De nuevo se encontraba en esa situación, acostada en su cama pensando en todo lo que pasaba.
No le gustaba admitir que le afectaba el no recibir el afecto de Jongseong. Siempre veía por todo el instituto a las múltiples parejas abrazándose, besándose o incluso solo tomados de la mano, ella también quería eso.
Se sentía estúpida por sentirse de esa forma, ella sabia la respuesta del por que no podía estar así con su amado.
Pero ella no había elegido enamorarse de el, ella no decidia sobre su corazón, simplemente ella no tenia la culpa de ese amor tan incorrecto entre su profesor y ella, todo había sido el maldito destino.
Le gustaría que su relación con el profesor Park fuera indicada, para ella lo era, pero a los ojos de los demás el solo se aprovechaba de su inocencia, no era de esa forma.
— Ni siquiera estamos en una relación. - se dijo a si misma mientras intentaba hacerse caer en cuenta de ello.
Le gustaba pensar que el profesor también sonreía cuando ella le mandaba mensaje o que se sentía nervioso con su presencia como ella lo hace, pero luego la invade ese sentimiento de nuevo; ¿El siente lo mismo por ella? O tan si quiera ¿El siente algo? Se sentía tan estúpida pero después estaba el, escribiéndole y mirándola de esa forma que la hacia sentir importante, unica...pobre chica, solo quería un poco de amor.
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Lunes. 7:50 de la mañana.
Por fin llegaba el maldito lunes, estar un fin de semana en su casa sola en su habitación escuchando como su madre se quejaba todo el tiempo era algo horrible.
Pero en el fondo lo que más le emocionaba era verlo a el, sentir su mirada en todo su cuerpo, sentirlo a el...
Verlo a través de fotos y hablar con el solo por mensajes era agotador y no le gustaba para nada, prefería mil veces oler aquel varonil y fuerte aroma que dejaba por cualquier lugar en el que pasaba o mejor aun, sentir sus labios y sus manos sobre ella.
Lo necesitaba a el, sus palabras, sus coqueteos, todo de el.
Justo como cada día, ese auto de lujo se estacionada justo frente aquel instituto, dejando ver como bajaba de él ese grandioso hombre, no podría ser mejor en serio que no.
El la ve con esa mirada tan profunda y sonríe discretamente de una forma tan...inexplicable que ella cae rendida de una sola vez sin dudarlo.
Era temprano, sabia que Jongseong era exigente en cuanto sus horarios así que empezó a acudir más temprano solo para verlo unos cuantos minutos antes de clase y si corría con suerte se besaban escondidos de los demás dentro de las oficinas, era grandioso y le encantaba esa sensación de sentirse deseada.
— Señorita Kim, responda. - se había perdido en sus pensamientos y claro que no estaba poniendo atención a la aburrida clase de historia, lo que le traía problemas, siempre era así.
— Lo siento profesora, me distraje por un momento... - odiaba que le llamaran la atención, todos volteaban a mirarla y peor aun, se burlaban de que ella estaba en su propio mundo, muchos incluso diciendo que era tonta para la materia cuando tenia de las mejores calificaciones de su generación.
— Siempre lo esta, no solo un momento, esto es el colmo Señorita.
Y esta vieja nunca se callaba? Su clase era aburrida y ella aun más.
— Le estoy hablando Señorita Kim, o a caso ahora es sorda? - tenia tantas ganas de contestar de la manera más tosca posible para cerrarle la boca a esa amargada de la profesora Yang, pero mierda, no podía.
— N-no profesora.
— A la oficina del director, ahora.
Esta bien, admitia que no era la mejor en esta materia y que probablemente siempre estaba distraída pero llevarla con el director? Eso era demasiado, incluso habían algunos de sus compañeros que no se callaban y hacían molestos ruidos toda la clase pero claro, era ella la que tenia que ir a la oficina del director.
— Profesora lo siento, no volverá a pasar pero por favor..
— Dije que a la oficina Señorita Kim.
Sin más, se levanto de su asiento y tomo sus cosas metiendolas en su mochila, sin duda había empezado mal pero esa maestra siempre encontraba como ponerla de mal humor, le hace falta jubilarse ya.
Iba pasando por los pasillos de su grado en camino a la oficina del director hasta que paso por ese salón tan conocido el cual se encontraba extrañamente vacío así que, sin dudarlo echo un vistazo.
Y ahí estaba el.
Estaba sentado en su escritorio escribiendo algo sobre su computador, se veía tan bien cuando estaba concentrado, se podría quedar horas solo admirandolo...en serio le encantaba esta vista.
— Deja de mirarme de esa forma, Jin.
La había visto.
Se adentro en el aula cerrando la puerta tras ella, se acercó al escritorio y sonrio.
— ¿Por qué tu aula esta vacía Jongseong? - pregunto curiosa, era raro que el profesor Park no estuviera dando clase, de hecho, era el profesor más ocupado de todos y el que más repartía clases en el instituto.
— La clase que me toca ahora esta de viaje escolar. - no dejaba de teclear en su computador y ni siquiera la volteaba a ver, no le gustaba eso. —Tu que haces fuera de clase?
Suspiro aburrida y fastidiada, por un momento se olvido de qur realmente tenia que ir a la oficina del director por culpa de esa molesta maestra.
— Mm...bueno, digamos que la profesora Yang me envió a darle un recado al director. - Jongseong por fin despego la mirada de lo que estaba haciendo y la vio a ella con esos ojos que la mataban lentamente.
— ¿Que hiciste ahora?
— ¡Oye! Hablas como si fuera una matona o algo así. - se sintió ofendida por la risa que salió de los labios de Jongseong — Solo me distraje en la materia y esa señora es amargada.
— La profesora Yang es muy paciente contigo, Jin. Vi tus calificaciones en su clase y son horribles comparadas a las de tus otras materias, eso puede afectar demasiado en tu calificación final, debes de tener cuidado.
— Ya te dije antes, no investigues mis calificaciones en otras materias, me da verguenza. — tomo asiento en la esquina del escritorio notando como el desajustaba un poco su corbata.
— No tendrías que tener vergüenza si le pusieras más empeño a la materia Jin, no es difícil. — Es cuando se acerca a ella poniéndose entre sus piernas, un brazo a cada lado de ella.
— Quiza necesito un tutor... - poso sus brazos en el cuello del profesor y este solo sonrio antes de besaría.
Ahí estaban de nuevo.
—
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