El jardín era inmutable en su esplendor, siempre vibrante, siempre floreciente. Los árboles se erguían como monumentos vivos, y las criaturas que los habitaban cumplían su ciclo de vida sin preguntas ni dudas. Incluso Adán y Eva, los primeros hijos de la creación, caminaban por sus senderos con una dicha inquebrantable, como si cada día fuera un nuevo descubrimiento lleno de placer. Pero yo solo observo desde la distancia, con mis alas recogidas en señal de paz, su deber claro: proteger, cuidar, preservar el equilibrio.
Y aunque este lugar sea etéreo me siento incompleto, insaciable, algo en mi interior ya no encontraba consuelo en esa perfección.Miro al cielo estrellado, recordando mis recorridos antes de la creación de la tierra, a lo lejos se escucha el ruidos de la naturaleza, miro hacia el desierto que al igual que siempre nunca se vio nada, ya hace dos días que mis días son rutina, solo me quedo quieto mientras ellos se les permite explorarlo todo, suspiro pesadamente y cierro mis ojos concentrándome en los ruidos lejanos, mi único consuelo, focalizo en el ruido de la cascada, de pronto un ruido me alerta y me giro hacia él Edén.
Es una simple serpiente que se escabulle, esta se alza y me mira un momento con sus ojos amarillos espléndidos, su cuerpo se alza y pareciera que se quisiera acercar, sonrío ante eso, al fin alguien me brinda algo de atención. Yo estiro mis alas y bajo de la torre, eso hace que la serpiente retroceda.
-No no, discúlpame no quise asustarte- digo bajo, pero esta solo me mira y se da la vuelta para lentamente alejarse y esconderse en los arbustos, yo le miro irse y veo como me vuelve a ver, y mueve la cabeza como dándome una señal, frunzo el ceño y le sigo, está me guía hacia el lago, ese lago que siempre escuchaba en la lejanía, ahora se presenta ante mi, más hermoso de lo que siempre hubiera podido añorar. La serpiente negra y roja se acerca y se atreve a tomar un poco de agua, veo como para tomar ingresa toda su cabeza al agua, me relamo los labios, ¿Estaría mal si yo ingiriera líquido? Veo al alrededor buscando alguna mirada juzgadora pero estamos solo nosotros dos. El reptil deja de tomar y se aleja yéndose a los arbustos, yo intento controlarme mientras me siento y estiro mis manos para tocar el agua, el agua es fresca, deja mi piel de una textura distinta, exhalo emocionado, me doy cuenta que si pongo en una posición mi mano agarro temporalmente agua, así que con sumo cuidado agarro un poco de agua y la llevo a mi boca. Mis labios se sienten bendecidos, es una bomba de estímulos, gimo satisfecho, rápido agarro mas agua para repetir el sentimiento, hasta quedarme saciado.
El agua solo fue el comienzo, luego seguí con las verduras, para pasar a los frutos secos y terminar con las frutas, ya no puedo estar en el muro, necesito tenerlo todo, sentirlo todo.
Y esta mañana no será distinto, cuando estaba amaneciendo recorrí el muro, acariciando la muralla con mis dedos mientras cruzaba, luego fui al lago y me recosté a tomar una siesta y disfrutar del sol. De pronto siento que algo me cae, abro los ojos y es un pesado melón, miro al alrededor y no hay nadie, sonrío sin darle importancia y como gustoso mi melón.
Mientras lo disgustó escuchó las voces de los humanos, me enderezó y intentó alejar de la zona, no quisiera interrumpir su conversación, siempre trato de no intervenir en los planes divinos, y Dios parece ilusionado con los humanos.
Me apoyo en un árbol cuando veo que aparecen, tomando de la mano, riendo, siempre se viven acariciando, ¿Cómo será la textura?, Seguro sea suave. Se paran encima del estanque y ella le tironea para acercarse aún más, miro intrigado la escena, Adán le sostiene del cuello y pega sus labios con los suyos de una manera posesiva, ella gime de sorpresa así como yo cuando tome el agua por primera vez, sonrío al recordarlo, aprieto la corteza esperando ver más, al separase se miran a los ojos y Adán le dice algo antes de lanzarse la lago a nadar, Eva le sonríe y se aleja, ahí cruzamos miradas, ella me sonríe y yo me despejo del árbol para acarearme. -Buenas, disculpa que te moleste, ¿Te puedo hacer una consulta?- ella parece sorprendida pero asiente.-Por supuesto- me sonríe tranquila. Yo acaricio mis manos ansioso y muevo mis alas inquieto.
-¿Qué fue eso?- frunce el ceño, -lo de recién, cuando ustedes- se ríe.

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¿Cómo sabes si es amor? "Good Omens"
Fiksi PenggemarDentro del inefable Edén hay un ángel curioso, que observa con anhelo cada cosa a su alrededor, y como cada cosa produce una emoción en si mismo. Pero existe una cosa que no pudo experimentar además de la muerte, el amor. Escuchó a Eva hablar de eso...