Goku en Gotoubun no Hanayome //un rayo de luz

Goku en Gotoubun no Hanayome prólogo 1.1

Vaya, vaya... así que ya te decidiste a ir en busca de nuestra querida hermana, o ¿acaso me equivocó?, vocifero la chica cual se mantenía a su frente, cual se erguía con altivez- mirándola fijamente, no dejando que fuese a ninguna parte.

¡apártate de mi camino!, no tengo tiempo para escuchar estupideces, ¡la lluvia empieza a intensificarse y no pienso dejarla sola!, si ustedes ya la dejaron a su suerte todo este tiempo yo no seré como ustedes, puede que sí, ustedes sean mejor que nosotras en alguna u otra cosa, más nunca decidieron ver el verdadero potencial de ella, tan solo la juzgaron erróneamente, se dejaron manipular totalmente por la palabra de ese infeliz, qui... siendo interrumpida por aquella cachetada de la mujer que se encontraba a su costado izquierdo, cual dejaría un tono rojizo sobre esa área de su blanquecina piel la cual le ardía intensamente por la potencia con la que impacto, dejando atónita a la chica quien solo abriría los ojos, llevando su mano a su mejilla.

¡Cállate, tú ni ella tienen ningún derecho a decir cosas que nuestro padre nunca hizo, en nos ha dado lo mejor en todo momento!, ¿y qué recibe el a cambio?, las blasfemias que dices hacia su persona, sin él no seriamos lo que hoy somos. mencionaba con ira a las palabras de sui hermana.

¡¿De verdad quieres que te recuerde el trato que tu querido y amado padre nos ha dado?!, piensa... ¡¿cuántas veces has escuchado que nos elogiara?!, ¡¿cuántas vece nos ha una mínima muestra de cariño?!, ¡¿cuántas veces estuvo al pendiente de nosotras cuando enfrenábamos o si teníamos problemas en la escuela?¡, ¡¿cuántas veces nos apoyó en aquello que realmente queríamos?!, ¡¿quieres que siga?!, interrogo con frustración e ira.

Ustedes nunca hicieron nada bueno, siempre eran problemas con ustedes, nunca se ganaron el cariño de nuestro padre, él siempre nos ha querido, todos los años nos regala cosas que nosotras queremos y necesitamos, sabes muy bien porque no podría estar al pendiente de nosotras cuando teníamos alguna enfermedad, nos ha dado de las mejores educaciones y sabiendo que no podemos estar a sus expectativas no ha dejado de intentar subir nuestro nivel académico, así que no le heches la culpa de todas sus tonterías. Respondía con ira.

Nunca pudimos ganarlo porque el detesta como somos realmente, nunca nos dio la oportunidad de que él nos conociera como nosotras hubiéramos querido, nunca nos pudimos enaltecer nuestro nivel académico por culpa de ustedes, siempre teníamos que ayudarlas en todo lo que ustedes quisieran para que así el estuviera feliz de ustedes, y gracias a eso nosotras nos vimos obligadas a dar el triple de esfuerzo de lo que ustedes daban, o ¿acaso no recuerdas quienes nos obligaban a hacer sus tareas?, a "serles de utilidad" como ustedes muchas veces nos lo dijeron. !!¿Pero saben qué?¡¡, ya se les acabo su superioridad, porque hoy también me largo de este maldito infierno, y les advierto, si intentan hacernos daño no seré más su "hermanita inútil y miedosa"- advertía con decisión y determinación, acercándose rápidamente hacia su antes atacante devolviendo con gran rapidez el mismo golpe, cual fue tan fuerte que la aria perder el equilibrio, cayendo sobre aquel sofá cual se postraba cercas de su lugar, más no acabaría ahí ya que rápidamente se dirigió a su hermana cual se encontraba con anterioridad a su frente, arremetiendo una vez más, dejándola en shock por aquella acción la cual antes nunca realizo, y por fin decidida a partir exclamaría, sé que tu no dijiste o hiciste algo, pero.. No creas que no estoy decepcionada de ti, más no te culpo por tu forma de ser estando a lado de esas dos, espero tú algún día abras los ojos como nosotras, y que las ayudes para que se den cuenta de sus actos, sé que mis palabras no tendrán peso en tu conciencia, sé que puedes ser más de lo que ya eres y de lo que realmente sabemos que quieres ser, adiós, hermana. Exclamo hacia la persona que miraba todo lo sucedido desde la segunda planta del apartamento donde vivían, cual solo la visualizaba de espaldas y sin más perdiéndola de vista a la vez que se alejaba de su antes hogar.