𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐲𝐨𝐮 (𝐡𝐞'𝐬 𝐬𝐨 𝐜𝐫𝐚𝐳𝐲) [𝑀𝑐𝑙𝑒𝑛𝑛𝑜𝑛]

19

──¿No me vas a decir quién te hizo eso?.── Preguntó George tras entregarle una compresa cubierta por un paño. ──Se ve menos inflamado.──

John tomó aquello que su amigo le daba soltando un suspiro ante el contraste de su caliente piel con el frío paño cubriendo la compresa sobre su moretón en su ojo que cada vez iba mejorando, solamente esperaba que en algún punto fuera a desaparecer.

──Solamente fue un idiota de la Universidad qué creyó que sabía más que yo, lo humillé y aparentemente no soportó y me golpeó.── Volvió a mentir el castaño estando acostado en su cama. ──¿Me avisas cuando llegue Stuart? Ya casi terminamos nuestro trabajo.──

George miraba con mucha pena a su amigo, desde que había salido aquella noche de fiesta pensando que todo estaría bien su amigo se comportaba extraño, se mostraba callado y se atrevería a decir intimidado, no sabía lo que había ocurrido pero para que el mismísimo John Lennon tuviera ese comportamiento el supuesto golpe por un compañero de clase debió ser horrible, pero no quería indagar en algo cuando el otro se cerraba tanto que le terminaba gritando e insultando diciendo que no se metiera en sus asuntos.

──Muy bien amigo, te avisaré cuando el pecas venga para terminar el trabajo, descansa idiota, en un rato me iré a trabajar.──

Cuando John se quedó solo en su habitación suspiró pesadamente sin dejar de aplicar aquel frío en su moretón y en tanto se preguntaba ¿Qué mierda haría ahora? Se sentía tan solo, indefenso y desconfiado de todo que ni podía contarle a su amigo y compañero de apartamento qué le gustaba su profesor de Derecho Comercial, qué había ido a su casa a comer, qué le había regalado cosas ciertamente costosas, le había dado su atención y cobijo, se sentía tan seguro a su lado, era como un libro abierto enfrente del profesor y aún así el otro le golpeó solamente por sentarse hacer un trabajo con alguien, solo eso, nada más y se había vuelto totalmente celoso por esa tontería.

¿Le tenía miedo? Quizás... Pero algo dentro suyo le estaba empujando a querer ir a clases otra vez para ver a ese profesor, capaz y se disculpaba con él y que no se volvería a repetir, total, si se lo pedía le daría una segunda oportunidad porque no creía que Paul fuera un mal sujeto, se sentía protegido y amado, fue un error ¿No? Jamás le volvería a poner un dedo encima.

Su ojo sano miró su teléfono de línea dudoso de marcarle al otro, capaz y estaba dando cátedra y lo molestaría, se enojaría y ya no querría hablarle más.

──Sería mejor que fuera mañana... Dios he faltado mucho a clases, mierda.── Gruñó levemente girando su cuerpo para quedar de lado en la cama y quedarse viendo un póster de Elvis Presley qué tenía ahí como una adoración suya.

No pudo pensar mucho más ya que todo giraba en torno a su profesor.

Paul, Paul, Paul

¿Por qué demonios no dejaba de pensar en él? Estaban saliendo, eran un alumno con su profesor, el profesor gustaba de él, el profesor que iba a verlo a su trabajo en aquella tienda de discos, el profesor que amaba coleccionar discos y tenía copias, el profesor que sabia cuales eran sus flores favoritas, el que sabía su cumpleaños, el que sabía donde vivía y demás.

──¡Ey! Ya llegó tu amigo, hoy hago turno hasta la noche ¿Si? Posiblemente me quede en la casa de Richard, nos vemos mañana, cuida ese ojo.──  Comentó su amigo teniendo ese tonto uniforme de aquella cadena de comida rápida.

Con insultos de ida y vuelta los amigos se despidieron dejando a solas a John con Stuart en dónde el pecoso fue a tomar asiento al borde de la cama del otro y le sonrió amablemente, era un chico pequeño y más que amigable, sin duda alguna Astrid tenía mucha suerte de tener un novio como él.

Con palabras más y palabras menos se pusieron manos a la obra para terminar aquel trabajo que tenia como fecha final el fin de semana, es decir en dos días. Eso de terminar el trabajo antes de lo debía a Stuart ya qué era un maniático del orden y el tiempo, todo debía hacerse lo antes posible y pese a quejarse ahí estaban, si lo terminaban hoy tendrían dos días libres para relajarse antes de presentar todo.

──El profesor McCartney ha estado preguntando por ti.──

──¿Enserio? ¿Qué ha dicho?.──  Preguntó John con una intriga monumental pero sorpresiva hasta para si mismo.

──Quiere saber cuando volverás a clase.── Respondió apretando sus puños recordando aquella redada qué le hizo el profesor, sin duda su amigo estaba en peligro si es que caía ante los brazos de aquel profesor.

──Bueno, pienso volver mañana... No se ve tan mal el moretón y si preguntan diré que estuve en una pelea.──

──Muy bien bravucón, ahora debemos terminar ésto, vamos, muévete.──  Dijo el pecoso golpeando suavemente el hombro del otro mientras se ponía sus lentes.