One Shots - Wenclair G!P

You Right

Era una mañana fría y apacible, las calles de Jericó estaban iluminadas por los deslumbrantes rayos que propagaba el sol. Y justamente en esa ciudad, dos jovenes se encontraban deleitandose con dos cafés en la cafetería del Veleta.

Enid, escuchaba atentamente a su novio hablar, o bueno, eso creía Ajax, ya que la cabeza de la chica parecía estar en otra parte.

—¿Enid? ¿Me estás escuchando? — cuestionó el chico parando su historia y frunciendo el ceño confundido.

—¿Huh? — finalmente salió de sus pensamientos mirándolo. — ¡C-claro! — mintió.

—¿Segura que estás bien?

—¡Sí! — se apresuró a decir casi interrumpiéndolo. — Puedes seguir con lo que me decías — levantó sus palmas indicando que podía proseguir.

El gorgona siguió explicando la historia de su primo a su novia el resto de la mañana, pero esta vez, con la atención de la chica.

.
.
.
.
.
.
.
.
.

La Sinclair se encontraba pasando la tarde en la habitación de su mejor amiga Yoko. En un principio, llegó para pintarse las uñas o para hacer cualquier cosa productiva, pero la vampira no contaba con que su amiga viniese a lloriquearle sobre sus inquietudes amorosas.

—Y por eso tienes que ayudarme Yokooo...— se quejaba llorando en el regazo de la Tanaka.

-A ver, espera, estoy procesando mucha información. ¿Me estás diciendo que te acostaste con Wednesday, y que ahora crees que te gusta? — la rubia asiente con la cabeza limpiando sus lagrimas. — No veo el problema.

— El problema es Ajax. Me gusta Wednesday, pero tengo novio. — suelta poniendo el semblante triste.

—Sigo sin ver el problema.

—No ayudas. — rueda los ojos. — ¡Agh! — chilla la loba tirandose boca abajo en la cama, indignada.

Yoko mira la escena que está montando su amiga y se levanta en dirección a ella. Se sienta en la cama y le acaricia suavemente la espalda mientras esta sigue lloriqueando en la almohada. En muchas ocasiones han estado así ya que Enid no era una chica fácil, y santa mucho menos, entonces siempre acababa haciendo chorradas varias y luego venía su habitación a desahogarse de sus propias penas.

-Es que no lo entiendes Yoko, aquel día me folló tan bien que me corrí al menos unas seis veces. Y ni hablar del tamaño que tiene...- empezó a explicar recordando la vez que tuvo sexo con la Addams.- ¡Joder! Es tan caliente que...

-Enid, te creo, no necesito detalles. - interrumpió la vampira asqueada por los comentarios de su amiga.

Esta se limitó a rodar por la cama enamorada hasta caer al suelo.

—Ay amiga, no tienes remedio.- resopló la otra chica por el comportamiento infantil que siempre tiene la rubia. Aunque infantil sí, pero inocente no.

Después de que Enid dejase de llorar y de tener fantasías sexuales con cierta pelinegra gótica, las chicas se encontraban viendo una película de amor adolescente super cliché.

—¿Y si me la vuelvo a follar? — pregunta Enid de un momento a otro alterando a la asiática.

—¿Perdón? ¿Qué acabas de decir?

—Que si me acuesto con ella de nuevo. ¿Crees que esté mal de mi parte?

Yoko definitivamente llamaría a algún número de recogida de insanos para que se llevasen a la desquiciada que tenía de amiga.

—No creo que eso sea humanamente normal, pero haz lo que quieras, total, igualmente nunca escuchas mis consejos. — confesó la vampira ya cansada de las memeces que hacía la rubia.