I know it won't work 𓂃༞ km

01

Jungkook tomó toda la tranquilidad que pudo reunir y manejó lento hasta el restaurante donde su cita lo estaría esperando. Si es que aún seguía ahí. Se había asegurado de salir al menos cuarenta minutos tarde de la hora acordada.

Al llegar al restaurante, ingresó despreocupado y esperó hasta que lo guiaran a su mesa. No perdió la oportunidad de sacar su actitud coqueta con la anfitriona omega que lo acompañaba.

Llegando a la mesa, su mente dejó de funcionar por unos segundos, pues el hombre que lo esperaba y que se puso de pie ante su llegada era precioso. Pero pudo recuperarse a tiempo para agradecer y guiñarle el ojo a la anfitriona antes de que se retirara, y posteriormente, seguirla con la mirada hasta que la perdió de vista. Todo bajo la atenta mirada de su 'cita'.

—Disculpa la tardanza, estaba ocupado.

—Claro, descuida — una sonrisa amable fue lo único que recibió a cambio. Aquella actitud lo confundió, pero no dejó que nublara el objetivo de su misión.

Pasó su mirada desde el cabello peinado con perfección del omega, la cara con maquillaje ligero y sutil, hasta su pecho, donde podía ver delicadas joyas adornando sus clavículas y esa linda blusa amarillo claro que le daba la elegancia acorde al lugar escogido. Todo lo contrario a Jungkook, que llevaba ropa extremadamente casual a propósito y ni siquiera se había esforzado en peinarse.

—Entonces... Jaemin, ¿a que te dedicas?

—Jimin.

—¿Qué?

El omega solo se aclaró la garganta y no mostró ninguna molestia en su rostro. Al contrario, sonrió calmado. Eso hizo a Jungkook fastidiarse un poco.

—Mi nombre es Jimin y soy el director de estrategias lingüísticas en la empresa de mi familia.

Jungkook hizo un fingido sonido de sorpresa que hizo desaparecer la pequeña sonrisa del omega, creando un ambiente por completo incómodo.

Ambos se ignoraron viendo el menú hasta que llegó el camarero e hicieron su orden. Jungkook no pensaba decir una palabra más, por lo que creyó que estarían en silencio por un buen rato, pero le sorprendió escuchar a Jimin tomar la iniciativa.

—Entonces... Jungkook, se que te gusta el tenis, ¿viste el lecoq este año?

—No tengo tiempo para eso, estoy ocupado con la empresa y, por supuesto, atendiendo mis necesidades personales.

La respuesta fue seca y el omega pareció entender que no quería seguir hablando así que solo asintió con ligereza. Estuvieron en silencio hasta que la comida llegó y los platillos fueron casi terminados, pero una vez más el silencio fue roto por Jimin. Ante el sonido de su voz, soltó un suspiro molesto.

—¿Está bien si me retiro ahora? Tengo un compromiso y no puedo llegar tarde —Jungkook se encogió de hombros, estaba a punto de responder que no le interesaba cuando Jimin volvió a hablar —: Ha sido un placer conocerte, Jungkook. Espero volvamos a vernos.

Sonrió gentilmente como al principio y caminó apresurado a la salida. El alfa soltó una maldición baja al darse cuenta que ni siquiera había llegado a la mejor parte: hacerlo pagar la cuenta. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa al momento de pedirla y que él mesero le respondiera que había sido pagada por el omega. 

¿De donde había sacado su madre ese omega tan extraño?

ᡣ𐭩

Jimin anduvo tan rápido como sus piernas se lo permitían y no se detuvo hasta estar fuera de aquella ya tan conocida puerta azul. Tomó un largo respiro y fingió su mejor sonrisa al entrar.

—Papá...

—¡Minnie! Cariño, ¿cómo estuvo la cita?

La sonrisa de Jimin tambaleó, se encogió de hombros y tragando el nudo en su garganta, respondió:

—Bien, estuvo bien.

Sin embargo su padre no era fácil de engañar, ni siquiera en esta delicada etapa de su vida las cosas podían pasar desaparecidas. No importaba que la debilidad se apoderara de su cuerpo cada día más, siempre tendría la fortaleza para consolar y velar por su familia.

Jimin sucumbió ante el escrutinio y suspiró.

—Me puse perfume.

—Si, puedo notarlo.

—¿Quizás eso me delató?

—Jimin... ¿Te dijo algo hiriente?

No quería seguir hablando de eso, no era la primera vez que su cita terminaba en desastre y tampoco sería la última. Había cosas más importantes que ocupaban su mente en ese momento, como que su padre lucía cada vez más cansado.

—No papá, solo no hubo interés de su parte, y está bien. Será en otra ocasión... ¿Cómo te sientes? ¿La nueva almohada te ayudó a descansar?

—Por supuesto que si, Minnie.

Y se sumergieron en una plática, donde Jimin procuró guardar en su memoria cada detalle de su padre; sus palabras, sus gestos, su sonrisa, sus risas... no sabia cuándo sería la última vez que sería testigo de ellos.

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holaa! si alguien lee, si alguna personita lee pues sea bienvenida a mi primer au ❤️‍🩹