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Tiempo actual...
Entre más días pasaban, Force se sentía más solo y vació sin Book, pero no podía hacer nada, no si quería mantener a Book alejado de toda esa mierda.
Force se acostumbro a solo mirarlo de lejos, viendo su linda sonrisa con un dolor en el pecho. Ver a Book de lejos le causaba una gran tristeza a su alfa.
- Oye, Force.- El nombrado volteo hacia la dirección de Fluke. El cuál ahora era su amigo.
- ¿Que sucede?
- Unos hombres te buscan afuera, dicen que necesitan hablar contigo.- Force asiente con la cabeza y se levanta para ir directo hacia esos hombres, no sin antes echarle una última mirada a Book, el cuál se encontraba conversando con sus amigos.
Force sabía que no le hablaban para algo bueno, de seguro debía transportar droga o algo por el estilo. Y aunque no quisiera debía hacerlo, por su Mochi...
Al llegar a los hombres, estos le hacen una seña para que suba a la gran camioneta negra tras de ellos. Force entra y la camioneta arranca. El alfa solo ruega para que la maldita alfa ya lo deje en paz, ya había hecho suficientes trabajos para ella y para Force ya era suficiente.
Llegan a la misma bodega de siempre, en la cual le otorgan los trabajos a Force y le dan la mercancía. Bajan de la camioneta y se meten a la bodega, en ella ya se encuentra la alfa con el mismo semblante serio de siempre.
- Hola querido...- La alfa le sonríe con diversión y Force le devuelve una sonrisa falsa.
- ¿Ahora que es lo que quieres?.- El alfa escupe las palabras con odio.
- No me hables así, recuerda que somos muy diferentes.
- Si, lo sé. Yo no soy una mierda como usted.- El ardor en la mejilla del alfa se siente de inmediato debido al fuerte golpe propinado por la alfa.
- Cuida esa boquita... deberías de estar contento. Hoy te voy a dar tu último trabajo.- Los ojos de Force brillan al escuchar esas palabras. Al fin va a estar con su Mochi.
- Ya dime lo que tengo que hacer. Me muero por ya no verte la cara y terminar de una vez por todas esto.- La alfa suelta un fuerte carcajada y mira con ternura a Force.
- Veo que estas desesperado por correr a los brazos de tu omega. Pero no cantes victoria tan rápido, que este trabajo será un poquitito largo.
- Ya dime de una vez que tengo que hacer, maldita sea.
- Verás, cariño. Tienes que irte por el corto plazo de dos años a Tokio, vas a exportar la droga, después de eso serás libre...
La mandíbula de Force se tensa al escuchar eso, dos años... ¡Dos malditos años!
Force solo esperaba que Book esperara por él, por que si lo haría ¿no?
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