De igual forma, Sousuke volvería al hogar de los Sano el lunes por la tarde para tomar su primer lección, pero pese a ello, quería verlo un poco más.
Fue por esto que el domingo por la mañana se levantó temprano y salió de casa conduciendo su CB250T hasta la casa de la abuela de Sousuke, una vez fuera, tocó el timbre de forma insistente, pese a que eran las 5:48 am.
La emoción le ganó y ni siquiera fue capaz de darse cuenta de lo precipitado que había sido, pero pese a ello, la puerta fue abierta por Chisato, quién miró al chico confundida y sorprendida —Shinichiro? Qué ocurre? Por qué a esta hora?– preguntó mientras miraba el reloj de la entrada.
Fue en ese momento que el joven entró en razón, pero su ego no le permitía aceptarlo y disculparse —Se encuentra Sousuke en casa?– preguntó emocionado, Era como un niño más.
La mujer lo miró algo confundida, sin embargo, asintió con la cabeza.
Fueron solo 5 minutos los suficientes para que Sousuke estuviera parado frente a la puerta y con los ojos cerrados, tallando uno de ellos mientras bostezaba.
Shinichiro, al verlo, rápidamente tomó su mano y lo guío hasta su moto, subiéndolo y colocándole un casco sobre la cabeza —Iremos a jugar! Se lo devolveré más tarde señora!– dijo con una sonrisa mientras subía también y arrancaba, apenas Sousuke tuvo tiempo para despabilarse y aferrarse con fuerza a la espalda del mayor.
«Qué son estás formas de despertar!?» fue lo único que se cruzó por la mente de Sousuke, estaba a punto de decirlo, sin embargo, a comparación de la forma en que lo despertaban en su antiguo hogar, no estaba tan mal. Fue por esto que decidió callarse, «No tengo derecho a quejarme» pensó.
Las pocas personas que estaban en las calles a esas horas se les quedaban viendo, pues era un adolescente que llevaba un niño en pijama y descalzo en su moto.
No era lo más normal del universo.
Tan solo minutos más tarde, ambos llegaron a un edificio un tanto...peculiar, por no decir que estaba en un lugar cuestionable.
Shinichiro se bajó de su moto y dejó el casco sobre el asiento —Sigueme, Sousuke – dijo con una sonrisa mientras entraba al edificio.
Se hubiera seguido de largo sin embargo, al empezar a sentirse solo, se dió la vuelta y miró a Sousuke, quién seguía sobre la moto pero sin el casco, simplemente mirándolo —Qué ocurre Sou? – no fue hasta que bajó la mirada que se dió cuenta, suelo sucio y pies descalzos —Ehh? Por qué no te pusiste zapatos?– preguntó confundido.
Sousuke simplemente lo miró un tanto irónico.
De igual forma, no estaba acostumbrado a los zapatos, pues toda su infancia la vivió con los pies fríos.
Shinichiro simplemente se acercó a él con cuidado —Te voy a tocar para cargarte, si? No te alteres– dijo en un tono tranquilo para evitar asustar al menor.
El contrario simplemente asintió un tanto preocupado y nervioso.
Al darse cuenta de esto, simplemente colocó sus manos por debajo de sus brazos y lo levantó lo suficiente para poder ponerlo en su espalda —Sujetate en mis hombros, si?– volteando a verlo con una sonrisa.
Curiosamente, Shinichiro no le provocaba aquel malestar que si le daban los demás hombres adultos, le provocaba una sensación de protección, de no querer alejarse de él porque sabría que estaría seguro si se mantenía a su lado...
Una vez llegaron al segundo piso, fue que llamaron la atención de cinco personas más, un joven alto con una cicatriz en el ojo, otro con piel oscura, otro más de baja estatura y cabello rebelde, una joven de cabello blanco y una más con dos mechas pintadas.
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Solo un niño | Tokyo Revengers Origins [Touma Sousuke]
RandomEl hecho de que todos crean que por ser un niño no tengas la capacidad de sufrir, al punto de que ellos mismos son los mismos que te encierran en un abismo, una jaula, que por más que lo intentes, no te matará, pero tampoco te devolverá la libertad...