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Conforme los días pasaban Book era más feliz a lado de Force. Ya que siempre lo trataba con demasiado amor y le decía cosas lindas. Aunque también había discusiones, pero por cosas realmente tontas y que se arreglaban con tan solo un par de besos.
Book ama cada parte de Force, es su alfa perfecto. Es tan lindo y atento, siempre le recuerda cuanto lo ama y sobre todo le da su espacio. Lo único que detestaba Book es que varias y varios omega quisieran quitárselo, y eso no lo iba a permitir.
Force era solo suyo.
Aunque Force en estos momentos estuviera molesto, a Book sólo le causaba risa y ternura.
- ¡Te toco el trasero, Mochi!
- Lo sé, Jirat. También me molesto, pero no tienes por que enojarte, no vale la pena.- Book envuelve sus brazos alrededor de la cintura de su alfa y le da un pequeño beso.
- ¡Es que no me gusta que te toquen, y menos el trasero!.- Book ríe y niega con la cabeza.
- Soy tuyo, Jirat. De nadie más.- El omega vuelve a besar los labios de Force y este le corresponde dulcemente. Ya se encontraban en la casa de Book, por lo tanto nadie los veía.
- Mochi... no me gusta que digas que eres mío... ¿Sabes? Tú no le perteneces a nadie, tampoco a mi, no eres un objeto por el cual hay que decidir si es de alguien o no.
》Eres un ser humano, Mochi, y solo te perteneces a ti mismo. Te amo demasiado pero no por eso te pondré una etiqueta como si fueras mío. Tú puedes estar con quien quieras, por que no me perteneces aunque eso me doliera demasiado. Quiero verte feliz aún si no es conmigo...《
Force sonríe tiernamente y acaricia la mejilla de Book.
- ¿Por que eres extremadamente lindo?.- Ambos ríen y Book se abraza más al cuerpo de Force.- Te amo, Jirat. Me encanta como eres. ¿Por qué tienes que ser tan perfecto? Pero aún así mi corazón te pertenece solo a ti... y aunque tú digas que no soy un objeto y no debería catalogarme como uno. No me importa, yo soy tuyo, Jirat, por que tú eres mío...
Book se lanza a los labios de Force besandolo con ternura y amor. El omega ama tanto los labios del alfa, son suaves y cálidos.
Perfectos para besar.
Y esos eran los momentos que ambos más disfrutaban, en donde solo eran ellos dos en su mundo, ese mundo lleno de felicidad y amor.
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