvador, como el único que lo apoyaría y estaría para él.

John y él.

Él y John.

Juntos para siempre.

Juntos para siempre

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𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐲𝐨𝐮 (𝐡𝐞'𝐬 𝐬𝐨 𝐜𝐫𝐚𝐳𝐲) [𝑀𝑐𝑙𝑒𝑛𝑛𝑜𝑛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora