Capitulo 17

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El cuartel general de la policía se encontraba tan ruidoso y ocupado como de costumbre, mientras un perezoso General de la policía dormía profundamente en su oficina, tan despreocupado como siempre. En la puerta hacía guardia uno de sus subordinados y mano derecha, el cual mostraba una disciplina que contrastaba notablemente con su superior. Posiblemente por el ambiente caótico en el que se encontraba el cuartel, es que nadie notó la presencia de una compañera desconocida, ajena a la división del General. Se movía con soltura entre sus compañeros y mantenía una mirada firme, entre sus manos cargaba con un sobre que contenía unos papeles importantes cuidadosamente colocados en una carpeta que tiene grabada tentadoramente la palabra «CONFIDENCIAL» escrito en rojo. Al llegar a la oficina del General es detenida por el Oficial que hacía guardia, ella simplemente lo miró y le entregó el sobre que traía entre manos.

–Lo envió el General Aokiji — Es todo lo que dice antes de marcharse tal y como llegó.

El Oficial al recibir el sobre simplemente tocó la puerta dos veces antes de entrar. Al interior de la oficina se encontró a su jefe plácidamente dormido sobre su silla con los pies sobre el escritorio y un libro abierto cubriéndole la cara.

–Señor, ya han llegado los papeles de la investigación que solicitó. — Informó con una voz gruesa.

El General se despertó quitándose el libro de la cara y aun sintiendo los remanentes del sueño bostezó con pereza.

–¿Aokiji? — preguntó bajando los pies del escritorio y buscando con la mirada una caja de donas glaseadas que encontró en el mueble detrás de él.

–Si — respondió con firmeza su subordinado.

El General era bastante alto, demasiado la verdad, tenía el pelo canoso y barba. Se llevó una dona a la boca antes de interesarse realmente por los importantes papeles que tenía entre manos.

–Mmm... — se volteó y el Oficial le pasó el sobre con papeles.

Al abrir el sobre y sacar el archivo confidencial se sentó a leerlo.
El archivo contenía toda la información que se había recopilado y hasta los procedimientos que se siguieron en el caso. En el centro de todo, en el ojo del huracán se encontraba Ace, su nombre se mencionaba tanto como la causa de todo el revuelo que estaba generando el gobierno y el Tenryuubito.
A medida que iba leyendo más serio se iba poniendo el normalmente despreocupado general.

–Sujeto de investigación número 1001 — murmuró para sí mismo mientras se sentaba a leer y se comía otra rosquilla. — Smoker hizo un buen trabajo rastreándola. — comentó y dejó el archivo de lado sobre el escritorio luego de terminar de leerlo. — Empezó buscando pistas con el departamento de inteligencia, pero la información sobre esa chica está bloqueada y básicamente destruida. La búsqueda internacional solo hizo las cosas aún más molestas y finalmente solo encontraron algunas pistas con el esclavista.

El Oficial Bogard solo lo miró con intriga por lo que el General continuó con el resumen de su lectura.

–El esclavista al principio negó estar relacionado con el caso, pero Smoker es un hombre que no se anda con rodeos y es muy tenaz. — Soltó una risa baja entre dientes. El informe no lo aclaraba, pero ya podía imaginar los métodos que usó para hacer hablar al esclavista. — Como sea, el imbécil habló y dijo que era una compra directa de Barba Blanca. Lo cual es extraño y predecible a la vez, las cámaras captaron a dos de los líderes principales de la Mafia Shirohige. Marco y Ace — sonrió aún más ante el último nombre.

–Barba Blanca no está metido en el tráfico ilegal de personas. — El General agrandó su sonrisa ante la perspicacia de su subordinado.

–Ni tampoco lo estaría — aseguró. Shirohige es un mafioso de su generación, lo conocía tan bien como conoce sus uñas del pie. — Eso es lo extraño, ¿Por qué Shirohige compraría una esclava inútil? — Se formó un silencio en la oficina.

Solo Contigo II  | Portgas D AceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora